Les pido disculpas a mis muchos amigos y seguidores por no haber podido atender ayer a sus llamadas y mensajes buscando respuestas ante la convocatoria previsible de una Constituyente por parte del régimen de Nicolás Maduro. Trataré de responder sus inquietudes a través de esta nota en relación a qué hacer ahora, ya que muchas de las llamadas y mensajes que si pude contestar me lo requirieron a modo de interpelación, tal y como los medios suelen hacer con mi estimada amiga la Dra. Blanca Rosa Mármol de León. Debo indicar previamente que esta es mi apreciación personal de la situación, no de la Alianza Nacional Constituyente.
Cuando Maduro asomó por primera vez que iba a convocar el proceso Constituyente, el pasado 20 de abril, muchos venezolanos pensaron que el gobierno estaría ganando tiempo, que la cosa no iba en serio. Escribí el 22 de abril, “Vamos a medirnos, pero en la calle” (ver http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/vamos-medirnos-pero-en-la-calle.html) insistiéndole a la oposición oficial que se empoderara del proceso constituyente, procediendo de inmediato a una masiva recolección de firmas por encima de los Poderes Constituidos. Esa siempre fue la posición de la Alianza Nacional Constituyente.
Volví a insistir el 25 de abril, y me disculpan los dirigentes de la oposición oficial si mal interpretaron el titulo de mi nota “¡Es el Poder Originario, estúpido!” (http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/es-el-poder-originario-estupido.html), si pensaron que los llamé estúpidos, donde remarqué que no era ignorando olímpicamente al Poder Originario, que estaba allí de anteojos para el que lo quisiera ver, que se resolvería la huida hacia adelante del régimen. Indicaba que si Maduro nos estaba anunciando que convocará a una Constituyente, es porque lo haría al estar constitucionalmente facultado para ello. ¡Cuántas veces nos han dicho lo que van a hacer! Pues lo hicieron de nuevo. Lo dijeron y lo hicieron.
Por último, decía en mi nota reciente del 27 de abril, que ahora quedaba en manos nuestras si esa Constituyente la hacían ellos con todo su Poder para quedarse, o la hacíamos nosotros con la gente en la calle para que se fueran (Sacarlos “como sea”http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/sacarlos-como-sea.html). Pues no la hicimos con nuestra gente, como lo habíamos venido planteando y trabajando nosotros mismos desde la Alianza Nacional Constituyente desde hacía muchos meses y años, con los escasos recursos que pudimos aplicar, pero no a la velocidad que se requería, ni tampoco pudimos aún advirtiéndole a la oposición que lo haría el régimen.
Ante la inminencia de ese llamado del gobierno, dirigentes de la Alianza habían estado en estos últimos días argumentando en múltiples reuniones con diferentes personalidades y dirigencia opositora, que el régimen procedería a convocarla y debíamos hacerlo nosotros antes que ellos, en los términos del Poder Originario y no en los términos del régimen (oír la intervención de Luis Granados, de la Dirección Nacional de la ANC enhttps://youtu.be/vJHuyHGY0GY).
Pues pasó lo que iba a pasar si nadie hace caso. La oposición en un acto de soberbia infinita desoyó nuestros llamados a convocar el Poder Originario de las manos del soberano pueblo de Venezuela, en un proceso de recolección de firmas, sin la intervención de los Poderes Constituidos, esto es sin la intervención de Maduro y su CNE-TSJ. Querían elecciones generales de Gobernadores, y de Presidente con el CNE-TSJ de Maduro, ¿qué tal?
Ahora ante el llamado del régimen a una Constituyente por decreto de Maduro (que lo podía hacer porque está en el Articulo 348), la oposición se niega a aceptarla aduciendo que el régimen y su CNE dictarán las reglas y harán trampas para imponer su comunismo. Y yo me pregunto: ¿Y eso no es lo que siempre han hecho? Las elecciones generales solicitadas antes por la oposición al régimen ¿no iban a ir con esas mismas condiciones? Suponemos entonces que la oposición exigiría elecciones con la observación internacional con la debida autenticidad y transparencia.
Al no ser convocada esa Constituyente por el propio pueblo Depositario de la Soberanía sino por el Presidente de la Republica, las Bases Comiciales del proceso deberán ser sometidas a la consideración del Poder Originario en Referendo Consultivo, de la misma manera como lo hizo Hugo Chávez en 1999, quien tuvo que preguntarle al Soberano el 25 de abril de 1999 si se le daba a él la potestad para establecer las reglas del proceso. Otra forma distinta de imponer las Bases del proceso Constituyente convocado ayer es nula.
¿Cuál era la diferencia de convocar el pueblo a esa Constituyente? Que la nuestra la convocaría el Poder Originario, que en la calle y con firmas establecería su supremacía frente a un régimen que haría uso de todo su poder para imponer su Estado Comunal. Eso fue lo que gritamos y no nos escucharon. Pues bien, ahora nos encontramos frente a una grave disyuntiva: a) medirnos con el régimen cívicamente en un proceso Constituyente convocado con las reglas impuestas por Maduro, pero que deben ser aprobadas por el pueblo en Referendo Consultivo; b) que la convoque realmente el Poder Originario estableciendo éste las Bases Constituyentes del proceso; o c) desconocer definitivamente al régimen aduciendo el Artículo 350 constitucional, en franca puerta abierta a la confrontación civil.
Si la oposición decide no concurrir al proceso Constituyente de Maduro, le dará vía libre al Estado Comunal. De hecho eso es lo que el régimen espera. Saben que no tienen ni tendrán nunca la mayoría, y se están jugando Rosalinda con la última carta de la desesperanza generada a una población opositora deprimida y peor conducida, que aún en mayoría podría abstenerse al ver que Maduro “ganó” la partida con esta jugada maestra de corte cubano. Ya vimos que la primera reacción de los principales líderes de la oposición fue un llamado a trancar las calles y hacer guarimbas, al parecer dándole la razón a Maduro cuando dice que “en realidad los opositores no quieren elecciones sino tumbarlo”. Afirmaba Albert Einstein: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”…
Ahora bien, si el régimen definitivamente no tiene: a) un Proyecto que presentarle al país más que este bodrio del Plan de la Patria comunista; b) una gestión que lo sostenga; c) una mayoría contundente, que independientemente de cómo sea el llamado electoral de Constituyentes, las candidaturas opositoras -cualesquiera que estas sean- resultarían vencedoras, mucho más aún que el 6D-2015, ¿por qué razón entonces no se miden? ¿Es que se iban a medir de manera diferente en unas elecciones generales? Es obvio que las condiciones electorales habrá que pelearlas, porque al igual que las pedían para las elecciones generales, deberán exigirlas ahora de la misma forma para la elección de constituyentes.
Si Maduro comenzó ayer en su cadena por anunciar como reformarían la Constitución, dándole rango constitucional a las Misiones, ¿porque la oposición igualmente no le dice al país como sería una nueva Republica Federal y Descentralizada como la tenemos planteada en el Proyecto País Venezuela, si votan por los constituyentes de la oposición? Tenemos mucho que ofrecerle a ese electorado en todo el país, no un simple quítate tú para ponerme yo, que no competiría por caras sino por Proyectos.
No lo estoy poniendo fácil. La oposición tendría que deponer las actitudes que ya se han manifestado como primera reacción sin análisis al llamado de Maduro y reagrupar a la gente alrededor de un verdadero planteamiento de país en un entorno Constituyente, con candidatos salidores en todas las regiones, y que verdaderamente representen el sentir de los Estados. Una sugerencia a la oposición oficial: acepten el reto y participen, no vuelvan a equivocarse. No convocamos a esa Constituyente nosotros, pero todavía en cualquier momento podemos hacerlo como Poder Originario con la gente en la calle, como no quisieron hacerlo desde un principio. Sigue dependiendo de nosotros…
Caracas, 2 de Mayo de 2017
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