Venezolanos reciben sentencia del TSJ con apatía, desinformación y miedo

Venezolanos reciben sentencia del TSJ con apatía, desinformación y miedo

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Los venezolanos han recibido con evidente apatía, desinformación y miedo a la sentencia del Supremo en la que anuncia que asumirá las competencias del Parlamento, de mayoría opositora, aunque aseguran estar de acuerdo en que hay que protestar por lo que consideran un “golpe de Estado” cometido por el Gobierno.





EFE / Nélida Fernández y Ron González

Algunos ciudadanos de a pié han manifestado a Efe que no conocen la sentencia y otros expresaron rechazo a este fallo aunque explicaron que no protestan porque recuerdan que en el país se han producido hechos que los han llevado a manifestar en la calle y solo se han logrado muertes, detenciones y reforzamiento del chavismo.

Es el caso de la pensionista Josefa Quintero que dijo a Efe que está “a la espera, a la expectativa, porque no se sabe lo qué pueda pasar, a lo mejor hasta otro 11 de abril” y apuntó que esta decisión “bárbara” aumentará la conflictividad en el país.

Quintero recordó así lo ocurrido el 11 de abril de 2002 cuando se produjo un golpe de Estado contra el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que fue separado de su cargo y regresó pasadas 48 horas para mantenerse en el poder hasta el día de su muerte en marzo de 2013.

El colombo-venezolano Orlando Contreras, un obrero de 53 años que dice estar “dispuesto a marchar” para “defender la democracia” dijo: “El Tribunal Supremo de Justicia no puede pasar por encima de la Asamblea Nacional (Parlamento), tiene que respetar los poderes, para mí tiene más poder la Asamblea que el TSJ”, dijo Contreras a Efe.

Y aunque teme que el aumento de la conflictividad genere violencia, estima que en el país debe “pasar algo” que solucione la “intolerable situación”.

El contador público Juan Pinedo, de 58 años, calificó la sentencia de abuso y agregó que la decisión “por la apatía de la gente” pero señaló que “esto” es para que los ciudadanos hubieran salido a protestar “ayer mismo”.

“Mientras la gente no salga a protestar aquí no va a pasar nada”, apuntó.

Para el abogado constitucionalista Gerardo Blyde los venezolanos no han salido a protestar por este “evidente autogolpe judicial” porque asegura que hay una absoluta obstrucción a la información” por parte del Gobierno “de manera impresionante” y “la gente se ha enterado poco a poco a través de las redes sociales”.

Blyde dijo a Efe que esta situación de desinformación se une a la severa crisis económica que atraviesa el país “la peor que hemos tenido en nuestra historia republicana” que genera una “crisis social gigantesca” que tiene a los ciudadanos haciendo colas en los comercios para buscar alimentos básicos.

A juicio del analista Félix Seijas, director de la encuestadora Instituto Delphos, la razón por la que los venezolanos no salen a las calles a protestar es porque “hay cansancio” en la sociedad que ya ha manifestado en muchas ocasiones sin observar algún resultado que les genere satisfacción.

Señaló, además, que quien convoque a nuevas manifestaciones “debe tener credibilidad” y recordó que la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha sufrido durante los últimos meses “como marca” una “especie de mala imagen”.

También apuntó que el proceso de diálogo político que se desarrolló entre fines de octubre y principios de diciembre pasado “desmovilizó a las personas en un momento estelar”, cuando las personas estaban más motivadas a tomar las calles.

“En aquel momento sintieron que los desactivaron”, dijo al referirse a los venezolanos que salieron a manifestar en contra del Gobierno de Nicolás Maduro que, según varias encuestadoras, cuenta con menos de 20 % de respaldo popular.

A fines del año pasado se produjo un proceso de diálogo que fue acompañado por el Vaticano, así como por los expresidentes de República Dominicana y de Panamá, Leonel Fernández y Martín Torrijos, así como por el exjefe de Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero.

Al aceptar participar en este diálogo, la MUD accedió a suspender una marcha al palacio presidencial de Miraflores y a paralizar un debate sobre la responsabilidad de Maduro en la crisis del país que se había iniciado en el Parlamento y pidió a cambio la liberación de políticos presos y la creación de un cronograma de elecciones, lo que nunca ocurrió.