La polémica sentencia emanada del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que pretendía subsumir la Asamblea Nacional, generó una reciente ola de protestas en rechazo que fue fuertemente reprimida por los organismos de seguridad del Estado.
Por: lapatilla.com
A pesar de que la actuación de las autoridades era esperada y anticipable, lo inusual fue que muchos manifestantes -incluidos diputados de la Asamblea Nacional y actores políticos- resultaron gravemente afectados por los gases de las bombas lacrimógenas: desmayos, mareos, problemas respiratorios, fueron algunos de los síntomas presentados por algunas de las víctimas de la represión.
Los efectos nocivos para la salud de los gases lacrimógenos que utilizan los cuerpos de seguridad en Venezuela, como sabemos, ya han sido objeto de estudio con anterioridad. A raíz de las fuertes protestas que iniciaron en febrero de 2014, se decidió realizar una investigación por los constantes ataques con este tipo de bombas al que fueron expuestos los vecinos del municipio Chacao durante 60 días continuos.
La profesora y químico, Mónica Krauter, comenzó a recopilar miles de ejemplares de bombas lacrimógenas disparadas en aquella época para iniciar su estudio formal.
Krauter explica que el contenido de las bombas es un gas denominado orto-clorobenzilideno malononitrilo (CS), que es el menos letal de todos los gases lacrimógenos que se han venido utilizando, pero que puede llegar a ser muy peligroso si no se toman en cuenta cuatro aspectos fundamentales.
“El primero de ellos es la vulnerabilidad de las personas, es decir, si se trata de una persona mayor, un niño pequeño o una mujer embarazada (…) El segundo aspecto tiene que ver con los antecedentes clínicos de la persona que aspira el gas (alérgico, asmático, problemas cardíacos). En tercer lugar si fueron eyectadas en espacios cerrados, su toxicidad aumenta y por último, la concentración, la cantidad de veces que una persona ha estado expuesta a ese gas”, explicó la químico en una entrevista radial de RCR, con la periodista Thays Peñalver.
Krauter también advirtió que el gas CS es cancerígeno, estratogénico, y mutagénico, lo que quiere decir que puede alterar la formación del feto, la reproducción celular y la reproducción de nuestra información genética.
Consecuencias a la salud
El único propósito del orto-clorobenzilideno malononitrilo con la mucosa ocular es hacer lagrimar de una manera incontrolable, de ahí proviene su nombre. Pero también puede producir otros efectos como náuseas, ganas de toser, mareos y en el peor de los casos convulsiones y hasta la muerte.
“Si en 30 minutos los únicos síntomas que presentamos son lágrimas y ganas de toser, eso quiere decir que toleramos bien el efecto del gas; pero si luego empezamos a convulsionar o realizamos movimientos involuntarios, significa que el efecto pasó del sistema respiratorio al sistema nervioso (…) Las peores consecuencias se ven en el mediano y largo plazo y realmente preocupa cómo los cuerpos de seguridad del Estado han estado modificando la calidad del aire de comunidades que ni siquiera participan en una manifestación”, afirmó Krauter.
Los resultados del estudio
De las más de 1.000 bombas lacrimógenas que se analizaron en 2014, el estudio reveló que más del 72% de las mismas estaban vencidas y esto es lo verdaderamente alarmante.
La mayoría de las bombas lacrimógenas que importó el gobierno son de Brasil, de marca Cóndor, la cual cumple con los requerimientos del convenio de Ginebra, es decir, informar en el exterior de la misma su composición, calibre, cuántos balines contiene, el lote de producción, la fecha de fabricación y vencimiento.
Sin embargo, muchos ejemplares de producción nacional (Cavim) no proveen especificaciones ni indican su fecha de elaboración o vencimiento.
Cuando el orto-clorobenzilideno malononitrilo se vence, los efectos del calor o la humedad hacen que se hidrolice en varios compuestos, como clorobenzaldehído y malononitrilo, el cual también se hidroliza generando cianuro.
El cianuro es un compuesto químico muy tóxico para el ser humano que en grandes concentraciones puede ser letal.
“Una bomba lacrimógena que está vencida se descompone en cianúro óxido, fosgenos y nitrógenos que son sumamente peligrosos”, advierte la químico.
El tiempo de vida útil del gas CS empleado es de máximo 5 años, y los químicos que lo componen pueden estar activos por 5 días y más.
Es imperativo que las personas que están expuestas al gas de manera prolongada o recurrente recuerden los peligrosos efectos que puede tener para los sistemas respiratorio, circulatorio y nervioso a corto, mediano y largo plazo.
Recomendaciones
Para neutralizar químicamente los efectos del gas CS, la profesora recomienda utilizar paños limpios o tapabocas en la cara que cubran la nariz y la boca humedecidos con una base de bicarbonato de sodio diluido en agua, o antiácidos comunes como el Maalox o el Almax.
A diferencia de lo que comúnmente se cree, Krauter no sugiere utilizar vinagre por ser un ácido acético ni la pasta de dientes o cremas mentoladas, porque éstas atrapan el polvillo emanado del gas cerca de las vías respiratorias y hacen más factible su inhalación.
“El uso de mascarillas que filtran el particulado sólido es efectivo, sí y sólo sí, la membrana logra atrapar partículas con tamaños menores a los 60 micrones”, apunta.
Para los casos de irritación ocular, lo mejor es dejar lagrimar los ojos, evitando tocarlos o rascarlos y seguidamente lavarlos con abundante agua. También puede usar lágrimas artificiales y/o colirios con hialuronato de sodio o carboximetil celulosa. Las personas que sufren enfermedades oculares o utilizan lentes de contactos deben llevar gafas protectoras que sellen bien el ingreso del polvillo al ojo.
Al llegar al hogar es imprescindible tomar una baño con abundante agua y jabón, para eliminar todas las partículas de CS que hayan quedado adheridas al cuerpo. Lo mismo ocurre con la ropa que utilizaba, debe lavarla bien, incluyendo los zapatos y los accesorios expuestos al gas. Recuerde que el polvillo puede estar activo hasta por una semana. lapatilla.com