Vicente Brito, presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, asegura que las recientes medidas anunciadas por el Gobierno concentran mayor poder en las comunas.
Nota de Prensa
“Cuando analizamos las distintas medidas tomadas por el gobierno, las mismas lo que buscan es crear una mayor dependencia de los venezolanos del Gobierno, al darle prioridad a los programas comunales como alternativa a la caída de la producción nacional causadas por las políticas de controles, tomas de tierras y empresas privadas, así como el de la distribución y comercialización de los productos y mercancías subsidiados destinados al consumo popular”, indica Brito.
Aasegura que “se observa en los crecientes montos de dinero público destinados a los distintos programas para producir, los cuales son manejados en su totalidad por el Gobierno a través de los consejos comunales y unidades de producción socialistas. Los resultados observados en los últimos meses nos indican que no se han logrado aumentos significativos en toneladas producidas por estos distintos planes de producción tanto en la agricultura y cría urbana como en el campo”.
“No se observa por parte de los responsables gubernamentales de dirigir la producción nacional, interés alguno en incorporar a los distintos gremios de producción privados los cuales han venido demostrando mejor eficiencia y productividad en los distintos cultivos y actividad de cría de ganado, cerdos y pollos, en las que han participado. Lo contrario, se les limita la cantidad de insumos que puedan disponer para sus siembras, reduciendo con ello el número de hectáreas para producir. Así lo denuncian de manera continua los voceros de los gremios empresariales en sus múltiples exigencias para adquirir maquinarias, equipos agrícolas, repuestos, fertilizantes, agroquímicos, semillas, buena parte de los cuales se necesitan importar. Lamentablemente los insumos disponibles van en su mayoría a estos programas públicos de producción comunal, dejando con limitaciones a los gremios privados”, insiste.
Reitera que “preocupa los elevados y crecientes montos en dólares destinados a importar buena parte de los alimentos que se pueden producir en el país sobretodo procesados, resultando más barato importar la materia prima y darle trabajo a nuestras agroindustrias, las cuales tienen capacidad de producción ociosas. En épocas pasadas aquí se producían la casi totalidad de los alimentos que consumíamos y se exportaba buena parte de ellos. Esto sucedió hasta que empezaron los procedimientos de expropiación. Están a la vista las tierras y empresas quitadas a privados, que era donde se producían la mayor parte de estos alimentos y su estado actual de abandono y deterioro de su infraestructura”.
“Lo que si vemos son cantidades de recursos otorgados a estas empresas de producción publica socialistas. Preocupa se insista en sostener estos programas excluyendo a los gremios empresariales privados dedicados a la actividad agrícola y pecuaria, lo cual limita la recuperación de la producción nacional de manera significativa”, señala.
“El criterio gubernamental es de sostener a toda costa su estrategia de darle al poder comunal un mayor protagonismo para lograr más dependencia de los venezolanos de las organizaciones comunales, sobre todo para adquirir sus alimentos a precios subsidiados. Así como toda la gama de promesas y ofertas que ofrecen los voceros gubernamentales a los ciudadanos, que van desde las bolsas CLAP, tarjetas de asistencia familiar, viviendas, becas, pensiones, electrodomésticos, materiales de construcción, etc. Esto va a generar una dependencia casi total de las familias de la asistencia pública, creando mayor control político electoral de los ciudadanos, lo cual es contrario a lo establecido en la Constitución y nuestro sistema democrático”, concluye.