En la larga marcha de la historia los venezolanos estamos convocados con esperanza y determinación hacia el encuentro del destino histórico que nos corresponde, el de una república con democracia socioeconómica efectiva, división de poderes y con una columna vertebral de un sistema de justicia de fiel balanza. Esto no significa que en el camino hacia la consolidación, no ocurran trabas y retrocesos, como el presente paréntesis de casi 20 años que llevamos de régimen. El gigante vengador irrumpió en el escenario político para refundar la república y acabar con la corrupción, y el pueblo le dio su confianza en un primer momento. Qué pasó, que el gigante se desvió y profundizó la descomposición de la nación en todos los órdenes. Se acuerdan del intercambio dinámico del Foro de Sao Paulo, del hermano Lula cada rato en Venezuela y el galáctico cada rato para Brasil; en medio de toda la cacofónica monserga nacionalista que como humo nubla el ambiente de los crédulos, estaba en marcha y aceitándose el sucio negociado con Odebrecht, aquí se otorgaron millardarios contratos a dedo y algunos se beneficiaron con comisiones del orden de los 100 millones de dólares, que si los reunimos billetes de cien y llenamos camiones llenan la vía de la Guaira de ida y vuelta.
Las licitaciones se diseñaron para evitar la corrupción, pero los que vinieron a corregir los vicios de la democracia las eliminaron tanto en las obras públicas del Estado como de PDVSA. Y la Contraloría chito. El mal presagio fue el Plan Bolívar 2000 que resultó en la compra de conciencias de una porción de la FA, la mayoría de sus efectivos sufre las mismas penurias junto a sus familias que nosotros.
Llegó contraviniendo la vapuleada Constitución el heredero, hijo del difunto, y al poco tiempo abochorna al país con el affaire de los narco sobrinos. Como guinda, porque los gobiernos que carecen del más mínimo control, cometen delitos, nombró vicepresidente a un sirio venezolano señalado por la opinión internacional como traficante de pasaportes venezolanos para terroristas. La imagen de nuestro país no ha sido nunca tan disminuida que por esta Robolución. El flamante vice ahora pasó a engrosar la lista Clinton y el régimen reacciona con mayores violaciones a los derechos humanos y al derecho universal de la libertad de información cerrando en el país la señal de CNN. El prontuario del régimen no hace sino crecer.
Pero fíjense, a pesar del cierre de CNN, la inflación sigue siendo la mayor del mundo, las colas por escasez de los alimentos básicos son más largas, la falta de medicinas y colapso de los hospitales cobran vidas dolosamente, porque el dinero se lo consumió las fauces insaciables de la corrupción chavista. Y Maduro sigue y va en caída libre con 10% de popularidad.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!