El presidente Raúl Castro dejó claro esta semana a una delegación del Congreso de Estados Unidos que Cuba avanza en su reforma económica y mantiene su disposición a progresar en la normalización de las relaciones bilaterales, dijo el miércoles el senador Patrick Leahy.
Reuters
En una conferencia de prensa, Leahy, un demócrata que ha sido clave en los esfuerzos por normalizar los nexos, encabeza un grupo bipartidista de cinco senadores estadounidenses que realiza una visita de tres días a la isla caribeña para discutir los actuales vínculos y explorar oportunidades de negocios.
Quienes observan de cerca a Cuba miran con atención cualquier señal sobre la frágil distensión de Estados Unidos hacia la isla bajo el Gobierno del presidente Donald Trump, quien ha amenazado con revertir el acercamiento en busca de conseguir un “mejor acuerdo”.
Analistas sostienen que Cuba ha jugado bien sus cartas al no responder hasta ahora a esta provocación y demostrar su voluntad para trabajar bajo la administración del nuevo presidente.
Castro “quiere que las reformas continúen, que él quiere que avancen”, dijo Leahy en la conferencia celebrada en la sede de la embajada de Estados Unidos en La Habana un día después de reunirse con el mandatario cubano.
“El número de personas que nos habló de su administración nos hizo ver claramente que ellos quieren que continuemos”, agregó. La delegación de senadores se reunió con los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio y Agricultura de Cuba, así como con Raúl Castro.
El grupo incluyó al senador republicano Thad Cochran de Misisipi, quien el lunes supervisó la firma de acuerdos entre las autoridades portuarias de Cuba y Misisipi.
“Cada vez más esta cuestión de la normalización de las relaciones con Cuba es bipartidista”, dijo el representante demócrata James McGovern.
El apoyo a la distensión también está creciendo entre las comunidades empresariales y académicas, dijo McGovern, quien viajaba con un grupo de expertos en biotecnología de Estados Unidos interesados en explorar el sector en Cuba.
Entre incidentes, “continuará”
La Casa Blanca dijo a principios de este mes que el Gobierno de Trump estaba en medio de una “revisión completa de todas las políticas de Estados Unidos hacia Cuba”.
La visita de los congresistas coincidió con un incidente diplomático derivado de la decisión de las autoridades cubanas de impedir al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), a una ex ministra de Chile y a un ex presidente de México viajar a Cuba para asistir a una ceremonia de premiación el miércoles organizada por disidentes.
Cuba se opone a todo lo que organicen los disidentes y sostiene que son mercenarios financiados por intereses extranjeros. También considera a la OEA como un instrumento de los intereses imperialistas de Estados Unidos en la región.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, escribió en una carta que las autoridades cubanas le dijeron estar “asombradas” por sus planes de participar en “actos anticubanos” y actividades que “eran una provocación inaceptable”.
Un funcionario de la embajada de Estados Unidos asistió a la ceremonia, organizada por la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, un grupo opuesto al gobierno comunista. El asiento de Almagro quedó vacío en protesta simbólica.
Leahy desestimó cuestionamientos al progreso en los lazos entre Estados Unidos y Cuba. “Puede que no sea el camino más suave, pero continuará”, dijo Leahy. “No estaría aquí hoy en un viaje más si no pensara que es inevitable el progreso”.