Tener el cabello rizado no es tan fácil como tus amigas de pelo liso creen, pues llevarlo bien cuidado y peinado es todo un arte. Aún así, adoras tu ondulada melena y te fascina el aspecto salvaje y sensual que provoca en ti, algo que sabes presumir a la perfección; claro, cuando tu cabello ya está totalmente domado.
.Estas son las situaciones con las que seguro te identificarás.
1. Todos quieren tocar tu cabello
Algo que odias, en especial si pasan sus dedos a través de él, ya que seguramente quedarán atorados.
Todos creen que usas peluca
No, no es peluca, ¿por qué?
Menos es más, al momento de lavar tu cabello
Si te lavas el pelo un lunes y los rizos se comportan bien, no te lavarás el pelo hasta el miércoles o quizás hasta el viernes. Al parecer los rizos sucios se ven mejor.
Es imposible dormir después de una ducha
Si accidentalmente te quedas dormida con el cabello mojado, sabes que habrá grandes consecuencias.
Tu cabello luce fantástico
Solo por 5 minutos; después se volverá a esponjar.
La humedad es tu enemigo
No importa si hay mucha o poca, de igual forma está en tu contra.
Nunca hay acondicionador suficiente
Jamás habrá una cantidad suficiente de acondicionador para desenredar tu cabello como quisieras.
Odias cepillarlo
Sabes que hacerlo implica un viaje directo al mundo de las pesadillas.
Vives en la búsqueda del producto correcto
Acondicionador, champú, mousse, serum, cremas para peinar, lo has intentado de todo, pero nada es suficiente.
Usar gomas para el pelo es horrible
Siempre termina enganchada en cualquier parte y muchas veces tardas más en quitarla que en ponerla.
No puedes usar flequillo
Al menos que te comprometas a peinarlo diariamente, de caso contrario parecerás prima hermana de Lord Farquaad.
Jamás lo cambiarías
Aunque tengas una relación amor-odio con tu cabello, no sabes que harías sin él. De hecho, pensar en tenerlo liso es una opción que desaparece de tu mente.
Nota tomada de Okchicas