Karín Salanova llama a las madres a convertirse en contraloras de la alimentación de los niños

Karín Salanova llama a las madres a convertirse en contraloras de la alimentación de los niños

Karin

 

La diputada a la Asamblea Nacional por el estado Aragua y miembro de la comisión permanente de Familia Karín Salanova, pidió este martes a las madres venezolanas convertirse en contraloras de la alimentación de sus hijos, como parte del programa Madres contra el Hambre que esta instancia parlamentaria creó, a fin de recabar información fidedigna que será consignada ante las instancias internacionales, para revertir la falsa campaña gubernamental según la cual en Venezuela todos tienen acceso a la alimentación.





Nota de Prensa

La asambleísta informó que la idea es que cada mujer pueda responder un formato donde se formulan preguntas sencillas sobre si funcionan los programas de alimentación gubernamental en la zona dónde vive –Programa de Alimentación Escolar (PAE) y los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) –; con qué frecuencia llegan; qué tipo de alimentación se les brinda; cuántas comidas al día hacen sus hijos y si éstas son balanceadas.

“Es importante manejar toda esta data, porque en Venezuela se está formando una generación de niños desnutridos o malnutridos, cuyos efectos físicos, motores e intelectuales son irreversibles en el tiempo. Estamos en presencia de niños que están muriendo como consecuencia de una desnutrición severa, porque sus padres no tienen cómo suministrar los alimentos necesarios para su sano crecimiento; de niños raquíticos y expuestos a cualquier tipo de enfermedad por tener un sistema inmune totalmente deprimido”, manifestó Salanova.

Recordó que los niños entre 2 y 3 años de edad deben tener una ingesta diario de 1.000 a 1.400 calorías proporcionadas por carbohidratos, proteínas y grasas; los niños de 4 a 8 años deben tener una ingesta diaria de entre 1.200 y 2.000 calorías (que dependerá del género); y los niños de 9 a 13 años deben consumir entre 1.600 y 2.600 calorías diarias (también dependiendo del género), según las propias recomendaciones del Instituto Nacional de Nutrición (INN).

“En Venezuela no se están cumpliendo estas recomendaciones. Vemos a madres que dan a sus hijos agua de crema de arroz que no tiene nutriente alguno; madres que apenas pueden dar un trozo de yuca o de plátano, que no proporciona la alimentación requerida para el sano desarrollo de un infante. Y peor aún, encontramos familias enteras escarbando en la basura para engañar al estómago ¿Cómo no se van a enfermar niños, mujeres, hombres y ancianos por igual si están comiendo desechos, comida corrompida y lixiviados?”, se preguntó.

El programa de Madres contra el Hambre, intenta generar una base de datos que será presentada ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Fondo de Naciones Unidos para la Infancia (Unicef), a fin de que abran los ojos y se pronuncien sobre la crisis humanitaria que está viviendo Venezuela.

“A finales de febrero fuimos a la FAO a denunciar la grave situación de desnutrición que presentan los niños y jóvenes, a causa de la crisis alimentaria generada por un gobierno que se niega a invertir en la producción nacional y que ha hecho de las importaciones de alimentos un mega negocio para un grupo muy pequeño”, señaló Salanova.

Venezuela lidera la lista de los países con más alta inflación del mundo (cercana a 800% según cifras preliminares manejadas por el Banco Central de Venezuela a comienzos de este año y ofrecidas por agencias internacionales); pero además es la nación más miserable del planeta, incluso por debajo de Haití.

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB), presentada el pasado mes, dio cuenta de que el 82% de los hogares venezolanos vive en pobreza; 52% de los hogares venezolanos vive en pobreza extrema; más de tres millones de venezolanos están comiendo de la basura; más de 9 millones y medio de venezolanos comen dos o menos veces al día; 3,9% de la población presenta desnutrición; 72,7% de la población perdió entre 8 y 9 kilos promedio de peso; 49% de los venezolanos confiesa tener mala calidad en la alimentación; 25% de la población califica deficiente su alimentación por ausencia de proteínas; 9 de cada 10 venezolanos confiesa que no le alcanza el dinero para comprar alimentos; 63% de los niños lactantes presentan anemia; la pobreza coyuntural pasó de 31% a 35%, es decir, que 350.000 venezolanos cayeron en pobreza en un solo año; la cobertura de la Misión Barrio Adentro descendió de 2,6 millones a 1,8 millones de venezolanos; 4,2 millones de hogares no pobres no son beneficiarias de las misiones sociales; Solo 20% de la población, que se traduce en casi 5 millones de personas, tiene una posición en el mercado laboral que les permite defender sus ingresos de la inflación; y sólo 18% de los hogares no son pobres.
“Nuestros niños, adolescentes y madres jóvenes presentan graves síntomas de desnutrición, al punto que algunos están en riesgo de perder la vida. En el informe que consignamos a la FAO exhortamos saber bajo qué parámetros otorgaron ese reconocimiento a Venezuela por contribuir a la erradicación del hambre en el mundo”, sentenció.

Para la integrante de la comisión de Familia del parlamento nacional, es grave que desde hace algunos años, el PAE no esté funcionando porque dejó de recibir los recursos necesarios para cumplir su propósito. “Antes, muchos niños acudían a clases para recibir allí la alimentación que no conseguían en sus casas y ahora no la reciben ni en casa ni en los planteles. Los niños se desmayan en las aulas de clases porque no se alimentan, cómo pueden formarse con el estómago vacío. Hay hambre en las aulas de clase y lo más doloroso es que esos niños malnutridos están desertando del sistema escolar”.

Salanova no duda en señalar que la crisis alimentaria se agudiza a diario en el país. “52% de los niños venezolanos presentan desnutrición y el Gobierno no está llevando a cabo programa alguno dirigido a una de las poblaciones más vulnerables. La pobreza y la desnutrición están acabando con nuestro futuro y si no actuamos ahora seremos cómplices de este genocidio que está cometiendo el gobierno de Nicolás Maduro”, concluyó.