En medio de la polémica sobre los derechos de las personas transgénero y de los inmigrantes en EEUU, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) inauguró un nuevo centro de detención de indocumentados que cuenta con una unidad para albergar a transexuales en Alvarado (Texas), reseñó EFE.
El complejo, que se encuentra a unos 60 kilómetros al suroeste de Dallas, incluye una unidad especial que cuenta con 36 camas para albergar a los inmigrantes sin estatus migratorio legal que se identifiquen como transexuales.
Asociaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBT señalan que los inmigrantes transgénero enfrentan con frecuencia retos particulares, que incluyen un mayor riesgo de agresión sexual, la incapacidad de conseguir sus tratamientos de reemplazo hormonal y el contacto con guardias que no están familiarizados con asuntos sobre la identidad de género.
La directora legal de Campaña de Derechos Humanos (HRC, por sus siglas en inglés), Sarah Warbelow, apuntó en declaraciones a Efe que los detenidos transgéneros “deben ser tratados en consonancia con su identidad de género, no aislados en función de su condición”.
Warbelow, que forma parte de la organización de derechos civiles más grande de Estados Unidos que trabaja para lograr la igualdad de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, aboga por emplear alternativas a la detención “dada la singular vulnerabilidad de las personas transgénero” en estos centros.
Según señaló el ICE en un comunicado, el propósito de la construcción de este complejo es precisamente evitar que los inmigrantes indocumentados transgénero sean víctimas de maltrato y abuso en el interior de los centros de detención, que en su gran mayoría están operados por la empresa privada.
Un reporte publicado el año pasado por la asociación Human Right Watch encontró que más de la mitad de las 28 mujeres detenidas identificadas como transexuales estuvieron retenidas en centros de detención para hombres durante algún momento del proceso, mientras que la otra mitad estuvo detenida de manera aislada y en solitario.
Hasta ahora, solo existía un espacio en todo el territorio estadounidense en Santa Ana (California) que acogía a 28 personas transgénero, según el ICE, pero las autoridades de la ciudad decidieron terminar el acuerdo para dar albergue a más detenidos.
Para la organización hispana Familia: Trans Queer Movimiento de Liberación, no existe ningún centro de detención que pueda garantizar la seguridad y el bienestar de cualquier mujer indocumentada transgénero.
La encargada de la sección de detenciones de indocumentadas transexuales en este grupo, Jennicet Gutiérrez, recordó a Efe que en la unidad de Santa Ana ya se demostró que separar a las transgénero detenidas “no funciona”, ya que los reportes de abusos sexuales y físicos “eran constantes”.
De hecho, una investigación del medio especializado en materia transgénero Fusion advirtió en 2016 que las mujeres transexuales son víctimas del 20 % de las agresiones sexuales cometidas en los centros para inmigrantes pese a que tan solo representan el 0,2 % de los detenidos.
Para Gutiérrez, la única solución viable es acabar definitivamente con las detenciones de indocumentados transgénero, un colectivo que, lamenta, “se siente atacado por las autoridades”.