El dirigente opositor venezolano, Leopoldo López, concedió una entrevista en exclusiva a EFE desde la prisión militar de Ramo Verde en vísperas de que se cumpla mañana, sábado, el tercer aniversario de su encarcelamiento.
Estas son las preguntas y sus respuestas completas.
P: ¿Cómo se siente después de tres años en la cárcel, ha sido más duro de lo que imaginaba?
R: Hace 3 años alzamos nuestra voz para desnudar a un régimen que además de corrupto e ineficiente se había convertido en una dictadura. Esta lucha no es una lucha dentro de un marco democrático, es una lucha frente a una dictadura y por tanto de resistencia democrática. Consciente de esto, me he preparado en cuerpo, alma y mente para afrontarlas en el tiempo y las condiciones que sean necesarias. O nos sometemos o luchamos por nuestra libertad y nosotros vamos a resistir, vamos a seguir luchando y vamos a triunfar.
Aunque ciertamente he pasado más de la mitad del tiempo en condiciones duras de aislamiento, siempre me inspiro en algo que una vez dijo Nelson Mandela: no hay mejor defensor de los derechos humanos que aquellos a quienes les han sido violados sus propios derechos. Estar preso me ha acercado en carne propia a la descomposición de la justicia venezolana que padecen miles de venezolanos. La manipulación, el retraso procesal, la corrupción de jueces, la manipulación política de jueces y fiscales en su condición de provisorios que los hace dependientes, vulnerables, servidores de un sistema y no de la justicia son para mi mucho más que cifras y diagnósticos, representan una vivencia que me obliga a tener una responsabilidad moral y patriota para cambiarlo.
P: Puede detallar cómo es su situación ahora mismo en prisión, sus condiciones carcelarias y su vida cotidiana.
R: Me preguntas sobre la vida cotidiana acá. Hay dos. Una para el resto del penal y otra para mí. En Ramo Verde todos los presos tienen acceso durante todo el día a las áreas comunes, a la cancha y la biblioteca. Además, no tienen ningún impedimento en moverse entre pisos, ir a las celdas de otros presos y, muy importante, son libres para poder hablar y compartir con el resto de la población penal.
La situación para mi es distinta. Muy distinta. Estoy aislado en otro edificio, una torre de 4 pisos donde me encuentro en la última celda, condición a la que son expuestos solamente quienes son sometidos a castigo por razones disciplinarias. Así ha sido desde el comienzo sin razón alguna. La cárcel militar en la que me encuentro esta ubicada a 45 kilómetros de Caracas, por lo que toma entre una o dos horas, dependiendo del tráfico, venir a visitarme, cosa que solo pueden hacer mis abogados y mis familiares directos, ya que tengo prohibidas las visitas abiertas. Todas las conversaciones son escuchadas y grabadas incluyendo las conversaciones con los abogados violando ese derecho fundamental. Los papeles de la defensa son revisados e incluso incautados. Al momento de escribir esta respuesta llevo dos meses sin ser bajado a la cancha y sin poder asistir a misa.
Por eso, desde que llegué a Ramo Verde entendí que mi principal terreno de lucha estaba en mi estado de ánimo y en mi mente. Por lo tanto, diseñé una rutina que me permitiera aprovechar cada día y hacer de cada día una oportunidad para crecer, una oportunidad para estar más fuerte, más sereno.
Estar en confinamiento solitario, en aislamiento, es una prueba de uno con uno mismo. Pasar todo un día, una semana, un mes, dos meses, cinco meses, solo con uno mismo es un desafío a la estabilidad mental y emocional de cualquier persona. Ha sido aquí, desde el aislamiento, que le he encontrado pleno sentido a la consigna griega «cuerpo sano, mente sana». Le he añadido el alma, el espíritu. Tres dimensiones que puedo fortalecer. Y ha sido el aislamiento lo que me ha llevado a dedicarle tiempo a cada una de ellas. Y fue así como diseñé una rutina de oración, lectura y ejercicio que me permitía alinear y fortalecer el cuerpo, la mente y el alma. El proceso de pensamiento para todos los seres humanos es una conversación con uno mismo, pero es una conversación que en condiciones normales suele pasar desapercibida, pasa a un segundo plano cuando interactuamos con otras personas. En cambio, cuando uno está aislado, en solitario, ese proceso de conversar con uno mismo se hace más notorio y presente.
Por ejemplo, antes de estar preso rezaba todos los días, iba a misa y tenía una buena relación con Dios, en mi fe católica. Pero ha sido aquí donde he encontrado el verdadero sentido a la oración. Antes simplemente rezaba, un padrenuestro, un avemaría y unas peticiones y buenos deseos correspondientes a las inquietudes del día. Desde que estoy aquí es distinto. He profundizado el sentido de la oración, orar acá no es un ejercicio dominado por la rutina, decir las oraciones aprendidas desde niño en un momento del día, acá orar es una conversación íntima con Jesús. Y esa oración ha sido uno de los pilares fundamentales de mi fortaleza en la cárcel. Es a partir de la oración que he podido construir todo lo demás.
De manera que, en lo posible, me he impuesto ser lo más disciplinado con esta rutina y lo he sido, aún cuando el plan sea sacarme de ella a cada momento, para de esta manera buscar quebrarme. No lo lograrán.
P: ¿Cuál fue la situación que se planteó entre usted y Diosdado Cabello el 18 de febrero de 2014? ¿Hasta qué punto su entrega fue negociada con el Gobierno? ¿Cabello le acompañó a la cárcel?
R: En ningún punto mi presentación fue acordada. No había nada que acordar. La madrugada del domingo 16 de febrero de 2014, dos días antes de mi presentación allanaron mi casa y la de mis padres, donde estaban mis dos hijos y Lilian, mi esposa. Ese día se presentó Diosdado Cabello ante mi familia, quién llegó con un plan que sólo puedo calificar de cobarde. Ese plan no era otro que aprovechar los temores de mi familia sobre la situación en la que me encontraba para manipularla y así convencerla de que lo mejor era que me fuera del país y que incluso, si yo accedía y aceptaba su oferta, él “amablemente” podía ayudar con las gestiones necesarias para tal fin, pero mi familia sabía de antemano cuál era mi decisión y le pudieron dejar muy claro a Cabello que yo nunca me iría de Venezuela. Incluso ante la insistencia de Lilian de que me estaban persiguiendo injustamente, Cabello le reconoció ante mis padres, que yo era inocente y que esto era una medida política.
Ante la negativa de la salida del país, Cabello propuso una segunda opción: que yo pidiera asilo y me encerrara en alguna embajada, aclarando que era algo en lo que él también estaba dispuesto a “ayudar” haciendo las gestiones necesarias. La respuesta fue la misma: No. La madrugada del martes 18, Maduro y Cabello, en vista de no haber logrado que me fuera del país ni que me encerrara en una embajada, y faltando ya pocas horas para mi presentación, decidieron aumentar el nivel de presión sobre mi familia. Nuevamente fue a la casa de mis padres y en esa oportunidad el planteamiento fue otro, el más cobarde de todos. Decía tener información que comprobaba que me iban a asesinar si me presentaba en público: “la derecha fascista lo quiere matar y los colectivos también, y es muy difícil controlar a estos últimos”. A la fecha de hoy Cabello no ha presentado ni una sola prueba, sencillamente porque no existen. Pero igualmente, yo ya había tomado una decisión que aún hoy mantengo que es la correcta: jamás me iría de Venezuela e iba enfrentar en todos los terrenos, en todos, y en especial en el terreno moral, a la dictadura. La clandestinidad y el exilio no eran opciones posibles porque de esa forma yo iba a quedar prisionero de mi alma.
P: ¿Pensaba cuando se entregó que su reclusión iba a durar tanto?
R: Con mucha sinceridad te digo que al momento de tomar la decisión de presentarme y dar la cara no me fijé plazos. No podía hacerlo. Al alzar nuestra voz para desnudar a un régimen que además de corrupto e ineficiente se había convertido en una dictadura y convencido de que había que reaccionar, que había que despertar conciencias y que debíamos iniciar una lucha por un cambio, sabía que esto podría llevarnos tiempo.
Si alguna destreza psicológica puede desarrollarse en la cárcel, es la capacidad de estar en paz contigo mismo y a reconocer la mayor fuerza que debemos dominar para mantener la estabilidad emocional: el tiempo. El tiempo es un enemigo inagotable. Días convertidos en semanas, semanas en meses y meses convertidos en años. Al tiempo lo dominamos o nos domina. Por eso no me he fijado plazos, sé que voy a salir en libertad a luchar a brazo partido por la libertad y la democracia en Venezuela. Por sacar a tanta gente buena del ciclo perverso de la pobreza donde la ha encerrado el régimen de Maduro, y eso basta. Sé que voy a salir en libertad, no tengo dudas de eso y que cuando lo haga estaré más fuerte de alma, mente y cuerpo.
He conseguido en los testimonios de vida de muchos hombres y mujeres que sufrieron el encarcelamiento por sus ideales como Mandela, Gandhi, Luther King, la fortaleza para saber que esta experiencia por más dura que sea me ayudara a ser una mejor persona, un mejor líder, un mejor venezolano. Un líder debe ser capaz de inspirar a quienes como él persiguen un sueño. Porque con las duras circunstancias que vive el pueblo venezolano, comprendí que los cálculos políticos sobraban y que debía asumir un riesgo en pro de la libertad de Venezuela.
P: ¿Tuvo usted alguna responsabilidad en la violencia que se desató en las protestas de 2014?
R: Por supuesto que no. Los venezolanos y la comunidad internacional están muy claros de donde proviene la violencia en nuestro país y de quién género la violencia usando grupos y colectivos armados amparados por el Estado. La propaganda de la dictadura ha tratado hacer ver, sin éxito, que es culpable quien ejerce un derecho a la protesta e inocente quien lo viola.
El derecho a la protesta pacífica es un derecho que establece nuestra constitución nacional. Sin embargo, lo que sí prohíbe expresamente nuestra constitución es la existencia de grupos y colectivos armados. Todo el mundo vio como estos colectivos entraban a los hogares de venezolanos amparados por las fuerzas militares y policiales del Estado.
Lo que sí prohíbe expresamente la Constitución es el uso de armas de fuego para controlar manifestaciones públicas. Sobre ese particular: ¿quién es el autor material del asesinato de Bassil da Costa? Un funcionario del SEBIN que disparó a mansalva contra una manifestación ¿Dónde está el escolta del ministro Rodríguez Torres que disparó también contra la manifestación?
Otra cosa que prohíbe nuestra Constitución son los tratos crueles y la tortura. Sobre eso: ¿dónde están los responsables de las torturas infringidas a los estudiantes?
Respondiendo esas preguntas hallaremos a los culpables y responsables de tantas muertes y tragedias.
P: La oposición se plantea ahora como prioridad conseguir que haya elecciones regionales y locales este año. Está de acuerdo con esa estrategia o usted sería partidario de que la prioridad fuese otra? ¿Cuáles serían, a su juicio, los principales pasos que debería dar la oposición en la situación actual?
R: Luego del secuestro del referendo revocatorio mediante una gavilla institucional liderada por Nicolás Maduro, que representó la suspensión indefinida del derecho al voto popular violando el sagrado articulo 5 de la Constitución envíe una carta a la Unidad Democrática donde proponía que antes de que finalizara el 2016 se diera un debate amplio y se aprobará una ruta de acción unitaria para retomar el rumbo y reorganizar y ampliar la Unidad con el propósito de lograr el objetivo que nos une: lograr el cambio político, salir de la crisis y conquistar la democracia mediante el ejercicio de la soberanía y el voto popular.
Ese proceso de revisión que debe atravesar la MUD en mi criterio debe trascender al de una simple reestructuración. No se trata solo de revisar estructuras, procesos, funciones y personas. El objetivo central de la revisión debe ser ampliar el horizonte de la Unidad, por eso propuse que debía pasarse de la Mesa de la Unidad Democrática al Movimiento de Unidad Democrática. A la Unidad de partidos debe unirse con una sola estrategia y propósito distintos representantes de la sociedad. La MUD fue una alianza de partidos que mostró un gran éxito ante coyunturas electorales y hoy nos guste o no, entramos en una fase distinta, en una fase de resistencia.
Hoy ha sido cerrada la vía electoral por parte de la dictadura y para estos tiempos se requiere replantear la lucha y se requiere una unidad más amplia, no por incapacidad de los partidos, si no porque la responsabilidad de luchar contra la opresión es de toda la sociedad, no sólo de los partidos políticos.
También he insistido que, una vez ampliada la Unidad hacia un gran Movimiento de Unidad Nacional, debe discutirse una visión clara de hacia dónde vamos y asumir los riesgos para llegar allí. El cambio es urgente y debe ser nuestro único compromiso y agenda. Sería un error y se debe tener cuidado con plantear las elecciones regionales como la gran promesa de cambio para los venezolanos. A las elecciones regionales debemos ir, sí. Debemos ganar, sí, pero esa no puede ser la prioridad de la agenda de cambio. La prioridad es cambiar un sistema. A quienes aspiran legítimamente les digo: solo cambiando el sistema dictatorial, los gobernadores y alcaldes podrán cumplirle a nuestro pueblo de forma cabal. Pero por si fuera poco, hoy no están planteadas esas elecciones en el panorama. La dictadura no quiere realizarlas.
P: ¿Cree que se puede conseguir algo a través del diálogo con el Gobierno? ¿Puede servir al menos para la puesta en libertad de opositores o la creación de un canal para la entrada de alimentos y medicinas?
R: En Venezuela jamás estuvo planteado un verdadero diálogo. Cuando la dictadura planteó reunirse, Voluntad Popular fijó una posición muy clara y firme de no acudir. Ese “diálogo” pretendió darse bajo condiciones inaceptables, en un ámbito de mayor represión (hoy hay más presos políticos) y luego de arrebatarle al pueblo el derecho constitucional al voto mediante el secuestro del referéndum revocatorio.
Siempre se pueden conseguir cosas a través del diálogo. El error no es dialogar, al cual como demócratas siempre hemos estado abiertos; es hacerlo sin condiciones. Es hacerlo abandonando la agenda con la cual nos comprometimos con nuestro pueblo que es la recuperación de la democracia. Es hacerlo abandonando la movilización popular contra la dictadura.
P: ¿Si saliera en libertad, competiría para ser el próximo candidato de la MUD a la Presidencia?
R: Insisto, en Venezuela una dictadura le ha robado a los venezolanos el ejercicio del voto popular. Prohibió ilegal e inconstitucionalmente el revocatorio, no celebró las elecciones de gobernadores que correspondían en 2016 y no hay ningún panorama de celebrarlas este 2017. En este contexto, ¿podemos pensar en unas elecciones presidenciales? Ni preso ni en libertad se puede competir en unas elecciones que no están planteadas.
Debemos pensar y el foco debe estar en lograr el cambio político, salir de la crisis y conquistar la libertad y la democracia, para que precisamente el pueblo venezolano pueda nuevamente decidir su destino y sus gobernantes mediante el ejercicio de la soberanía y el voto popular. Ese es el tamaño de nuestra lucha.
P: ¿Cómo valora el respaldo internacional que ha recibido su causa y el apoyo de España?
R: He sido declarado Preso de Conciencia por Amnistía Internacional. Los organismos más reconocidos en materia de defensa de Derechos Humanos del mundo, presidentes, primeros ministros, Gobiernos, Parlamentos, líderes mundiales, premios nobel, intelectuales y artistas del mundo entero se han pronunciado a favor no sólo de mi liberación inmediata, también, lo que aún es más importante, en contra de las violaciones a los Derechos Humanos de la dictadura que se ha instaurado en mi país.
El Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU decidió que debía ser liberado inmediatamente; el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ratificó la resolución del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias; el Comité de Tortura del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, organismo convencional, también exigió al Estado venezolano mi inmediata liberación y además reivindica el derecho a la manifestación pacífica que tenemos todos los venezolanos.
Todas estos organismos y personas han abogado por mi libertad porque saben que soy inocente, de no serlo como dice el Gobierno, no se hubiesen pronunciado a favor de nuestra causa.
En cuanto al apoyo de España, no puedo dejar de agradecer profundamente el respaldo que he recibido de ese país. Le ha dado cobijo a mi padre, obligado al exilio por esta dictadura. Nuestra causa ha sido respaldada sin distinciones ideológicas o partidistas, porque es una causa justa, la causa de los derechos humanos. El Gobierno del Presidente Rajoy fue el primer Gobierno en el mundo en recibir a Lilian, mi esposa y pronunciarse sobre nuestro caso.
Igualmente el presidente Aznar se ha pronunciado activamente por nuestra libertad y el presidente Felipe González se ha involucrado tanto en la lucha por la democracia y el respeto de los derechos humanos en nuestro país, que nos brindó el honor de formar parte de nuestra defensa. Igualmente debo agradecer a Albert Rivera de Ciudadanos, quien de forma comprometida visitó Venezuela y ha exigido nuestra libertad y el retorno de la democracia en Venezuela.