Hace apenas una década, Sidor, la mayor siderúrgica de Venezuela y de la región andina, produjo 4,3 millones de toneladas de acero líquido, su mayor volumen desde que fue inaugurada en 1963, reseña Reuters.
Por María Ramírez/Reuters
Sin embargo, tras su nacionalización decretada por el fallecido presidente Hugo Chávez en el 2008, la producción de la planta retrocedió año a año, golpeada por tímidas inversiones, obsolescencia de sus equipos y constantes conflictos laborales.
Con una producción menor a la décima parte de su capacidad instalada de 5 millones de toneladas de acero líquido al año, la directiva inició el año pasado un plan para que decenas de sus trabajadores siembren girasoles y otros cultivos, con el objetivo de colaborar en los planes del Gobierno para aumentar la provisión de alimentos.
Mientras, el Ejecutivo socialista intenta reactivar la planta, que tiene unos 15.000 empleados y está ubicada al sur del país.
“Los trabajadores estamos sentados, viéndonos la cara. Nunca había visto esto así. Hay una gran preocupación”, confesó Carlos Ramírez, un trabajador con 31 años de servicio en Sidor.
A mediados del año pasado, el presidente de Sidor, el militar Justo Noguera, planteó la siembra de 40 hectáreas de girasoles, sorgo y hortalizas en la fachada principal de la acería como parte de un plan de abastecimiento de alimentos.
Pero cuatro meses después de la siembra, el estado de los cultivos es desigual: al lado de relucientes girasoles, el sorgo y las hortalizas lucen raquíticos.
“La única siembra que tenemos ahora es la de 100 trabajadores buscando empleo en el portón de Sidor”, dijo Leonel Grisett, empleado de la firma.
“Sin rumbo”
El objetivo de la siembra confunde, incluso, a quienes simpatizan con el Gobierno: “No ha salido la primera cosecha, yo creo que eso se sembró para embellecimiento”, dijo José Meléndez, sindicalista de Sidor y adepto al oficialismo.
Trabajadores dijeron a Reuters que la directiva perdió el rumbo, no sólo por la falta de políticas eficientes para elevar la producción, sino por abocarse a actividades que no forman parte de la misión medular de la empresa.
El presidente de Sidor no respondió a una solicitud de información por parte de Reuters.
Además de la siembra, la empresa construyó un centro de equinoterapia para brindar atención a niños con condiciones especiales.
Sidor no ha dado cifras oficiales de producción hace un año, pero, según trabajadores, en enero se produjeron 11.300 toneladas de acero líquido, apenas 3 por ciento de su capacidad.
A ese ritmo, Sidor se acerca a producir 135.000 toneladas al cierre del 2017, lo que significaría su peor cifra desde que fue inaugurada.
“Esta gerencia ha demostrado ser incapaz en todo lo que se ha propuesto. No queremos más su populismo, queremos producir y ocupar el sitial que antes teníamos en América Latina”, se quejó Cruz Hernández, trabajador de la acería.