El Papa celebrará misa y participará en rezo del Rosario en el centenario de aparición de Virgen de Fátima

El Papa celebrará misa y participará en rezo del Rosario en el centenario de aparición de Virgen de Fátima

The statue of Our Lady of Fatima is carried at the Fatima shrine in central Portugal on May 12, 2016. Thousands of pilgrims converged on Fatima Sanctuary to celebrate the 99th anniversary of the Fatima's miracle when three shepherd children claimed to have seen the Virgin Mary in May 1917. / AFP PHOTO / FRANCISCO LEONG

 

El papa Francisco celebrará una misa en el Santuario portugués de Fátima y participara en el rezo nocturno del rosario, según el programa de su visita del 12 y 13 de mayo con ocasión del centenario de las apariciones de la Virgen, difundido hoy por el Vaticano.





Francisco llegará a primera hora de la tarde a la base aérea de Monte Real y allí mantendrá un encuentro privado con el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa.

A statue of Our Lady of Fatima is carried to the Lord's table during a ceremony at the Fatima shrine in central Portugal on May 13, 2016.  Thousands of pilgrims converged on Fatima Sanctuary to celebrate the 99th anniversary of the Fatima's miracle when three shepherd children claimed to have seen the Virgin Mary in May 1917. / AFP PHOTO / JOSE MANUEL RIBEIRO
A statue of Our Lady of Fatima is carried to the Lord’s table during a ceremony at the Fatima shrine in central Portugal on May 13, 2016.
Thousands of pilgrims converged on Fatima Sanctuary to celebrate the 99th anniversary of the Fatima’s miracle when three shepherd children claimed to have seen the Virgin Mary in May 1917. / AFP PHOTO / JOSE MANUEL RIBEIRO

Después se trasladará en helicóptero al estadio de fútbol Fátima y desde allí recorrerá unos tres kilómetros en el “papamóvil” hasta llegar al santuario, donde visitará la capilla en la que los tres pastorcillos -Lucía, Jacinta y Francisco- aseguraron que habían sido testigos de varias apariciones de la Virgen.

Posteriormente participará al rezo del rosario que se realiza por la noche durante la procesión de las velas.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el de Paraguay, Horacio Cartes, han anunciado que acudirán a Portugal para estar durante la visita de Francisco, así como también estarán los jefes de Estado de Santo Tomé, Cabo Verde y Guinea Bissau.

El domingo, el pontífice argentino comenzará la jornada con una reunión con el primer ministro António Costa, quien acudirá a visitarle en la Casa de Nuestra Señora de Carmo, donde Francisco pasará la noche al igual que sus antecesores cuando fuero a Fátima.

Después irá a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y celebrará una misa en la explanada del santuario.

Tras almorzar con los obispos portugueses regresará a Roma.

Francisco será el cuarto pontífice que visite Portugal, después de Pablo VI (1967), Juan Pablo II (1982, 1991 y 2000) y Benedicto XVI (2010).

El culto a Fátima, situado a unos 130 kilómetros de Lisboa, tiene su origen entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917, periodo durante el cual tres niños portugueses aseguraron que habían sido testigos de las apariciones de la Virgen.

Como en las pasadas visitas de los papas a este santuario, la de Francisco ha devuelto la curiosidad sobre los llamados tres secretos de Fátima, las revelaciones que la Virgen hizo a los pastores y que fueron revelados por sor Lucía, quien falleció en 2005.

La primera era la muerte prematura de dos de los niños, la segunda sobre el final de la Primera Guerra Mundial, el inicio de la Segunda y el fin del comunismo.

La tercera parte, la que más especulaciones desató, se conoció durante el último viaje de Juan Pablo II a Fátima, el 13 de mayo de 2000, para beatificar a Jacinta y Francisco.

Se predecía el asesinato de un “obispo vestido de blanco” mientras atravesaba una gran ciudad, en lo que la Iglesia considera una profecía del atentado sufrido por Juan Pablo II en 1981, cuando fue tiroteado por el terrorista turco Ali Agca.

Lucía siempre se mostró contraria a desvelarlo y cuando se hizo fue porque Juan Pablo II le dijo que los tiempos estaban “ya maduros”. EFE