Estimado Señor. Estas palabras las escribo con amarga tristeza. Debo en nombre de los más Sagrados Derechos Humanos y de la más auténtica de las experiencias estudiantiles solicitarle que renuncie solemnemente al cargo de Defensor del Pueblo al que no pudo honrar con independencia, criterio y valentía. Le recuerdo que yo también fui dirigente estudiantil y reconozco en una miríada de líderes que hoy ocupan curules y directivas políticas los ejemplos dignos de una juventud que lucha por abrirse paso y por construir una nueva Venezuela. Esos juramentos y sueños juveniles y estudiantiles que ambos defendimos una vez han sido, en tu caso, minados y derruidos, el óxido de tu débil actuación potenciado con tus fallas de funcionario público han terminado por pulverizarlo todo. Hay otros exdirigentes estudiantiles que también han esputado sobre su propio hogar y camino, ellos te acompañarán por siempre en la senda de la desvergüenza. Tus últimas actuaciones han sido patéticas. Erráticas. La vida te ha ofrecido diversas oportunidades para grabar tu nombre en el libro del honor y en todas esas veces has optado por dinamitar tu propia prosa y trayectoria. Nunca debiste aceptar el cargo de Ombudsman. De Defensor del Pueblo. De Defensor del Ciudadano. Como sabes, el inmenso honor de ser el Defensor del Pueblo se fundamenta básicamente en la confianza que le ofrezca al soberano y su propósito más alto es actuar con independencia, con arrojo, con sabiduría, allí, donde los Poderes Públicos atenten contra la moral y los derechos de los ciudadanos. Tu cargo, si hubieses escogido ejercerlo y defenderlo, se refiere fundamentalmente a la defensa cerrada e inexpugnable de los Derechos Constitucionales y bajo ese mandato hubieras podido muy bien supervisar la actividad de la Administración a lo cual o te negaste por acción o clausuraste por omisión. Ciudadano, han muerto a manos de policías y militares media docena de jóvenes en los últimos días y el silencio de tu oficina frente a tales hechos ha sido sonoro, estrepitoso. Ante los claros intentos de homicidios genéricos e indiscriminados que supone el lanzamiento de objetos desde helicópteros en pleno vuelo solo emitiste un comunicado llorón condenando levemente y como pidiendo permiso al gobierno para emitir opinión. Que lejos quedaron tus años de dirigente estudiantil. Que distante aparecen tus proclamas como miembro de una que otra organización de derechos humanos. Señor, el mismo hecho de haber sido un defensor cerrado y persistente de los militares implicados en el intento de Golpe de Estado de 1992 donde hubo docenas de muertos, hecho que para nada te conmovió y vista tu defensa a ultranza de todos los conjurados, eso por sí solo, ya arrojaba dudas sobre tu actividad como defensor. Ser abogado de un golpista es no otra cosa que ser abogado de un enemigo de la democracia. El hecho de haber sido fundador del Movimiento Quinta República MVR y luego del PSUV te anulaba aún más para ser un Defensor del Pueblo frente a un partido y a un gobierno que tú mismo ayudaste a construir ladrillo a ladrillo. Tu compromiso como diputado del PSUV por años y años. Tu redoblado juramento como gobernador por ocho años a nombre del PSUV y del Gobierno Chavista agregaban nuevos impedimentos morales, éticos y ciudadanos para que pudieras siquiera pensar en ser Defensor del Pueblo frente a un Estado sobre el cual tú exclamabas públicamente ser su defensor, su representante, uno de sus principales dirigentes y fundadores. Fueron innumerables las vallas y pancartas donde tu retrato y el del Eterno exhibían proclamas de victoria. Tanto fue así, que el mismo Eterno no lo pudo aceptar y ordenó su desmantelamiento. No es razonable, Olvidado Amigo, ignorar que no se debe ni se puede ser Defensor del Gobierno un día y al siguiente ser Defensor del Pueblo. Gobierno y pueblo son generalmente habitantes de las antípodas. No obstante, la vida te ha dado oportunidades, una y otra vez, de lavar tu rostro en el río del honor, en la fuente de la respetabilidad y el decoro. Te lo dio, Ciudadano, cuando la Sala Constitucional produjo los adefesios jurídicos 155 y 156 y en lugar de sumarte a la Fiscal General de la República en una declaratoria de condena y de aprobación al inicio de un juicio certero y necesario para penalizar el oprobioso y manifiesto delito que contra la Constitución se había consumado, optaste por sumarte al coro de voces gobierneras que justificaron tal desatino y barrabasada con el argumento que las sentencias habían sido corregidas. Como si devolver lo robado exime el castigo o pagar una cuenta médica perdona el haberle disparado a un cristiano. Nuestra Constitución declara que el Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto de su dignidad, Sabes muy bien que estamos en un proceso de regreso a la comunidad primitiva. A la barbarie. Que la vida de los venezolanos no vale nada, Que año tras año son más de 25.000 los asesinatos. el ejercicio democrático de la voluntad popular, Ciudadano, el referéndum revocatorio fue una iniciativa popular truncada por maniobras viles de tribunales mercenarios y segundones y tú no dijiste nada. El CNE difirió ilegalmente las elecciones regionales y tú no dijiste nada. No tienes respeto por la voluntad popular. la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, Sabes también que no hay justicia en una sociedad donde haya presos políticos y tu labor en ese campo, del que tanto te enorgullecías, ha sido escueta, débil, nula. Y mucho menos cuando hay bandas paramilitares armadas y protegidas para agredir y asesinar, todas ellas escudadas bajo el seudónimo de “Colectivos” y tú nunca lo has denunciado o perseguido. la promoción de prosperidad y el bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes consagrados en esta Constitución. Frente a un caos económico como el actual, con la inflación más alta del mundo y la caída del PIB más descalabrada del globo no se puede hablar de prosperidad y de bienestar. La escasez y el desabastecimiento están matando gente. Mucho menos Señor, podemos hablar del cumplimiento de los principios, derechos y deberes del venezolano. De los males y penalidades del pueblo has hecho caso omiso. Cuando persiguen a panaderos como criminales volteas para otro lado. De las enfermedades de la sociedad y de sus agentes patógenos has estado ciego, sordo y mudo. De la actuación rápida en defensa de los venezolanos exiliados, perseguidos, despedidos por razones políticas has estado inerte. Ciudadano, recuerdo que solías asistir a las tertulias que tienen lugar entre intelectuales, políticos y académicos. Ya no vas a ninguna. No eres bienvenido. Los principales escritores y poetas evitan tu contacto y sienten desagrado en saludarte. Has quedado para que los Winston Vallenilla sean tus compañeros de barra y mesa. Recientemente tuviste la osadía de responderle un conocido escritor que tenías vocación de no violencia y que expresabas siempre una condena a la agresión venga de donde venga. Es el caso Ciudadano, que tales expresiones de condena no existen en la realidad sino seguramente en los desgarradores templones que debes sentir en la conciencia. Finalmente voy a recordarte tus obligaciones y qué has hecho de ellas. Artículo 281 de la Constitución. Son atribuciones del Defensor o Defensora del Pueblo: 1. Velar por el efectivo respeto y garantía de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados, convenios y acuerdos internacionales sobre derechos humanos ratificados por la República investigando de oficio o a instancia de parte las denuncias que lleguen a su conocimiento. Frente a los presos políticos y a la muerte de estudiantes guardas silencio. Frente al desastre en Mercosur y la OEA no hay investigación alguna. 2. Velar por el correcto funcionamiento de los servicios públicos, amparar y proteger los derechos e intereses legítimos, colectivos o difusos de las personas, contra las arbitrariedades, desviaciones de poder y errores cometidos en la prestación de los mismos, interponiendo cuando fuere procedente las acciones necesarias para exigir al Estado el resarcimiento a las personas de los daños y perjuicios que les sean ocasionados con motivo del funcionamiento de los servicios públicos. La crisis eléctrica, el desastre del agua, la falta de gas, la seguridad, la salud. En todos esos renglones la Defensoría es un cadáver ambulante. 3. Interponer las acciones de inconstitucionalidad, amparo, hábeas corpus, hábeas data y las demás acciones o recursos necesarios para ejercer las atribuciones señaladas en los numerales anteriores, cuando fuere procedente de conformidad con la ley. Ni un solo amparo a favor de los presos políticos o de los exiliados y perseguidos. Por el contrario interpusiste un recurso de constitucionalidad frente a las sentencias arbitrarias del TSJ. 4. Instar al Fiscal o a la Fiscal General de la República para que intente las acciones o recursos a que hubiere lugar contra los funcionarios públicos o funcionarias públicas, responsables de la violación o menoscabo de los derechos humanos. No solo no acompañaste a la Fiscal sino que ni siquiera te dignaste a presentar un escrito ante el Poder Moral sobre tus pareceres. 5. Solicitar al Consejo Moral Republicano que adopte las medidas a que hubiere lugar respecto a los funcionarios públicos o funcionarias públicas responsables de la violación o menoscabo de los derechos humanos. Nuevos silencios. 6. Solicitar ante el órgano competente la aplicación de los correctivos y las sanciones a que hubiere lugar por la violación de los derechos del público consumidor y usuario, de conformidad con la ley. Persiguen panaderos, distribuidores de juguetes, se promueve la existencia de bachaqueros. ¿Y la Defensoría? Bien, gracias. 7. Presentar ante los órganos legislativos municipales, estadales o nacionales, proyectos de ley u otras iniciativas para la protección progresiva de los derechos humanos. No has presentado ni un solo proyecto, te dedicas a viajar y asistir a todos los congresos de derechos humanos en el globo terráqueo. 8. Velar por los derechos de los pueblos indígenas y ejercer las acciones necesarias para su garantía y efectiva protección. Le quitaron los diputados indígenas al Estado Amazonas y no dijiste nada y sigues sin decir nada. Frente al caso de las sentencias malignas fuiste pronto, raudo y ágil en opinar. Frente a la suspensión de los diputados de Amazonas en más de un año no has opinado nada. . 9. Visitar e inspeccionar las dependencias y establecimientos de los órganos del Estado, a fin de garantizar la protección de los derechos humanos. Vas de vez en cuando a las cárceles donde se pudren los presos políticos como quien va a un parque o a una playa. 10. Formular ante los órganos correspondientes las recomendaciones y observaciones necesarias para la eficaz protección de los derechos humanos, en virtud de lo cual desarrollará mecanismos de comunicación permanente con órganos públicos o privados, nacionales e internacionales, de protección y defensa de los derechos humanos. Tampoco lo has hecho nunca. Celebraste el cierre de CNN en Venezuela y nunca has repudiado los ataques a la prensa, la expulsión de periodistas. 11. Promover y ejecutar políticas para la difusión y efectiva protección de los derechos humanos. La voz de la Defensoría no se oye nunca, en ningún lugar.- 12. Las demás que establezcan esta Constitución y la ley. Bueno Señor, que más puedo agregar. Ya sabrá el libro implacable de la historia y los ultrajes que te aplicará el tiempo definir tu pasantía por la Venezuela del Siglo XXI. Por ahora confío en los cambios que vienen y apuesto por una Patria Buena.
@eduardo_semtei