Un estudio de la Fundación para el Desarrollo Integral del Docente señala que 94% de los venezolanos no consigue los productos que necesitan para una alimentación balanceada, publica El Nacional.
Por MARÍA VICTORIA FERMÍN
Los datos fueron recabados entre el 7 y el 18 de noviembre de 2016 mediante un cuestionario aplicado a 815 ciudadanos de Anzoátegui, Lara, Bolívar, Miranda, Zulia, Monagas, Portuguesa, Aragua, Guárico, Sucre, Vargas, Nueva Esparta y Distrito Capital.
Solo 6% de los encuestados afirmó que encontró lo que necesitaba la semana anterior a completar la encuesta, mientras que 91% dijo que no le alcanzó el dinero para adquirir alimentos balanceados para sus hijos.
“La mayoría de la gente no tiene disponibilidad de los alimentos que salen a comprar. De igual manera, un alto porcentaje siente que el dinero con que cuentan es insuficiente”, señala el análisis de Fundeind, organismo adscrito a la Federación Venezolana de Maestros.
Los resultados también reflejan que 50% de la muestra solo come dos veces al día, en tanto que 38% hace las tres comidas. “74% expresó que ha disminuido el número de comidas que solía hacer diariamente y 82% come raciones más pequeñas”, apunta el estudio.
70% de los entrevistados calificó de monótona su alimentación porque come “todos los días más o menos lo mismo y 80% considera que su alimentación no es balanceada”.
Sobre los patrones de consumo se les solicitó a los encuestados que respondieran en función de lo que habían comido el día anterior: 44% respondió que arepa, 21% pollo y 18% carne o pescado.
Adquisición. De las personas consultadas 94% aseguró que compra los productos en redes privadas, principalmente en los mercados municipales.
Los canales de venta del gobierno son los menos frecuentados, pues solo 6% dijo que ha recibido los alimentos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, mientras que 1% indicó que los adquirió en los Abastos Bicentenario. Otro 17% le compró a los bachaqueros.
El estudio también expone que 90% de los encuestados ha tenido la impresión de que se queda sin comida en su hogar, 64% se ha acostado con hambre y 35% ha dejado de ir a trabajar porque no hay comida en casa.
“De los encuestados 78% reportó que ha bajado de peso en cantidades que oscilan entre 6 y 25 kilos”, dice el texto.
Además apuntan que hay un “elevado” ausentismo laboral, pues 56% ha faltado a sus trabajos para adquirir los productos de la cesta básica.