Varios delincuentes, aparentemente residentes de la misma comunidad, violentaron la puerta principal de la escuela bolivariana La Tinta I, en la zona rural de San Cristóbal, y en horas de la madrugada del martes hurtaron los alimentos del Programa de Alimentación Escolar (PAE), así como algunos electrodomésticos y utensilios de cocina en los cuales se procesaban a diario las raciones alimenticias que recibían más de 150 niños en edad de escolarización, de primero a sexto grado, reseña La Nación.
Docentes y alumnos se vieron sorprendidos en las primeras horas de la mañana, cuando se disponían a realizar sus labores cotidianas, ya que detectaron que el portón principal se hallaba semiabierto, pero violentado, lo que les hizo presagiar lo peor.
Una rápida intervención del centro educativo permitió a los docentes detectar que en el lugar donde funciona la cocina no se encontraban los alimentos que se utilizarían para las raciones que se les dan a diario a los niños, así como una licuadora y otros enseres.
Representantes de la comunidad educativa, al igual que los mismos docentes, presumen que quienes perpetraron el hurto podrían ser vecinos de la zona, quienes conocerían que en el centro educativo se hallaban en depósito alimentos y que el mismo no posee vigilancia nocturna, por lo que habrían aprovechado esa coyuntura para ingresar y, amparados en la noche, llevarse los productos.
Carnes, harinas, arroz, aceite, cereales, pastas, los cuales estaban destinados a las comidas de los menores, fueron hurtados, por lo que en los próximos días los niños no contarán con el programa de alimentación.
“Segunda vez en menos de 2 meses”
Relataron docentes de la misma institución que, en menos de dos meses, los delincuentes han robado en el mismo centro educativo, pues durante el asueto de carnaval desconocidos ingresaron y robaron en esa oportunidad también los alimentos y otros enseres, afectando seriamente a los niños en el área alimentaria.
Precisamente, por esa incursión, integrantes de la comunidad educativa, junto a padres y representantes, decidieron realizar una colecta y comprar los materiales para instalar una reja metálica, así como algunos candados y cadenas para reforzar la seguridad del lugar; no obstante, estas medidas no sirvieron de nada.
Con este robo, en lo corrido del mes de marzo, solo en la capital tachirense han sido violentados al menos una decena de centros educativos, donde los delincuentes han hurtado alimentos y objetos de valor.