Para el dirigente de Voluntad Popular, y ex preso político, Salvatore Lucchese, el gobierno de Nicolás Maduro cometió un terrible error al haber utilizado al Tribunal Supremo de Justicia para reeditar en Venezuela lo que Fujimori implementó en el Perú en la década del 90, y que se denominó el fujimorazo, usurpando las funciones del Poder Legislativo para ejercer el poder de facto, hecho que podría costarle caro al régimen en términos de su permanencia en el poder.
Nota de prensa
Lucchese aseguró que debido al desespero que ha producido en el alto gobierno, las gestiones que líderes de la oposición han llevado a cabo en el ámbito internacional, el TSJ dictó una medida que deslegitima más al régimen y lo debilita, mal poniéndolo ante los organismos internacionales que ya no dudan que en Venezuela existe una dictadura.
“El gobierno por un lado hace todo un esfuerzo para hacer creer al mundo que en Venezuela hay un régimen que respeta el juego democrático, y por otro lado aparecen los magistrados de ese bufete chavista, que debería llamarse Tribunal Supremo de la Injusticia, a suprimir las funciones del parlamento que eligió la mayoría de los venezolanos, rompiendo así el equilibrio de poderes que es una de las bases fundamentales que sustenta a la República, y signo característico que debería existir en cualquier democracia”.
El dirigente de VP en Carabobo cree que con este autogolpe muchos de los países que se mantenían indiferentes hacia lo que sucedía en Venezuela, ahora tomarán una posición firme de solidaridad con el pueblo venezolano, pues de lo contrario quedarán ante la historia como países amigos de dictadores y terroristas.
“Yo creo que si hoy vuelven a hacer la votación en la OEA para activar la aplicación de la Carta Democrática en Venezuela, los países que se abstuvieron, y muchos de los que votaron en contra, levantarán la mano en favor de aplicar el instrumento que para nosotros tiene carácter de obligatorio cumplimiento, pues al ser un tratado firmado por nuestro país, tiene rango Constitucional”.
También dijo estar seguro de que muchos otros países asumirán la posición del gobierno del Perú, el cual decidió retirar su embajador en Venezuela, “situación que debilitará el poco apoyo con el que cuenta el socialismo moribundo del siglo XXI en el hemisferio, y que indudablemente terminará con la salida de Maduro del poder”.
Según Lucchese en nuestro país ha llegado la hora de la lucha popular, de la resistencia democrática y de la ofensiva ciudadana no violenta, para lograr restablecer el estado de derecho y conquistar la mejor Venezuela por la cual se ha venido luchando desde hace mucho tiempo.
También hizo un llamado a la sociedad civil a cerrar filas para defender el espacio conquistado que significa la Asamblea Nacional, pues “un grupo de magistrados no pueden imponerse por encima de la voluntad de los casi 8 millones de venezolanos que decidieron darle un parado al régimen madurista”.