Las papas pueden crecer en Marte. Esa es la conclusión inicial de los científicos del Centro Internacional de la Papa (CIP), según los primeros indicadores de un experimento realizado en Perú en cooperación con la agencia espacial de Estados Unidos NASA.
“Los resultados preliminares (del experimento) son positivos”, señaló el CIP respecto a la prueba realizada a partir del 14 de febrero en sus instalaciones en Lima para sembrar papas en condiciones atmosféricas marcianas simuladas.
“El crecimiento del cultivo bajo condiciones como las de Marte es una importante fase de este experimento”, expresó Julio Valdivia Silva, astrobiólogo peruano vinculado a la NASA en el ambicioso proyecto.
La prueba consistió en sembrar un tubérculo en un ambiente confinado especialmente construido, denominado ‘CubeSat’, que forma parte del proyecto ‘Papas en Marte’ del CIP.
Los científicos del CIP concluyeron “que las futuras misiones a Marte que deseen sembrar papas tendrán que preparar el suelo con una estructura suelta y nutrientes para permitir que los tubérculos obtengan suficiente aire y agua”.
“Si los cultivos pueden tolerar las condiciones extremas a las que los estamos exponiendo en nuestro CubeSat, tienen una buena oportunidad de desarrollarse en Marte”, acotó Valdivia, citado en un reporte del CIP.
En la estación donde se lleva a cabo el experimento se colocó tierra similar a la de Marte, seca y salada, que los científicos recogieron del desierto de las Pampas de la Joya, en el sur del Perú, a la que se le agregó suelo fertilizado.
“Hemos estado observando los suelos muy secos que se encuentran en el desierto del sur peruano. Estos son los suelos más parecidos a Marte que hemos encontrado en la Tierra”, señaló el investigador de la NASA Chris McKay.
El ‘CubeSat’, según el CIP, alberga un contenedor con suelo y con el tubérculo. Dentro de este ambiente herméticamente sellado el CubeSat suministra agua rica en nutrientes, controla la temperatura según las del día y noche en Marte, e imita los niveles de presión de aire, oxígeno y dióxido de carbono de ese planeta.
Los sensores supervisan constantemente estas condiciones y cámaras de transmisión en vivo graban el suelo en anticipación al brote de la papa.
El CIP seleccionó para el experimento unas cien variedades de papa peruana.
En los próximos años, la NASA planea construir en la Pampa de la Joya, a 70 kilómetros de la ciudad sureña de Arequipa, un centro de investigación marciana, como ya existe en Estados Unidos, la Antártida y Rusia. Su paisaje es visualmente parecido al planeta rojo, por sus dunas y formación rocosa.
La idea es que la base sea una réplica perfecta del territorio y atmósfera marciana, con los mismos elementos, radiación y suelo.
El CIP es uno de los mayores laboratorios del mundo especializado en tubérculos. Posee un banco genético con más de 4.000 variedades de papa. La papa se siembra y crece en Perú, incluso a altitudes mayores de 4.000 metros.
AFP