Tareck El Aissami publicó en la edición de hoy del New York Times un aviso a página entera donde expone su punto de vista a la designación que le hiciera la administración Trump como “Narcotraficante Especialmente Designado” el pasado 13 de febrero de 2017.
Por lapatilla.com
La carta pública fue firmada por “Tareck El Aissami, Vicepresidente Ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela”
Con el título de “Carta pública al Departamento del Tesoro de Estados Unidos de América” El Aissami destaca su lucha contra el narcotráfico en Venezuela y resalta que las sanciones de la administración Trump son “ilegales y violatorias de la ley internacional” ya que el Tesoro carece de evidencias y actúa como “una policía extraterritorial y sin poderes para hacerlo”.
El dirigente venezolano añade en su carta que “más allá de cualquier consideración política o geopolítica, la decisión (…) constituye una seria violación de mis derechos humanos y afecta seriamente mi dignidad y mi honor”.
De acuerdo con el Tesoro, El Aissami fue acusado de facilitar, proteger y supervisar grandes cargamentos de droga desde Venezuela con destino a México y Estados Unidos mientras fungía como ministro del Interior y gobernador del estado Aragua (Norte).
El Aissami señaló en su carta que la sanción de congelar eventuales bienes o activos que posea en Estados Unidos es “absurda y patética”
En las sanción de la administración Trump, por medio de la Office of Foreign Assets Control (OFAC) a El Aissami basada en la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeras del Narcotráfico (Ley Kingpin) ordena que “todos los activos y bienes que estos individuos puedan tener bajo la jurisdicción de EE.UU. están congelados, y a los estadounidenses se les prohíbe generalmente participar en transacciones con ellos”
The New York Times Company, la empresa editora del diario New York Times, es una empresa estadounidense, por lo que se crea una interesante situación: Aún cuando tiene una prohibición expresa de relacionarse con El Aissami, publicó un aviso a su nombre, pero con la condición de vicepresidente de Venezuela.
Un aviso como el publicado por el El Aissami en el New York Times tiene un costo de 150.000 dólares. ¿Quién los pagó? ¿El Aissami? ¿el gobierno de Venezuela? ¿Citgo? ¿un tercero? ¿alguna de las costosas empresas estadounidenses contratadas para hacer relaciones públicas (lobby) a favor de la “revolución”?
En la respuesta a esas interrogantes estará si el NYT infringió la prohibición establecida en la sanción de la Ofac a El Aissami y a Samark López (lapatilla.com)
Vea a continuación el aviso íntegro