Siete personas fueron detenidas en seis domicilios británicos en el marco de la investigación por el atentado de la víspera en Londres, anunció este jueves la policía británica, que redujo a tres las víctimas mortales.
Las pesquisas se desarrollan en Londres, Birmingham y otros puntos del país, dijo en una comparecencia ante la prensa, Mark Rowley, comandante de la unidad antiterrorista de Scotland Yard.
Mark Rowley siguió sin identificar al atacante, muerto, ni a dos de las tres víctimas mortales, precisando sólo que se trataba de una mujer de unos 40 años y un hombre de unos 50.
Según el diario español La Voz de Galicia, una mujer española de 43 años, profesora que trabajaba en Londres, y que tenía también la nacionalidad británica, es una de las víctimas mortales.
Por el se conoce sólo la identidad del policía muerto a cuchilladas a las puertas del Parlamento, el agente Keith Palmer, de 48 años. Además, hay 40 heridos.
“Hemos realizado siete detenciones en seis domicilios diferentes en Birmingham, Londres y el resto del país”, dijo Rowley.
Medios británicos habían informado previamente de una gran operación policial en Birmingham que se saldó con varias detenciones.
Esta ciudad del centro de Inglaterra es una de las que tiene un mayor número de islamistas.
Mohamed Abrini, uno de los autores de los atentados de Bruselas y París, residió en ella.
La policía privilegia la pista del “terrorismo islamista”, en el atentado, en el que un hombre barbudo y vestido de negro atropelló con un automóvil a los peatones que caminaban por el puente de Westminster, frente al Big Ben, y luego apuñaló a un policía que le impidió entrar en el edificio del parlamento, antes de caer muerto por los disparos de la policía.
Por el momento, ningún movimiento reivindicó el atentado.
– El Parlamento vuelve al trabajo –
Se trata del ataque más mortífero en el Reino Unido desde los atentados suicidas del 7 de julio de 2005 en Londres, que dejaron 56 muertos, incluidos los cuatro kamikazes.
El Parlamento reanudará sus trabajos este mismo jueves con homenajes a las víctimas de este atentado que la primera ministra Theresa May tildó de “nauseabundo y perverso”.
“El escenario del atentado”, prosiguió, “no fue una coincidencia. El atacante eligió golpear en el corazón de nuestra capital, donde gente de todas las nacionalidades, religiones y culturas se reúne para celebrar los valores de la libertad, la democracia y la libertad de expresión”.
“Nunca nos rendiremos al terror. Y nunca permitiremos que las voces del odio y el mal nos dividan”, añadió May, tras presidir un gabinete de seguridad.
El área de Westminster, con el Big Ben, la sede del Parlamento y la mayoría de ministerios y dependencias gubernamentales, es muy concurrida por turistas y funcionarios.
El perimetro en torno al Parlamento seguía, sin embargo, acordonado, y la estación de metro cercana, Wesminster, cerrada al público.
También estaba cerrado a la circulación el puente de Wesminster, donde los investigadores seguían trabajando.
El incremento de la presencia policial en la ciudad era visible y las portadas de todos los diarios estaban ocupadas totalmente por el atentado, calificado en la mayoría de los casos de “ataque a la democracia”.
AFP