“No somos camellos, queremos agua” fue una de las consignas que gritaban los habitantes del sector El Tamarindo en la parroquia José Gregorio Bastidas de Palavecino, cuando tomaron la bifurcación de la zona rural, trancando en los tres puntos con ramas y basura, además quemar cauchos en una de las vertientes, reseñó El Impulso.
Por Luisa Pérez Torres
Los habitantes de Papelón, Quebradita, El Mayal, Chorobobo, La Montaña, El Taque, Tamarindo y El Placer, están afectados desde hace seis meses por la falta del vital líquido.
Vecinos aseguraron que han llevado comunicados a la hidrológica del estado Lara solicitando la solución de esta problemática, y comentan que el foco se encuentra en una bomba sumergible ubicada en el caserío El Placer que está dañada y la empresa está pasando por el proceso de licitación para escoger qué organización reparará el daño.
Carmen Escalona, residente de El Tamarindo, dijo que en reiteradas oportunidades se han dirigido hasta Hidrolara, “se supone que debíamos esperar dos días para saber quién gana el concurso, pero ya llevamos 22” reveló, además aseguró que esta es la primera vez que deciden tomar la calle, pero seguirán allí mientras no les solucionen.
Para poder saciar las necesidades básicas de agua se han visto obligados a comprar camiones cisternas para llenar sus tanques y les cobran entre 3.000 a 3.600 bolívares dependiendo de la capacidad de cada uno. “Además de pagar esos camiones, tenemos que seguirle pagando a Hidrolara aunque no recibimos el servicio” dijo Escalona.
Más de 1.600 familias son las afectadas, además de dos escuelas que se sirven de los mismos pozos por lo que han tenido que disminuir las horas de clases pues no les pueden garantizar a los 575 niños que están inscritos, los alimentos correspondientes. “Lo más triste es que hay comida en las escuelas pero no se les puede dar porque no tenemos agua” aseguró Roxana Escalona, maestra de una de las instituciones.
“Estamos resolviendo gracias a la ayuda de la UPSA Kabudarí, a Barrio Nuevo, Barrio Tricolor y un vecino que tiene un pozo pero ya no nos damos abasto” resaltó la docente.
Vecinos afirmaron que hay una tubería que solo surte una urbanización privada que tiene la capacidad necesaria para servir a estas comunidades “aunque sea dos días a la semana”. “Existen soluciones, lo que falta es disposición e interés por parte de las autoridades” aseveró Escalona, agregando además que dentro del sector hay otra bomba, ubicada entre El Mayal y El Placer, que fue retirada hace cuatro meses para arreglarla y aún no la han colocado de nuevo.
Destacaron que la hidrológica les asegura que no han resuelto el problema porque hay muchos vecinos morosos, “si la gente no paga, deben resolverlo ellos mismos, que hagan un operativo y dejen sin agua a esos y no pagar todos las consecuencias” recalcó.
Calles a oscuras aumentan inseguridad
Esta zona rural no solo se ve limitada por la falta de agua, desde hace dos años se encuentran sin iluminación en la gran parte de la vía principal porque los bombillos están quemados, por lo que han solicitado al consejo comunal que pida a Corpoelec la reparación de los mismos pero no reciben respuestas ni soluciones.
Por lo tanto, a raíz de esta situación la delincuencia se ha acrecentado, no solo con el hurto sino también el secuestro de los taxis en horas de la mañana y hasta el robo de los cables de CANTV que lleva el servicio telefónico y de internet.
La empresa ha recibido las denuncias pero aseguran que no repondrá el material como “castigo porque no lo cuidan” o porque no cuentan con los cables. “No es responsabilidad nuestra cuidar eso” aseguró José Gudiño, vecino de la zona.
Asimismo, comentaron que la empresa Bronco instaló cámaras de seguridad en los postes para saber quiénes son los encargados de llevarse esos suministros, sin embargo no han querido mostrarle a la comunidad los videos de estos momentos, pues para ello les exigen que deben ir con algún funcionario policial.
“¿A quién están encubriendo?” es la pregunta que se hacen los habitantes de estos caseríos. Además solicitaron a los cuerpos de seguridad del municipio, estado o país que monten un punto de control en esta zona para garantizar una mayor seguridad a los habitantes.
“Hacemos un llamado al gobernador Henri Falcón y a los directivos de Hidrolara, que se aboquen a trabajar por las comunidades, que salgan de esas oficinas donde están claustrados, porque no están trabajando con el pueblo, si no van a hacer su trabajo que se retiren” exaltó la maestra.
Los vecinos también denunciaron que el alcalde José Barreras no trabaja para solucionar los problemas y solo se encarga de hacer proselitismo político.