Jesús Marcano, padre de uno de los 13 tripulantes del helicóptero militar extraviado, asevera que la FANB sabe en qué parte de Amazonas están. Afirma que no actúan porque implicaría aceptar la presencia de la guerrilla en territorio venezolano
Por Nakary Molina @nakarymolina_
“Hace como 15 días ya no recibo noticias, mi hijo supuestamente estaba de baja, yo no entiendo por qué lo mandaron a esa base. Yo lo que quiero es que me ayuden a encontrarlo, nosotros somos humildes”. Es el lamento desesperado, entre lágrimas, de Romero Enrique Juvenal, padre de Jeison Enrique Romero, uno de los jóvenes militares que iba a bordo del helicóptero MI17V5, siglas EV0796, que desapareció en el estado venezolano de Amazonas el 30 de diciembre del 2016.
Los primeros días de febrero pasado, Juvenal se trasladó desde Amazonas hasta Caracas con la esperanza de encontrar en los diputados de la Asamblea Nacional (AN) un foco de luz en la tarea que desde hace meses no lo deja conciliar el sueño: la búsqueda de su hijo, quien se cuenta entre los 13 pasajeros de la nave cuyo paradero es todo un misterio.
“Mi hijo se llama Jeison Enrique Romero y está desaparecido desde el 30 de diciembre. No tengo noticias, no sé nada de él, me dicen que está vivo, pero no me dan pruebas de nada. La baja le llegó el 26 de diciembre y el 30 lo mandaron a la base del Cerro Delgado Chalbaud, que es usada para castigar. Nosotros vivimos en una casa que nos dio el Gobierno, pero por eso no vamos a dejar de reclamar esto”, declara el padre afectado minutos después de entrar al Palacio Legislativo; muestra un llavero que tiene una pequeña foto borrosa de su hijo portando uniforme.
Visiblemente preocupado, Juvenal, así como otro grupo de familiares, esperan respuestas y acciones por parte de los parlamentarios. Son los verdaderos afectados de que no se materialice la búsqueda de un helicóptero militar cuya localización ha levantado distintas hipótesis en la palestra pública. Una de ellas es la posibilidad de que se encuentre en manos de grupos irregularidades.
Las coordenadas iniciales
El 30 de diciembre de 2016 un helicóptero MI17V5, de siglas EV0796, del Ejército venezolano, salió de Puerto Ayacucho, estado Amazonas, con destino a La Esmeralda. Llevaba 13 personas a bordo: Guillermo Marcano Nieves, Jeison Romero, Alejandro Mariño, Rodolfo Gómez, Luis Sierra Vera, Griseldo Fernández Rumbo, Otto Joaquín Alvarado, Yiber José Mujica, Jonathan Inojosa, Raiza Martínez, Humberto Martínez, Stefano Cayupare Martínez y una pequeña de 4 años de edad. Desde ese día, todas estas personas están desaparecidas, pues la aeronave jamás llegó a su destino.
Para los familiares, la misión que iba a cumplir esa aeronave no está clara, pero quieren de vuelta a sus hijos y hermanos, a pesar de que para la mayoría no hay esperanza de encontrarlos con vida.
Supuesta aparición
El gobernador del estado Amazonas, Liborio Guarulla, aseguró a través de su cuenta en Twitter, el 5 de enero pasado, que el helicóptero desaparecido desde el 30 de diciembre en la entidad había sido encontrado por indígenas que estaban involucrados en la búsqueda.
“En este caso hay negligencia de por medio porque no han dejado que se desplieguen correctamente los bomberos aeronáuticos para que realicen la búsqueda. Se manejan varias hipótesis porque no hay información oficial. Incluso, hay una teoría de que el helicóptero fue secuestrado por las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia]”, dijo el Gobernador.
A pesar de la aseveración de Guarulla, hasta la fecha no se han registrado señales de los desaparecidos. Si efectivamente dieron con la localización de la aeronave, ¿por qué no fueron rescatados los tripulantes? ¿Dónde están? El gobernador Guarulla no desmintió esa información ¿Tiene razones para no revelar más datos sobre el caso?
Sin embargo, Jesús Marcano, padre del Primer Teniente Guillermo Marcano Nieves, que además es capitán retirado del Ejército Nacional Bolivariano, aseveró que él y un grupo de familiares que organizaron un grupo de búsqueda dieron con la localización de la nave. (FOTOS 2 y 3)
Teoría de grupos irregulares
“Cuando vi el hermetismo y nerviosismo con el que estaban tratando el tema, me di cuenta de que aquí estaba pasando algo más, entonces comencé mi búsqueda independiente y junto a otros familiares llegamos a la presunción de que a ellos los tienen uno de esos grupos irregulares que hacen vida en el Amazonas, grupos guerrilleros”, asegura el señor Jesús Marcano, con la seguridad y experiencia de 30 años dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
El capitán retirado mantiene la teoría de que por ser una zona que es un aliviadero para la guerrilla, la aparición de un helicóptero militar como ese se convierte en un objetivo militar. “Retener la nave es una oportunidad de oro para esos grupos, aunque no mantengan una confrontación actual con el Gobierno”, explica.
Una de las consecuencias previsibles de las conversaciones entre el gobierno colombiano y las FARC fue el desplazamiento masivo de grupos guerrilleros irregulares a la zona fronteriza venezolana. Al no tener líderes, estos grupos actúan en los estados fronterizos alistando a niños y adolescentes y controlando acciones ilegales, como lo es el contrabando y el narcotráfico. Así lo denunció Javier Tarazona, presidente del Colegio de Educadores del estado Táchira, en el año 2016.
Además, el pasado 13 de febrero aproximadamente 60 hombres armados asaltaron el puesto de control fronterizo “El Suspiro” del estado Amazonas. Para el gobernador Liborio Guarulla, el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN) pudiera ser el autor de la incursión armada ocurrida.
La FANB sabe y no hace nada
El padre del Primer Teniente Guillermo Marcano Nieves asevera que cuenta con el apoyo de cierto sector de la Fuerza Armada, pero de forma discreta. “Nosotros armamos un grupo de inteligencia sin la presencia de militares. Lo conformamos con los indígenas y mineros de la zona. Este grupo salió para allá hace dos semanas y regresó con la información sobre dónde está la gente”, cuenta.
“El helicóptero ya lo divisamos y sabemos dónde está, pero no se puede mover de ahí porque sería una alerta para quienes tienen a nuestros muchachos y podrían matarlos o pasarlos a Colombia. Nosotros le informamos todo esto a la Fuerza Armada, pero ellos, como institución, no van a asumir nunca el hecho de que se trata de un secuestro por parte de grupos guerrilleros, porque significaría afirmar que la FANB no tiene el control de la zona”, aclaró.
Además, explicó que desde los primeros contactos que hicieron con el grupo independiente de búsqueda, los mineros e indígenas de la zona les confirmaron que sí los tienen retenidos, pero que no les dicen quién, sólo les informan que la nave está en un lugar, los civiles en otra y los militares en otra distinta.
Asimismo, Jesús Marcano dio a conocer que hace unos días el grupo volvió a salir a la zona en la que se extravió la nave, en búsqueda de nuevos datos. “Ellos regresaban si no hacían contacto y se quedaban si lo lograban y tenían la posibilidad de negociar para que suelten a los tripulantes”, dijo.
Hermetismo y actividad sospechosa
Durante esta investigación se trató de acceder a diversas fuentes del ámbito militar, tanto efectivos activos como especialistas en la materia. Las respuestas fueron repetitivas y negativas. Nadie quiere declarar sobre el tema, hay miedo.
Por su parte, Milagros Sanoja, madre de Alejandro de Jesús de Mariño, lejos de sentir temor, abriga indignación. En declaraciones para el diario 2001, denunció que a su hijo le movieron las cuentas bancarias en repetidas ocasiones desde su desaparición; puntualizó que han sido cuatro los movimientos bancarios y se realizaron los días 3, 5, 18 y 23 de enero.
El tema monetario no es la peor noticia para la señora Milagros. Es la madre de un joven de 19 años de edad que tenía ochos meses dentro de la Guardia Nacional Bolivariana al momento de abordar la nave extraviada.
“Mi hijo cumple 20 años el 22 de marzo y cuando llegue ese día, él no va a estar”, expresa mientras apenas contiene las lágrimas. Los relatos oficiales no la calman, sabe que poco más puede hacer por su hijo, salvo denunciar y esperar, como lo ha hecho hasta ahora.
Lo oficial
Los familiares de quienes iban a bordo de la aeronave aseguran que la noticia de la desaparición se dio a conocer porque los parientes de los cuatro civiles que iban a bordo llamaron a La Esmeralda en el momento en que no recibieron comunicación de parte de la familia que iba en el helicóptero.
Por su parte, la comunicación oficial fue anunciada por el Ministerio de Defensa dos días después de que el vuelo con rumbo al aeropuerto de La Esmeralda no llegara a su destino.
En un contacto vía telefónica, el 3 de enero, con Venezolana de Televisión, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, explicó que el plan de vuelo de la aeronave era de Puerto Ayacucho hasta la base de La Esmeralda, en el estado Amazonas. Asimismo, dijo que despegó a las 7:45 de la mañana y se esperaba su llegada a las 9:36 de la mañana, pero aproximadamente a las 8:10 de la mañana se perdió el contacto.
Además, a través de un comunicado oficial se dio a conocer que la nave cumplía una misión de relevo de personal militar en la estación de desarrollo endógeno “Coyoguaiteri” y la base de seguridad territorial Cerro delgado Chalboud. Su última localización fue en las coordenadas 04 59 46n – 06 73 00w, azimut 170, a 37 millas náuticas, al sur de Puerto Ayacucho.
“No ha sido posible la ubicación de la aeronave. Esta mañana un grupo de búsqueda y salvamento despegó para buscarla, pero tuvieron que volver a aterrizar por las condiciones climatológicas. Por vía aérea se nos ha hecho difícil acceder al área donde presumimos pudo haber un aterrizaje forzoso. Seguimos en la búsqueda de la aeronave por vía terrestre y fluvial, para que a corto plazo podamos tener noticias de la tripulación, que esperamos que estén a salvo”, detalló el ministro.
Sin embargo, no ha existido ninguna declaración o avance sobre la búsqueda. ¿Las condiciones climatológicas imposibilitaron la búsqueda durante los meses de enero y febrero?
Antecedentes
En el mismo mes de diciembre del 2016 otro helicóptero sufrió un accidente en territorio colombiano. Se trató de una aeronave de la Guardia Nacional que se derrumbó a tierra debido a lo que se presume fue un problema con las condiciones atmosféricas que predominaban en el norte del estado Zulia.
“Helicóptero GNB [Guardia Nacional Bolivariana] con oficiales que se encontraban haciendo reconocimiento a nuestros puestos fronterizos tuvo accidente sin heridos graves. Condiciones atmosféricas adversas provocaron este lamentable accidente”, informó en ese momento la canciller Delcy Rodríguez en su cuenta de Twitter.
Investigación del caso
Los diputados de la Asamblea Nacional (AN) por Vente Venezuela, Omar González y Franco Casella, participaron en la sesión de la Comisión de Seguridad y Defensa en la que se manifestó que el helicóptero militar desaparecido podría estar apresado por grupos guerrilleros. De ser cierta esta teoría, para los parlamentarios significaría la entrega de la soberanía nacional.
El parlamentario Franco Casella realizó una solicitud para que iniciara la investigación con respecto a la desaparición de la aeronave. Por su parte, el diputado de la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Edgar Zambrano dio a conocer que familiares de la tripulación del helicóptero militar asistieron a la sede del Ministerio Público para demandar una investigación sobre el caso.
Después de acudir a la Asamblea Nacional, al Ministerio Público y ser atendidos por varios medios de información, los familiares -que relataron la historia inconclusa de lo que debió ser un viaje común y terminó siendo un escándalo innombrable en los pasillos militares- regresaron a sus hogares. Volvieron a Amazonas sin encontrar a sus hijos, sin respuesta inmediata, sin la seguridad de que van a aparecer. Volvieron con la misma angustia y desesperación con la que vinieron a la capital.
“Yo no me quiero regresar porque yo sé que si me voy, nadie va a buscar a mi muchacho”, comenta negado a esta realidad, sin respuesta, el señor Romero Enrique Juvenal.
“Yo soy capaz de ir a encadenarme a la morgue con un cartel, porque si yo no busco a mi hijo, nadie lo va a hacer”, dice impotente la señora Milagros Sanoja.
Por el momento, no había nada más que hacer, al menos no en manos de ellos, los familiares. (FOTO 4)
¿Cómo se pide respuesta a las autoridades que no declaran sobre el tema? ¿A quién acudir cuando a un hijo se lo traga la tierra? ¿En dos meses es imposible o inconveniente encontrar a la tripulación? ¿Amazonas sigue siendo territorio controlado por el Gobierno Bolivariano o ahora domina la guerrilla?