Como una expresión del quehacer, y pensamiento popular, las tradiciones, en este caso de rechazo a personas, acciones o situaciones específicas, se han posicionado, y conservado en el país. Una de ellas, la quema de Judas, que anuncia el final de la semana santa representa, “esa protesta pacífica que inquieta a gobiernos, funcionarios y personas; en una clara muestra de irreverencia, de desafío no violento; y que hoy prepara el camino para el 19 de abril, porque los judas se multiplicaron en Venezuela, y su quema antecede la gran protesta del 19 de abril.”
Así se expresa Roberto Smith desde su centro de acción en el estado Vargas, y quien sostiene que “cuando a una situación, figura o político lo relacionan a un traidor, como en el legado bíblico, debe ser motivo de una profunda reflexión. Porque en definitiva lo está haciendo mal.”
“Hoy finaliza la cuaresma, y se hace simbólicamente la justicia popular, se exterioriza una queja, un descontento frente al gobierno ciego, sordo y mudo por las exigencias de una sociedad en crisis, por mala praxis gerencial, política y humana. Ellos han sido escogidos como judas porque representan una amenaza, y un pueblo se burla de sus autoridades, porque es mejor así, y no que esos falsos líderes sigan burlándose de nosotros. Y aunque desplieguen operativos policiales, éstos no impedirán las quemas, pues ya están en el imaginario colectivo. La quema de judas demuestra usencia de miedo.” Concluyó Smith. NP