En un procedimiento conjunto entre efectivos de Politorbes y representantes del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolecentes de esa misma jurisdicción, el viernes por la tarde se logró recuperar o rescatar a seis infantes que permanecían encerrados y en presunto estado de abandono dentro de un rancho, en la invasión “Hugo Chávez Frías”, entre ellos una niña de seis años, encadenada a un palo. Así lo reseña lanacionweb.com
Por Miriam Bustos
En este sentido, el comisionado agregado, Richard Osorio, director de Politorbes, explicó que atendiendo una orden de la juez superior de los Tribunales de Protección, la comisión mixta se trasladó hasta la mencionada invasión, adyacente al relleno sanitario de San Josecito, para verificar la situación irregular en la que, según varias denuncias de vecinos, estaban siendo sometidos los menores, cuya madre los dejaba encerrados y supuestamente abandonados diariamente y por muchas horas.
Ya en el lugar, agregó Osorio, las autoridades observaron desde afuera que en el interior del rancho efectivamente se escuchaban ruidos y había movimientos de niños, a la vez que repentinamente un adolescente, de unos 13 años, al percatarse de la presencia policial salió de la casa y emprendió veloz huida en dirección a una zona boscosa.
Una vez ingresaron al humilde inmueble hallaron varios niños, en edades comprendidas entre los cinco meses y 10 años; mientras que al continuar la inspección, en la parte posterior, en el área del baño-lavadero, localizaron a una pequeña de unos cinco años, cuyo tobillo izquierdo estaba encadenado a un palo.
Observaron también que la infante presentaba algunas lesiones visibles en el rostro y cuerpo.
Al preguntarles a los otros niños sobre la situación de su hermanita, estos manifestaron que esa fue una medida adoptada por su progenitora en razón de que “comía mucho y no dejaba comida para los demás”, además de que se “portaba mal”.
Ante este presunto delito de maltrato, los pequeños fueron evacuados del lugar. En primera instancia fueron trasladados hasta el CDI de San Josecito, para una valoración médica.
A la bebé de meses la remitieron al Hospital Central de San Cristóbal, donde una dama que recién dio a luz la amamantó, al compadecerse de su evidente estado de desnutrición, desnutrición que en mayor o menor grado también afecta a sus hermanitos.
Posteriormente, al trasladarlos al Centro de Coordinación Policial de Politorbes, pudieron cenar, y de allí fueron llevados hasta una casa-hogar. La madre de los niños se presentó a la estación policial y por orden del Ministerio Público fue detenida preventivamente, mientras los órganos correspondientes se encargan de ahondar en las investigaciones, bajo la coordinación de la Fiscalía 16 del Ministerio Público, a cargo de la abogada Karina Hernández.
La mujer señaló que anteriormente se dedicaba a reciclar basura en el relleno sanitario de San Josecito, y ahora trabajaba como “semanera” para la alcaldía del municipio San Cristóbal.
Se defendió alegando que solo ella sabía y padecía la situación económica en la que se encontraba y lo que significa mantener a siete hijos. Que debía dejarlos solos para poder trabajar. Y aunque efectivamente todo eso es cierto, si bien la necesidad la obligada a adoptar medidas extremas pero nada recomendables, lo que hacía se considera como maltrato infantil, pues nada justifica que encadenara a una de sus hijas, que presuntamente la agrediera físicamente y, además, los dejara a todos expuestos a peligros inminentes.
De manera extraoficial, algunos vecinos aseguraron que la mujer de 35 años de edad, (aún cuando enseñó las partidas de nacimiento de los siete menores de edad), en realidad en total tiene diez hijos, y que la conocen por su presunta adicción a las drogas.
La orden del tribunal era clara, rescatar a los niños de esa situación en la que se encontraban, y por ello quedará en manos del Estado garantizarles el bienestar físico y emocional que tanto necesitan y al que tienen derecho. En cuanto al adolescente de 13 años que huyó de la casa, presumen que lo hizo al ver a los policías y creer que iban por él, en razón de que por problemas de conducta, un tribunal le ordenó trabajo comunitario.
También se está indagando su paradero, no para sancionarlo sino para prestarle ayuda, pues la orden del tribunal también lo incluye a él, brindarle mayor seguridad en distintos ámbitos.
Se dijo finalmente que esta no sería la primera vez que a la madre la separan de sus hijos, que hace unos cinco años también el Estado se los quitó, por situaciones similares a las actuales; pero se desconoce por qué se los devolvieron si aún no cuenta con las condiciones necesarias que le permitan criarlos, al menos de manera aceptable.