Un niño de cuatro falleció el pasado sábado luego de ser picado por un escorpión que se escondía en su franela, reseña La Verdad.
Tras la picadura, el menor fue trasladado al Hospital José Antonio Uzcátegui, de Tucaní en el estado Mérida, pero murió a causa de un paro cardiorespiratorio.
El pequeño no recibió a tiempo el suero que requería. El retraso en su traslado a un hospital complicó su recuperación.
El primer teniente Luis Contreras, de los Bomberos del Instituto Nacional de Espacios Acuáticos (Inea), acudió al centro asistencial con el suero pero era demasiado tarde.
Señaló que se trata de la tercera muerte ocurrida en 11 meses en la zona por picaduras de escorpiones.
Explicó que el veneno de los escorpiones es altamente tóxico y puede provocar paros si no es tratado rápidamente.
Reiteró que es muy importante que los centros asistenciales sean abastecidos con sueros para este tipo de casos.