La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy por consenso celebrar su Asamblea General de este año en Ciudad de México entre el 19 y el 21 de junio, una cita que será la primera del Gobierno de Donald Trump con todos los cancilleres de la región salvo Cuba.
La fecha y lugar de la 47 Asamblea de la OEA la ratificaron hoy los 34 Estados miembros de la organización en un Consejo Permanente ordinario celebrado en su sede de Washington.
La presidencia de turno del Consejo, que ostenta Belice, convocó la reunión hoy pese que a la misma hora se están celebrando tres audiencias sobre Venezuela y otras tres sobre Brasil en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La CIDH, órgano que depende de la OEA, hará además hoy balance del 161 periodo de sesiones que concluye en una rueda de prensa con el secretario ejecutivo, Paulo Abrão, y los comisionados.
La agenda del Consejo es protocolaria, pero en el punto final de “otros asuntos” cabe la posibilidad de que se abra una discusión sobre la propuesta del secretario general, Luis Almagro, de suspender a Venezuela del organismo si no convoca elecciones generales en 30 días.
Por el momento, ningún país ha secundado esta propuesta, aunque la iniciativa ha provocado un notable movimiento de reuniones de distintos grupos de países al respecto.
El llamado “grupo de los 15”, los países que han expresado su preocupación por la situación venezolana en declaraciones conciliadoras, se reunió este martes, según confirmaron a Efe varias fuentes diplomáticas.
Ese encuentro tuvo lugar la misma mañana que la OEA acogía una mesa redonda convocada por Almagro para escuchar las denuncias de las organizaciones de la sociedad civil venezolana al Gobierno de Nicolás Maduro.
A la mesa redonda solo asistió una embajadora ante la OEA, la de Paraguay, quien estuvo sentada en la fila de autoridades junto a los observadores permanentes de España, Italia y Francia ante la organización.
Entre el público también pudo verse a funcionarios de menor perfil de las delegaciones de Argentina, Chile, Honduras, Uruguay y Venezuela.
La ausencia de los embajadores del llamado “grupo de los 15” es significativa.
De estos países, entre ellos EEUU, México, Brasil, Perú, Argentina o Colombia, dependerán los siguientes pasos de la OEA sobre Venezuela.
Ninguno de ellos apoya, de momento, la propuesta de Almagro de suspender a Venezuela de la organización, pero el pedido del secretario les obliga ahora a buscar un paso intermedio entre la inacción y una sanción que consideran contraproducente.
La Asamblea de México de junio será la primera reunión de todos los cancilleres del continente con el nuevo Gobierno estadounidense de Donald Trump, salvo Cuba, que no ha aceptado la invitación a reintegrarse en el organismo tras levantarse en 2009 su suspensión de 1962.
México, según dijo su embajador en la OEA, Luis Alfonso de Alba, en una entrevista con Efe en febrero, espera que en su primera Asamblea ordinaria no se vea “el contraste” que hubo en la de 2016 en Santo Domingo entre la agenda oficial y el tema que acabó centrando el encuentro: la crisis política y social de Venezuela.
El embajador no teme que Venezuela o la tensión entre EE.UU. y México por el muro fronterizo de Trump se lleven el protagonismo en una Asamblea que “tendrá muchos temas interesantes” y “una discusión mucho más abierta”.
México espera además que acuda a la cita el nuevo secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, porque sería “una gran oportunidad” para tener su primera reunión con todos los cancilleres de la región. EFE