Las alarmas fueron encendidas varios ciclos atrás, pero sigue sin atenderse la crítica situación del sector agrícola nacional. A menos de un mes del arranque del período de invierno, productores de diversos rubros, regiones y capacidades productivas, manifiestan no contar con semillas, fertilizantes ni agroquímicos para afrontar el período de producción agrícola más importante del año. Así lo publica El Impulso.
En el caso de gremios, federación y desde los pequeños predios familiares, la preocupación es la misma: ¿Qué sembrar dentro de pocos días?
La pregunta no la pueden responder ni siquiera organizaciones nacionales como la Confederación de Asociaciones de Productores Agrícolas (Fedeagro).
Como parte del llamado de alerta sostenida, formulado por esta cúpula a pocos días de la fase lluviosa, Antonio Pestana, presidente, indicó que para 2017 “la producción será muchísimo menor”, en comparación con 2016, motivado a las carencias ya mencionadas, entre otros males como la inseguridad.
Al respecto fueron consultados productores agrícolas venezolanos, gremialistas del sector, como Aquiles Hopkins, primer vicepresidente de Fedeagro; Celso Fantinel, segundo vicepresidente; y Julio Anzola, miembro del Consejo de Coordinación Agropecuaria de Lara.
Ciclo de lluvias
El ciclo de lluvias arranca el 15 de abril desde el Occidente, inicia en Barinas, hasta el Oriente del país. Lara registra lluvias junto con Cojedes, sin embargo, sus rubros bandera (cebolla y caña de azúcar) se desarrollan en condiciones de riego, por lo cual el ciclo de invierno no incide exponencialmente en todos sus cultivos, que igualmente se encuentran afectados por la falta de agroinsumos.
Acerca de si el sector está preparado para el curso de las lluvias, Hopkins aseveró: “No hemos recibido ni un litro de agroquímico, ni un saco de fertilizante desde el primero de noviembre, mucho menos semillas. No tenemos cómo hacer frente al próximo ciclo”. Los pocos insumos con que cuentan, restantes de 2016, representan apenas el 6 % de lo requerido para la actividad en todo el país.
Despacho
Fantinel coincidió en que el sector no ha recibido despacho alguno, a diferencia del pasado año cuando para la misma fecha ya contaban con el 30 % de los fertilizantes y el 20 % de los agroquímicos, además que se había cancelado el 50 % de las facturas a los proveedores internacionales de semillas de maíz, rubro cerealero de mayor importancia en el venidero ciclo. Para este año ni siquiera se han firmado contratos con empresas extranjeras.
Al consultar sobre el tema, Anzola indicó que aunque redundante, la condición es la misma de años atrás, de caída productiva severa. “Decimos que la situación es crítica, pero cada vez es más. Ya no tenemos medios ni maneras de expresar la preocupación. En esta ocasión no existen semillas ni insumos”.
Maíz en dificultades
Según conocimiento de Aquiles Hopkins, Agropatria ni siquiera estaría en disposición de distribuir semillas de maíz para la siembra de 200 mil hectáreas, lo cual representaría el 40 % de la superficie sembrada en 2016, año en el que sólo se atendió el 30 % del consumo nacional. La perspectiva para 2017 es que, en las condiciones actuales, se abastezca 12 % de la demanda.
Fantinel duda que se alcancen los números de producción de maíz de 2016, 471 mil hectáreas de 650 mil disponibles. Se estima que el país requiere sembrar 1.100.000 hectáreas para abastecer la demanda de maíz blanco y amarillo.
En Lara, indicó Anzola, las pocas tierras dedicadas al maíz, esperan por semillas de calidad, que den garantías de rendimiento. No obstante, no existen medios para cultivarlo.
Indicó que por no prestarle atención a los llamados del sector en el pasado, el grave problema se acentúa con los ciclos.
Pocas hortalizas
En los Andes, en 2016, sólo se cultivó el 25 % de la superficie disponible para hortalizas, motivado a la falta de agroquímicos y semillas, comentó Hopkins, quien detalló que en el eje Guárico – Sur de Aragua, se atendieron en el ciclo norte-verano 3.000 hectáreas de cebolla, tomate y pimentón. No obstante, para el venidero periodo, estiman sembrar menos de 300 hectáreas, debido a las referidas carencias.
Anzola agregó que en Lara la producción papera y de rubros como pimentón y cebolla registran fuertes caídas, en número de hectáreas productivas y rentabilidad por hectárea. La siembras del pimentón, está afectada por un gusano que no ha sido controlado por la falta de agroquímicos, lo cual genera pérdidas al productor, que tampoco tiene garantías de ganancias, ni de próximas cosechas.
En el rubro papa, zonas como Duaca sembraban 50 mil sacos de semilla, pero en el periodo pasado no superaron los 2.000 sacos, lo que representa 4 % de su producción histórica.
Para leer más ingrese a El Impulso.