Cuando hablamos de recuperar espacios de la ciudad para el uso de sus habitantes y visitantes, hablamos de políticas transformadoras de la ciudad como conjunto. El político y geógrafo urbanista español Jordi Borja señala que el espacio público es el punto donde la sociedad se hace visible. Inclusive desde el punto de vista de la política social, entendemos que el espació público se convierte en eso que tienen, los que nada tienen. A su vez, espacios públicos amables y abiertos, además de brindar calidad de vida, son lugares donde se crea y potencia el capital social.
No es solamente un espacio “especializado”, al que se va como cuando se va a un museo. En los espacios públicos que queremos para Caracas se rompen las barreras económicas, los prejuicios sociales y se convierten en nichos donde se promueve la cultura, los niños se divierten, se promueve el turismo y se forja sentido de pertenencia con el entorno, con nuestro país.
En Caracas, específicamente en el municipio Sucre, existe el sistema de espacios públicos, que no es más que un conjunto de intervenciones que buscan aumentar la cohesión social mediante la recuperación de espacios públicos importantes para las comunidades, especialmente para las más vulnerables. Uno de los principales objetivos de este proyecto es generar ejes que permitan que los ciudadanos se encuentren en entornos amables.
Las intervenciones urbanas de este proyecto tienen un valor simbólico para los ciudadanos porque les dan una sensación de cambio en su entorno, debido a que se realizan en basureros o espacios en desuso que son asociados con la desidia. Usualmente, dichas intervenciones se realizan en lugares donde el déficit de espacios públicos por habitantes es mayor que en otras comunidades, el uso de vehículo privado es bajo y con altos índices de violencia.
Visto desde la “teoría de las ventanas rotas” (que sostiene que mantener los entornos urbanos en buenas condiciones puede provocar una disminución del vandalismo y la reducción de las tasas de criminalidad), es importante que en toda Caracas se replique la política de cambiar basureros por parques y sustituir espacios aprovechados por la delincuencia por canchas para los jóvenes. Cuando la comunidad tiene sentido de pertenencia sobre su entorno, se reducen los índices delictivos en la zona, lo cual es estratégico para que cualquier ciudad ofrezca calidad de vida a sus ciudadanos.
Lo que hace que cualquier ciudad sea más competitiva, incluso en el caso de Caracas, es que sus ciudadanos tengan más oportunidades y mayor acceso a estas. Las intervenciones en espacios públicos mejoran las condiciones de cualquier zona, tanto para el desarrollo de emprendimientos económicos como del tipo social. Les da a todos, sin importar su clase social u origen, un lugar para convivir sin exclusiones y visualizar la mejor versión de la ciudad y, en muchos casos, de ellos mismos.
La diáspora venezolana nos ha enseñado que uno de los aspectos que más valoran los venezolanos en el extranjero es el poder caminar en las calles y sentarse en una plaza sintiéndose seguros y evidenciando que no hay barreras para la convivencia, eso lo queremos tener en nuestro país. En nuestro proyecto transformador para Caracas queremos enamorar al caraqueño con su ciudad explotando todo lo que nuestras calles, plazas, boulevares, jardines, fuentes, canchas, bibliotecas, miradores, monumentos y parques nos pueden dar.
Cristofer Correia