En la Secretaría de Educación de la gobernación de Carabobo son expertos en exclusión. Al menos así lo sienten los más de tres mil 500 docentes adscritos a esa dependencia que no fueron incorporados en la lista de quienes pueden comprar las bolsas de alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), reseña El Carabobeño.
Se trata de dos mil jubilados, mil desincorporados y 500 maestros que están de reposo. Son los que menos cobran cada quincena, algunos reciben menos de sueldo mínimo y no gozan del bono de alimentación, según denunció Gladys Páez, primer vocal del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Base Solidaria de Educadores de Carabobo (Sutrabasec).
El resto de los cuatro mil docentes activos en las 340 escuelas que hay en la región dependientes de la gobernación, también enfrentan problemas para acceder al combo CLAP: Deben hacer el pago por adelantado y dos o tres semanas después les avisan para que se dirijan a hacer una larga cola en una institución elegida por municipio.