En una relación de pareja es muy importante experimentar cosas nuevas, sobre todo en el sexo. Una opción es hacerlo en lugares diferentes.
Si aún no lo has intentado en la ducha, Eme de Mujer te detallas algunos problemas a los que te podrías enfrentar así que lee con detenimiento.
Cuidado con resbalar
Parece tonto pero no lo es: necesitas una alfombra antideslizante. Lo ideal para ser precavidas es que ya sea parte de los artículos que tienes dentro de la ducha, pero si no es el caso debes colocar una antes de tener sexo allí. Sino, tu entusiasmo del momento te va a dejar con algunos moretones y hasta incluso un esguince.
El jabón llega a todas partes
Ya sabes que el jabón o gel de ducha no son demasiado amigos de tu vagina, por algo usas un jabón íntimo especial para tu zona V. Es posible que algún rastro de jabón o champú llegué hasta allí, así que lo mejor es dejar la higiene para el final, no uses ningún producto hasta que termine el encuentro con tu pareja.
El agua caliente no es suficiente
La ducha está diseñada para que el chorro moje a una persona, así que por naturaleza no sería un espacio para compartir. Igual lo puedes hacer, pero lo claro es que ninguno de los dos va a estar lo suficientemente mojado y que el agua caliente no alcanzará. Así que, de aquí puedes tomar dos conclusiones: la ducha es para tener sexo rápido (comienza con los juegos fuera de la ducha, sino el orgasmo se puede retrasar) y es probable que necesites algo de lubricación extra.
Es un espacio reducido, ¡olvidate del kama sutra!
Es obvio que el lugar no se presta para grandes acrobacias, así que disfruta del contexto más que de variar las posiciones. Lo más efectivo: posturas de pie y bien juntos.
No sirve el preservativo
Si van a la ducha busquen otro método anticonceptivo ya que con el agua el lubricante del condón se lava y es muy factible que el latex se rompa. En caso de no hacerlo, igualmente reduce su efectividad. Así que si no pueden hacerlo sin condón, absténganse de la ducha.