Temerosos de que empiece la temporada de lluvias se encuentran los habitantes del sector Altos de Clarines, en la zona oeste del estado Anzoátegui. De acuerdo a lo que aportan los mismos vecinos, diariamente conviven con las aguas negras muy cerca de sus casas y cuando llegan las lluvias la situación es insoportable.
Nota de prensa
“Al parecer el problema es que están dañadas las bombas encargadas de distribuir las aguas servidas en la laguna de oxidación, esa provoca que se queden completamente estancadas muy cerca de las casas, pero cuando llueve, así sea poquito, todo se desborda” expresa un vecino del lugar.
Carlota Salazar, dirigente del movimiento político Anzoátegui Plural, visitó la zona afectada con la finalidad de buscar la solución a esta problemática. Salazar estuvo acompañada por dos concejales de la jurisdicción, quienes manifestaron que llevarán nuevamente el mensaje de la comunidad a las autoridades.
“Nos preocupa mucho esta situación, primero porque es un tema de salud ambiental, aquí se instaló la red de aguas servidas pero por fallas en las bombas que llevan las mismas a la laguna de oxidación se han estancado. Por otro lado, nos preocupa mucho el tema de la salud, vemos como hay niños y niñas que juegan en las cercanías de esas aguas y podría convertirse en un problema de salud pública. Sin duda alguna la calidad de vida de estas personas ha disminuido por esa situación” refiere Salazar.
En el sector Altos de Clarines conviven actualmente unas 300 familias. Aunado a la situación de las aguas servidas, sostienen que las calles están completamente a oscuras y hay fallas en la recolección de basura.
“Esto es un problema grave, ahorita solamente les afecta el olor, pero cuando llueve las aguas negras corren libremente por las calles generando graves problemas de insalubridad en el sector” Advierte el edil José Gregorio Henríquez.
Afectados y sin medicinas
Lamentablemente el problema de las aguas servidas va más allá del simple hecho de los malos olores, muchos son los habitantes del lugar que muestran afecciones respiratorias y en la piel como consecuencia de la situación.
“Desde octubre pasado los niños vienen padeciendo problemas en la piel, afortunadamente para ese momento pudo conseguir antibióticos, pero ahora no y tanto mi persona como mi pequeña hija estamos afectados por erupciones en la piel y no contamos con los medicamentos ¡Ni los cubanos tienen!” Comenta Ninoska Figueroa, madre y habitante del lugar en referencia al módulo Barrio Adentro que no cuenta con recursos para atender a los pacientes.
La situación es constante, pero se agrava en las horas finales de la tarde, cuando un gran número de personas llegan a sus hogares a realizar labores. Daniela Veliz, vecina del sector detalla que prácticamente las casas están sobre las aguas negras.
“El agua está estancada, a veces brota por los desagües y en los baños, tenemos muchos años en esto” refiere la joven.
Hace algunos meses, las autoridades pudieron abrir un desagüe para el canal de aguas servidas, con ello estiman que no se desborde en el período de lluvias próximo. Sin embargo, los habitantes requieren de una solución urgente pues ya está afectando el sustento diario.
“Requerimos que se solucione esto, yo vendo café y es muy desagradable para mi, imagínese quién va a querer tomar café con ese olor, se alborotan los zancudos y puri puris” agrega María Rojas.
“Nadie se preocupa por eso, ahorita estamos tranquilos, pero cuando llueve es imposible salir a trabajar” sostiene José Díaz, quien se traslada en el sector constantemente con una motocicleta.
Inundados y discriminados
Igual situación viven los habitantes del sector Casco Central Sur en Clarines, las aguas negras recorren libremente el lugar y han generado daños no sólo en las casas, sino también en la capa principal del asfalto de las calles.
“Con esa situación tenemos más de 17 años, ha llegado al punto que varias familias han dejado sus viviendas porque permanentemente tenían aguas negras adentro. La situación ha acabado también con las calles” Advierte Gladys González.
González destaca que en el lugar existe un consejo comunal, pero el mismo “hace nada” y además discrimina a otros habitantes del sector por no estar en sintonía con las líneas del gobierno.