Para Aarón Rodríguez Moro, dirigente del partido Voluntad Popular en Carabobo, el Gobierno de Nicolás Maduro estaría creando las condiciones para suspender todo tipo de elección popular en el país, fundamentado en un supuesto estado de conmoción nacional, razón por la cual exhortó a todas las fuerzas políticas democráticas, así como a la sociedad civil en general, a tomar nuevas estrategias de presión popular y lucha pacífica, con la única finalidad de exigir la realización de elecciones generales lo antes posible.
Nota de prensa
Rodríguez considera que con la sentencia N° 156, dictada recientemente por la Sala Constitucional del TSJ, el máximo tribunal del país otorgó al Presidente facultades que le capacitarían para suspender elecciones, detener a dirigentes políticos por cargos de supuesta traición a la patria, e incluso ilegalizar partidos bajo el mismo pretexto, e incluso disolver a la Asamblea Nacional electa por la mayoría de los venezolanos.
“El gobierno viene montando toda una situación que nos lleva a pensar que en el país no habrá elecciones populares por mucho tiempo. Primero, suspendieron el referéndum revocatorio argumentando un fraude que nunca existió ni se demostró, en segundo lugar aplazaron las elecciones regionales, posteriormente nos condujeron a un proceso de validación de partidos que, además de injusto y enredado, no ha terminado, pues el ente comicial se guarda bajo la manga la posibilidad de anular firmas de validación, y ahora aparece esta sentencia que introduce en el escenario la figura de la del estado de conmoción nacional con todas las repercusiones que de ella se desprenden”.
Explicó el dirigente de VP que bajo esa figura Nicolás Maduro podría dictar cualquier medida que estime necesario, como por ejemplo: racionar el uso de los servicios públicos, disponer del Tesoro Nacional, ordenar la movilización de las Fuerzas Armadas, confiscar propiedades, entre otras.
“Para un gobierno paranoico como el nuestro, que ve fantasmas de golpes que no existen por todos lados, esta sería un arma peligrosa. Cualquier cosa podría ser catalogada como que afecta la seguridad del país. Ya hemos visto cómo ellos culpan de terroristas y golpistas sin pruebas ni fundamentos a cualquiera y lo ponen en la cárcel”.
Indicó que si a esto se le suma la figura de la traición a la patria, aplicada a los dirigentes que han solicitado a la OEA la aplicación de la Carta Democrática, o a los líderes que han recorrido al mundo denunciando los crímenes y las violaciones de los Derechos Humanos por parte del régimen, entonces el cuadro queda completo para justificar que, debido a que el país está bajo un supuesto ataque, entonces hay un estado de conmoción interna.
Rodríguez cree que, ante el nuevo escenario presentado, la oposición debe tomar una posición mucho más firme, con nuevas estrategias de presión nacional e internacional que obliguen al gobierno a cumplir con la Constitución Nacional, convocando a elecciones generales que eviten que el país se produzca un estallido social que nadie desea, pero que no deja de ser posible, toda vez que en la calle se observa la presión que sobre la gente ejerce la aguda crisis económica y social.
“Todos los sectores que hacen vida en el país deben ponerse de pie y rechazar contundentemente este golpe de estado que, desde el Ejecutivo y el TSJ, se ha cometido en contra de la República. Pero no puede ser una tarea sólo de algunos aquí deben estar incluidos además de los partidos políticos, los sectores productivos, industriales y comerciales, la iglesia, las Universidades, el gremio médico, entre muchos otros, pues esta situación nos afecta a todos y ninguno puede quedarse esperando que los demás actúen”.
Finalmente agregó que ahora más que nunca se hace necesaria la aplicación de la Carta Democrática de la OEA, pues quedó evidenciado que con este gobierno forajido es imposible cualquier tipo de negociación política. “Me pregunto qué pensarán ahora los amigos de Maduro que vinieron a darle oxígeno con el diálogo, los señores Zapatero, Fernández, Torrijos y Samper, además de los amigos internos que avalaron ese circo que ya sabíamos cómo terminaría”.