Los más altos niveles de pobreza se alcanzan en el primer trimestre del 2017 y resultan ser los más elevados desde que se inicio en Venezuela la producción de petróleo, que son aproximadamente 100 años.
Nota de prensa
Pasamos a considerar como pobres a los que obtienen ingresos mensuales por la suma del total de miembros de esa familia que reciben alguna remuneración y esta se encuentra igual o por debajo de los Bs. 600.000. Este ingreso significa el valor estimado actual de la canasta alimentaria, para una familia de 5 o 6 miembros.
Hemos considerado tres niveles de pobreza:
1. Sostenible: Son las familias con ingresos entre Bs 450 mil a Bs 600 mil al mes, les alcanza sus ingresos para adquirir tres cuartas partes de los alimentos que necesitan consumir, hacen dos comidas al día y la otra es un paliativo, constituyen los sectores C de la población son un 20% del total y son alrededor de 6 millones de Venezolanos.
2. Limitada: Está conformada por el sector D de la población con ingresos entre Bs 300 mil y Bs 450 mil al mes por núcleo familiar, de las tres comidas consumen una compuesta de tres alimentos, otra de dos y un resuelve de un solo alimento (arepa, pan, yuca), constituyen el 30% de la población, unos 9 millones de Venezolanos.
3. Crítica: La integran un 40% de la población, unos 12 millones de venezolanos, con ingresos mensuales familiares menores a los Bs 300 mil, consumen dos comidas incompletas al día de dos alimentos, su consumo de carne, pescado o pollo es bajo. Este grupo está conformado por desempleados o quienes ejercen la actividad informal, donde tienen pocos o limitados ingresos por las actividades eventuales que realizan.
Lo cual nos indica que el 90%de las familias Venezolanas sus ingresos no alcanzan a cubrir el valor de adquisición de la canasta alimentaria. Con las consecuencias que ocasionan el de tener una menguada alimentación con sus efectos en la fortaleza física, por la pérdida de peso observada en buena parte de la población.
No hemos considerado en este análisis las necesidades de transporte, ropa, zapatos o medicinas. Los cuales al tener que ser adquiridos tienen consecuencias en la disminución del consumo de alimentos por parte de estas familias, que se ven en la necesidad de disponer sus limitados ingresos para cubrir cualquiera de estas eventualidades.
Los factores que inciden en esta situación son causados por los elevados niveles de inflación y sus consecuencias en la pérdida del poder adquisitivo.
Conjuntamente con el desabastecimiento observado por la caída de la producción nacional y las limitadas importaciones, unido a la drástica reducción de la económica privada que ha llevado al cierre de empresas o reducción de las actividades productivas, comerciales o de servicios, con sus preocupantes efectos en la pérdida de empleos.
Los niveles de pobreza son evidentes y lo demuestran nuestra limitada capacidad de consumo, la desmejora en nuestra calidad de vida y la cada vez más lejana posibilidad de mejorar nuestra compleja situación en que vivimos y nos causa demasiadas angustias.