El coordinador de Gente de Guayana lamenta que los funcionarios de seguridad deban salir a la calle sin los equipos necesarios y en condiciones que no son las adecuadas para cumplir sus funciones.
Asesinatos, secuestros, robos y todas las expresiones delictivas están a la orden del día en el municipio Caroní, convirtiendo a Ciudad Guayana en la octava ciudad más peligrosa del mundo, de acuerdo con las cifras de la asociación civil mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal. Para el coordinador de Gente de Guayana, Wilson Castro, esta es la evidencia de que vivimos en una zona gobernada por el hampa.
Considera vergonzoso y preocupante la crisis de inseguridad que existe en el municipio Caroní y responsabiliza de esta al gobierno nacional, regional y municipal, por generar las condiciones perfectas para que los antisociales actúen con total impunidad.
“Las cifras delictivas de Guayana nos demuestran la indolencia, ineficiencia y corrupción de los gobernantes, que deberían controlar violencia y no lo han logrado por falta de voluntad política y por incapacidad”.
Lamenta que Ciudad Guayana pasara de ser una ciudad modelo, que nacionales y extranjeros buscaban para residenciarse a “una zona de guerra, destruida por el chavismo”.
Funcionarios disminuidos
Castro asegura que parte del problema de inseguridad se debe al comportamiento “poco ético y profesional” de muchos de los funcionarios” de la cuidad. Añade que esto no es exclusivo de los efectivos de seguridad, sino que se repite en todos los niveles y renglones de la administración pública.
Además los cuerpos policiales no cuentan con los recursos humanos y materiales necesarios para hacer un trabajo eficiente.
“Tenemos cuerpos policiales que no tienen la preparación necesaria, ni la cantidad de efectivos que requieren, por lo que salen a la calle desmotivados y con un equipamiento desastroso, con patrullas en mal estado u obsoletas”.
Explica que esta situación pone a los cuerpos de seguridad en desventaja con respecto a los delincuentes, que se han organizado y armado por culpa de las políticas permisivas e ineficientes del Ejecutivo Nacional.
Hay que cambiar
El dirigente de Gente de Guayana comenta que esta situación debe cambiar y para eso es necesario un nuevo Gobierno que pueda organizar las instituciones, ordenar la ciudad y darle a los guayaneses la posibilidad de volver a vivir la urbe de manera plena.
Aclara que esta transición debe ser pacífica y democrática, objetivo que siempre han tenido en mente los factores de la oposición en Venezuela, como se expresó en la marcha silente realizada este sábado 22 de abril en las principales ciudades del país.
Castro resalta que Guayana pudo manifestar en paz gracias a que los funcionarios de la GNB no se hicieron presentes y no actuaron en contra de los ciudadanos, como lo hicieron el miércoles 19 y el jueves 20.
Recuerda que estas arremetidas de los efectivos militares son producto de ordenes políticas que van en contra de “un pueblo que solo busca un mecanismo para drenar la frustración que produce la crisis que hoy vivimos”.
Nota de prensa.