Juan José Moreno A: Los retos de la validación

Juan José Moreno A: Los retos de la validación

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Muy conscientes de las adversas condiciones a las que nos somete el régimen chavomadurista para relegitimar nuestra participación en futuras elecciones, los verdaderos demócratas estamos atendiendo la convocatoria del Consejo Nacional Electoral con la lógica desconfianza que nos merece acatar las imposiciones de quienes han perdido la credibilidad y respeto de la inmensa mayoría de los venezolanos.

A estas alturas, organizaciones que forman parte de la Mesa de la Unidad Democrática han cumplido con los requisitos impuestos, señalando estas y otras observaciones que coinciden en la apreciación general de que, lejos de promover la participación de los partidos en procesos electoral como es su obligación constitucional, lo que busca el CNE es precisamente lo contrario: sencillamente entorpecerlo. Este sábado y domingo corresponde a Primero Justicia hacer lo propio, y en tal sentido está requiriendo la materialización de ese respaldo moral con el que siempre ha contado y que ha acompañado a este partido a lo largo de sus diecisiete años de duras luchas, contra un sistema que hoy adopta todas las características de un régimen dictatorial apoyado en una maquinaria que se ingenia para producir las mayores trampas y humillaciones contra un país noble y asombrosamente tolerante a pesar de que lo repudia.





Podemos asegurar que la concurrencia a este proceso de militantes, amigos y simpatizantes, está más que garantizada, como también la perspectiva de que Primero Justicia superará con amplio margen el porcentaje de 0,5 por ciento del electorado en por lo menos los 12 Estados exigidos, para demostrar lo que ya ha evidenciado en los distintos procesos electorales en los que le ha correspondido participar: que hoy día constituye el mayor y mejor organizado partido de la oposición democrática venezolana. Y eso no tiene discusión, con el respeto y consideración que nos merece el resto de las organizaciones con fines políticos que actúan en todo el territorio nacional.

De manera que, aun con la natural desconfianza que nos inspira el gobierno de Maduro y su CNE, e incluso la sospechosa postura de los partidos de gobierno que solicitan la invalidación del proceso, consideramos necesario que los partidos de la unidad democrática se muestren ante la opinión pública nacional e internacional como organizaciones que no rehúyen las imposiciones del organismo electoral, a pesar de su carácter y condiciones generalmente arbitrarias y, como lo ha señalado reiteradamente la dirigencia de Primero Justicia, el reto que se ha asumido es derrotar al Poder Electoral y al actual gobierno por la vía pacífica, constitucional y democrática.

De igual manera consideramos tan necesario como urgente, que los partidos de la unidad democrática se aboquen de una vez por todas a ese diálogo interno que reclama la población venezolana, para instrumentar los mecanismos de escogencia de quienes deberán ser postulados para reemplazar en sus cargos a los gobernadores y alcaldes que han contribuido, siguiendo la orientación presidencial, de colocar en la vergonzosa e indignante situación en la que actualmente se mantiene al país.

Debemos aspirar además, el acopio veraz de las necesidades que soporta el pueblo así como de las soluciones que plantean los distintos sectores que conforman la sociedad venezolana, para la elaboración conjunta de las plataformas de lucha que deberán ser propuestas en cada entidad regional del país, y colocar la bandera de las elecciones de gobernadores y alcaldes, así como de las que corresponderán para los consejos comunales y concejos municipales en los tiempos establecidos en la Constitución de la República.

Debemos también, por otra parte, tener presente que no podemos seguir dejando en manos del organismo electoral las decisiones sobre fijación de elecciones y otras relacionadas con la participación ciudadana en este tipo de proceso, pues solo será posible hacer respetar la Constitución y  leyes de la república mediante la presión popular de reclamo por las más diversas causas, esa que se manifiesta de manera constante, espontánea y multitudinaria a lo largo y ancho de todo el país. Y es necesario, en este sentido, que los partidos asuman responsablemente el papel que les corresponde, como orientadores en sus acciones para garantizar los resultados esperados en cada protesta y en toda movilización de pueblo en general.

@JJMoremoA