Este lunes el Movimiento Prociudadanos, dedicado a la defensa de la Propiedad Privada, la limitación del Estado y la construcción de una economía libre, reveló un plan de rescate económico para Venezuela, el informe fue presentado por Asdrúbal Bermúdez, director de economía de Prociudadanos.
Nota de prensa
El plan surge por una petición que Leocenis García, fundador del movimiento, un empresario de medios de comunicación liberado en diciembre con otros siete de los llamados presos políticos, hizo en noviembre a Daniel Lacalle, un experto económico liberal destacado en Europa, profesor de economía global, autor de al menos 8 libros, y asesor internacional.
Lacalle, es una autoridad moderna, de las más destacadas en Europa, que ha titulado el Trabajo pedido por Prociudadanos como: “Plan para devolver la dignidad a Venezuela”. En el trabajo se plantea la reestructuración de Pdvsa, un plan contra la pobreza, y una serie de medidas económicas como que: “La política monetaria debe orientarse a una sola moneda cuya fluctuación y emisión no dependa del poder político, por ello deberá ajustarse un tipo de cambio al dólar real y creíble y mantener la moneda ligada al dólar estadounidense”.
A continuación el plan:
UN PLAN PARA DEVOLVER LA DIGNIDAD A VENEZUELA
Daniel Lacalle
Profesor de Economía Global, autor y asesor internacional
CONCLUSIONES
El desastre perpetrado en la economía venezolana por el chavismo no se puede solucionar en poco tiempo y no puede intentar solventarse desde políticas intermedias. Requiere un plan global, agresivo y urgente para recuperar la dignidad del pueblo venezolano.
El ejemplo del error de tomar medidas “suaves” lo estamos viendo en Argentina. Tras el brutal agujero monetario generado por la administración Kirchner, la decisión de llevar a cabo un cambio tranquilo ha perpetuado algunos desequilibrios y disparado la deuda en un entorno de crecimiento pobre.
Venezuela debe, por tanto, ser valiente y decidida. Por dos razones. El problema de la crisis venezolana no es de desequilibrios, es una crisis humanitaria sin precedentes en un país rico en recursos. Segundo, porque se debe erradicar todo vestigio del modelo chavista para que no empape y se disuelva en los cimientos del Estado y la sociedad civil.
En este documento presento un paquete de medidas que atraiga capital, divisas y empleo.
MARCO DE REFERENCIA
El chavismo ha demostrado tres cosas cuando ha gobernado:
. Cuando unos dicen que las cosas no pueden ir peor, ellos consiguen empeorarlas a niveles extremos.
. Siempre echan la culpa de su incompetencia al enemigo exterior para mantener a la población rehén.
. Una vez asentados en el poder, secuestran las instituciones para perpetuarse sea cual sea la voluntad popular.
Un estado en ruinas, y no porque haya caído el petróleo -no olvidemos que México o Perú crecen a pesar de la caída del crudo y que Venezuela es el único país de la OPEP con hiperinflación y desabastecimiento masivo-, sino por la deplorable gestión que ha creado pobreza, desabastecimiento e hiperinflación.
Hoy Venezuela es el país con la inflación más alta del mundo y el Fondo Monetario Internacional estima que la economía venezolana será la que más decrezca del mundo en 2016.
La receta populista que contó con el aplauso y asesoría de los líderes de Podemos, que consideraban a Venezuela un ejemplo para España, ha resultado ser uno de los fracasos más sonados de las políticas económicas del mundo.
Imprimir una moneda sin control para pagar un gasto clientelar desorbitado ha llevado la inflación estimada a superar el 200%. Pero si usamos el índice de pérdida de poder adquisitivo de Hanke es del 615%.
La pobreza ya alcanza al 55% de la población, el desabastecimiento es del 89% y el salario mínimo es menos de $20 al mes, uno de los más bajos del mundo después de Cuba.
Lo peor de la política monetaria salvaje de devaluar y generar inflación es que además Venezuela ha dilapidado una década de altos precios del petróleo y su enorme riqueza con el intervencionismo más brutal. Un despilfarro de una renta petrolera superior a 360.000 millones de dólares. Se han expropiado más de 1500 empresas y el 90% de ellas están en pérdidas, han quebrado o no producen ni un 50% de lo que hacían antes de la intervención.
El chavismo no solo no ha reducido la dependencia del petróleo sino que desde su llegada ha hundido los sectores industriales y exportadores y, además, han convertido a la petrolera estatal en una de las más ineficientes del planeta y de las pocas deficitarias, extrayendo más de 12.000 millones de dólares anuales de la misma para subvenciones políticas.
Lo más insultante es que los defensores del régimen chavista hablan de “reducción de la desigualdad” como hazaña. Haciendo pobres a todos se aumenta la igualdad. Igualdad en la miseria.
Aún más alucinante es culpar “a EEUU”, que es el principal socio comercial de Venezuela. Ni siquiera la creciente participación de China en la economía venezolana ha reemplazado al poder de compra de Estados Unidos. Venezuela es además el tercer socio comercial de Estados Unidos en América Latina -después de México y Brasil-, según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
Y es que Venezuela, bajo el chavismo, a pesar de más de una década de precios de crudo altos, ha empeorado en productividad, en diversificación de la economía, en renta salarial real, reservas de divisas y crecimiento comparado con cualquiera de sus socios de la OPEP -incluido Irán- y si analizamos el crecimiento y reducción de pobreza desde la llegada de Chávez y con Maduro, otros países como Chile, Perú o Colombia han conseguido cotas mucho mayores de bienestar para la población.
Venezuela es hoy uno de los quince países más corruptos del mundo según Transparency International.
Lo peor de llevar a cabo estas políticas es que dejan una economía tan dañada que es casi imposible revertirlas rápidamente. Los años perdidos no se recuperan fácilmente.
Venezuela debe recuperar la gestión prudente de su renta petrolera dejando de subvencionar a regímenes con petróleo gratis (regala a Cuba más petróleo del que el castrismo consume) y regar con dinero a los partidos populistas del mundo mientras su población espera durante horas para poder comprar alimentos esenciales. Volver a hacer de Pdvsa una empresa líder en tecnología e ingenieros, eficiente y sacarla de las pérdidas generadas por el asalto a la caja. Devolver lo expropiado y dejar de asaltar y amenazar a los sectores privados productivos, y recuperar su apertura al mundo.
La destrucción del tejido productivo y la ruptura de relaciones comerciales con el mundo no se solucionarán en poco tiempo, ni el asalto a la propiedad privada y el imperio de la ley. La oposición o cualquier nuevo gobierno se enfrentará a años para reconstruir lo que se ha roto en estos años. Pero Venezuela tiene las herramientas para salir del erial chavista.
RESUMEN DE PRINCIPALES MAGNITUDES
Los resultados de la política económica no pueden ser peores:
– Una caída estimada del PIB del 7% con una inflación usando el cálculo oficial del 268% (según HSBC y el FMI).
– Una inflación real del 615% si usamos la pérdida real de poder adquisitivo según el economista Steve H. Hanke.
– Más del 90% de las empresas expropiadas por el chavismo se encuentran en pérdidas o quiebra técnica. Todo lo que nacionalizan se pudre en una combinación de corrupción, intervencionismo y mala gestión. Se amenaza a los que sobreviven obligando a comercios a bajar precios y sufrir pérdidas causadas por la inflación.
– Uno de los mayores grupos alimentarios, Polar, se ha mantenido en el país a pesar de amenazas y entorpecimiento estatal… Siempre desde una postura de colaboración con el gobierno. Sin embargo, se le culpa de todo y se amenaza con expropiarlo. Mientras las empresas alimentarias expropiadas, que controlan más del 50% del mercado de alimentos, destruían su producción, Polar se mantuvo en el país distribuyendo y creciendo a pesar de las dificultades hasta que el sabotaje interno y las amenazas la llevan al borde del cierre. El régimen chavista, como un virus, solo busca asaltar el tejido productivo, no mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
– Todo lo que nacionalizan se pudre en una combinación de corrupción, intervencionismo y mala gestión.
– De las más de 1.500 empresas productivas expropiadas, el resultado ha sido caídas de la producción del 50% medio y pérdidas generalizadas. Muchas ya ni producen.
– Venezuela se sitúa entre los países más corruptos del mundo y el más corrupto de América Latina según Transparency International.
– Con 82 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, Venezuela tiene la segunda tasa de criminalidad más alta del mundo.
– A la corrupción y las expropiaciones desastrosas se añade una política monetaria completamente alocada que ha hecho que el Bolívar “fuerte”, creado por Chávez irónicamente para atacar la inflación, se ha devaluado como casi ninguna moneda del mundo.
El tipo de cambio ha pasado de 6 bolívares por dólar a 200 bolívares por dólar en casi diez años. Imprimir para “redistribuir” miseria.
– Las expropiaciones, inflación y la corrupción hacen que el nivel de desabastecimiento llegue a niveles extremos, hasta de un 90% en productos esenciales. El Tiempo denunciaba que los 30 millones de habitantes del país tienen asignado un día exclusivo a la semana para adquirir los productos más importantes, según anunció en enero el gobierno socialista de Nicolás Maduro.
– Mientras, el gobierno tiene la desfachatez de hablar de bajada de la pobreza. Cuando se empobrece a todos, hay menos pobres en términos relativos, y cuando se desabastece a toda la población baja la desigualdad.
Sin embargo la pobreza real supera el 55%. Muy por encima del 26% oficial aunque el gobierno se niega a publicar cifras oficiales recientes.
– El salario mínimo interprofesional es de 21 dólares al mes. Ni un dólar al día.
–El gobierno ha subido más de 20 veces el salario mínimo en bolívares y sin embargo su poder adquisitivo se ha reducido a la mitad desde 2014.
– Descontando el impacto de la inflación, que en Venezuela supera ratios de doble dígito, el crecimiento real de Perú, Chile o Brasil en los últimos catorce años es más de tres veces superior al venezolano.
Esto en un país que es de los más ricos del mundo en petróleo, que contaba con empresas líderes en sectores de todo tipo, y que ha desaprovechado la época en que disfrutó de unos precios del petróleo que se multiplicaron por diez para despilfarrar, destruir el tejido productivo y encima depender aún más del petróleo, mientras sus dirigentes populistas y los llamados boliburgueses se llevaban miles de millones de dólares.
PROPUESTAS
. INMEDIATA RESTITUCIÓN DE TODAS LAS PROPIEDADES EXPROPIADAS A SUS DUEÑOS LEGÍTIMOS:
El problema de credibilidad internacional se empezará a solventar cuando se restaure el imperio de la ley y el respeto a la propiedad privada. Es por ello urgente poner en marcha un proceso de restitución de la propiedad expropiada con una bonificación del 100% en impuestos para la inversión en capital y maquinaria, ya que los empresarios no solo deberán recuperar sus negocios legítimos sino que tendrán que recomponer el daño hecho por el chavismo.
. INMEDIATA DESTITUCIÓN DE LA CÚPULA DEL BANCO CENTRAL DE VENEZUELA Y CAMBIO DE LA POLÍTICA MONETARIA RADICAL
La política monetaria debe orientarse a una sola moneda cuya fluctuación y emisión no dependa del poder político, por ello deberá ajustarse un tipo de cambio al dólar real y creíble y mantener la moneda ligada al dólar estadounidense.
En una economía que hoy, por la composición económica de la estructura de ingresos, es fundamentalmente dolarizada, la impresión masiva de moneda y los aumentos políticamente motivados de salarios nominales –que en realidad son bajadas reales de poder adquisitivo, es esencial evitar la tentación de cubrir los desequilibrios económicos desde el aumento de la masa monetaria que empobrece a todos.
Ello permitiría reducir la inflación y evitar el uso político de la política cambiaria.
. ATRACCIÓN DE DÓLARES A LA ECONOMÍA Y REESTRUCTURACIÓN DE PDVSA:
La restitución de los derechos legítimos debe –además- traer la apertura de los medios de comunicación y el establecimiento de una prensa libre y plural que actualmente se encuentra exiliada o perseguida.
Atraer dólares a la economía pasa por dos factores esenciales:
1.- Recuperar el dinamismo de los sectores no energéticos
Las inversiones de EEUU, Rusia, España o China pueden multiplicarse en un entorno de estabilidad y con un gobierno orientado al crecimiento.
Para que se dupliquen inmediatamente esas inversiones, se debe introducir un esquema fiscal y de garantía jurídica que ponga como objetivo fundamental que no se perciba riesgo en cinco años al menos.
– Bonificación del 100% de los impuestos sobre producción y trabajo durante dos años
– Un esquema de regalías y pagos al Estado de estilo “One Fee”. Un pago sencillo y bajo que tenga como objetivo recibir ingresos a corto plazo.
– Un flat tax en toda la economía venezolana que establezca un tipo para renta de personas y sociedades único y bajo, del 12%
– Establecer Venezuela como un centro mundial de atracción de capital a través de una regulación facilitadora y sencilla financiera, que permita que se establezcan miles de empresas rápidamente.
– Las ventajas fiscales consiguen atraer mucho capital de países de la OCDE a través de fondos de inversión y bancos offshore.
– Las sociedades offshore domiciliadas en Venezuela, estarán exentas de impuestos y se beneficiarán de un atractivo sistema jurídico. Para crear una empresa exenta se requerirá un mínimo de un director y accionista, que puede ser la misma persona, no existirán límites de capital social y no estarán gravadas por ningún impuesto local. No se gravarán los beneficios del capital. Se seguirá el International Business Act 1984, International Business Companies (Amendment) Act 1990, International Business Companies (Amendment) Acts of 2003 and 2004.
– Dar facilidades fiscales y crediticias garantizadas por el Estado para empresas que reinviertan en bienes de equipo, empleo fijo y restauren el tejido productivo de Venezuela.
– La mayor política social es el empleo y el abastecimiento. Llenar las arcas de los supermercados y mejorar la importación de insumos parte de la eliminación del control militar y político de las importaciones. Una política de puertos y aduanas orientada a duplicar la entrada de mercancías.
– Firma inmediata de tratados bilaterales con las principales economías mundiales para conseguir superar en número de tratados a México (Venezuela debería tener más de 60).
– Objetivo de conseguir que el sector alimentario, telecomunicaciones y el hotelero recuperen su aportación al PIB y se reduzca la dependencia del petróleo. Venezuela como centro global:
o Financiero
u Hotelero
o Nuevas Tecnologías
o Energía
– Programa de repatriación de capitales. Comenzar una investigación exhaustiva sobre la fuga y evasión de capitales realizada por la cúpula del chavismo, estimada en más de 100.000 millones de dólares, y a la vez llevar a cabo una política similar a la que propone Donald Trump en EEUU para repatriar capitales de empresas y familias. Un acuerdo fiscal por el cual la repatriación de capitales a Venezuela se haga sin coste a la vez que se aumentan las bases imponibles.
2.- Reestructuración de Pdvsa:
– Derogación inmediata de todos los acuerdos de regalo o venta en condiciones cuestionables de la riqueza petrolera del país. Que la producción petrolera de Venezuela se venda a precios justos y revierta en la riqueza del país. Renegociación a precio justo.
– Reducción inmediata de todo el personal políticamente elegido y recuperación del talento emigrante. Adecuar el personal de Pdvsa a los estándares de la industria petrolera en eficiencia, cantidad y cualificación.
– Adecuar la aportación de los ingresos de Pdvsa al Estado para actividades sociales a la restauración del balance de la empresa. Para garantizar el pago a proveedores y el aumento de la producción, reducir y adaptar las decenas de miles de millones de dólares que se escapan de Pdvsa para financiar gasto político.
– Entrar en acuerdos con el sector privado para la exploración y explotación del enorme potencial de Venezuela vía acuerdos “take or pay” y de colaboración público-privada similares a los que ha puesto en marcha Brasil o México.
– Programa de atracción de talento perdido. Venezuela tiene a algunos de los mejores y más cualificados expertos en energía del mundo y, sin embargo, una enorme parte están emigrados. Por ello debe hacer un programa por el cual se ponga en el mercado una parte de Pdvsa en el que una parte de esas acciones vayan a empleados actuales y potenciales, haciéndoles partícipes del renacimiento de Pdvsa y que permita que el programa de reestructuración se haga de manera transparente y con objetivos específicos asumibles.
– Pdvsa puede aumentar su producción un 50% con programas de inversión público-privada y recuperación secundaria. Pero sobre todo, Pdvsa puede duplicar sus márgenes orientando la empresa hacia la eficiencia, gestionando los costes como lo hacía antes del chavismo y recuperando la importancia del Retorno sobre el Capital Empleado en la estrategia a largo plazo.
– Adecuar los precios de la gasolina a los de los países de la OPEP. No se trata de subirlos masivamente, sino de recuperar un margen mínimo que seguirá permitiendo que los ciudadanos disfruten de un precio del combustible muy ventajoso.
– Desinversiones de Pdvsa en sectores de baja productividad. Analizar la oportunidad de desinvertir en refino y actividades adyacentes.
– Este plan permitiría a Pdvsa aumentar su desempeño económico en unos 15.000 millones de dólares anuales.
UN PLAN RADICAL CONTRA LA POBREZA Y EL DESEMPLEO:
El plan debe orientarse al abastecimiento, la inversión y creación de empleo de pequeñas y medianas empresas y promover el emprendimiento:
– Reorientar los programas de financiación política a programas sociales de verdadero calado. Venezuela despilfarra miles de millones de dólares anuales en gasto político y apoyar al régimen cubano. Ese dinero debe orientarse a pobreza, desabastecimiento y emergencia social.
– Autoempleo y regeneración empresarial. Programas de formación en el emprendimiento y apertura de una oficina estatal de “Venezuela Inversión” que permita que el proceso de emprendimiento y creación de empresas sea sencillo, rápido y amigable.
– Bonificaciones por contratación de personal a largo plazo que permita que las empresas pequeñas y medianas dupliquen el número de empleados-
– Apoyo fiscal y gubernamental para la apertura de comedores sociales privados y escuelas privadas de adaptación técnica y formación desde la empresa.
El autor: Daniel Lacalle Fernández
(Madrid, 5 de agosto de 1967) es un economista español. Trabaja como gestor de inversiones y ha sido profesor de economía. Es autor de varios libros de divulgación económica publicados por la editorial Deusto, así como columnista y colaborador en varios medios de comunicación en línea y televisivos. Ideológicamente suele definírsele como liberal conservador, próximo pero no afiliado al Partido Popular. Reside en Londres.
Se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, y posteriormente completó sus estudios con un posgrado en el IESE Business School de la Universidad de Navarra, el título de analista financiero internacional (CIIA) y un máster en Investigación Económica por la Universidad Católica de Valencia. Dio clases en el máster en Mercados Financieros Internacionales en el Instituto de Empresa (IE Business School).
Su trayectoria profesional comenzó en marzo de 1991 en Repsol, donde estuvo once años y llegó a ser responsable de relaciones internacionales y gerente de exportaciones. Posteriormente pasó a Enagás y a ABN Amro, especializándose en energía y petróleo. Reorientó su carrera como gestión de carteras comenzando a trabajar para el fondo de cobertura Citadel en 2005, y de ahí pasó a Ecofin Limited el 2007 (no confundir con Ecofin). Entre 2014 y 2015 trabajó unos 7 meses para PIMCO, uno de los mayores gestores de activos de inversión globales de renta fija, asumiendo una de las vicepresidencias del grupo.
En España es conocido por escribir libros y por su presencia en los medios de comunicación, donde ha defendido el liberalismo económico con medidas como la disminución del gasto público y la reducción de las competencias del Estado, además de la privatización de sectores estratégicos. Ha sido columnista en el diario digital El Confidencial, firma invitada en El Mundo, y ha publicado artículos de opinión para la prensa extranjera como The Commentator o The Wall Street Journal. Además, ha participado en debates de actualidad económica en programas de televisión como La Sexta Noche. Sus críticos lo han calificado como “ultraliberal” y “neoliberal” en el plano económico.
Desde 2015 es director de inversiones de Tressis Gestión.