Luisana Bermúdez, abogada y profesora de derecho administrativo y constitucional se refirió al llamado constituyente realizado por ejecutivo nacional, a juicio de la jurista “El adefesio que ha echado a andar el gobierno es una demostración del empuje que tienen las elecciones libres
como fuerza, como puntal democrático en contra de todo intento autoritario. Quienes desestiman el camino electoral hoy están ante la evidencia de que lo que más teme el régimen, su pesadilla recurrente, son las elecciones libres y transparentes. El camino para el cambio constitucional y
democrático asumido por la oposición es electoral. Esa debe ser la prioridad, la constante en la fase actual de la lucha por recuperar la democracia en Venezuela”.
Bermúdez quien también es activista de Acción Democrática destacó que los más significativos procesos de lucha contra los autoritarismos y dictaduras que se han dado en el planeta, mostrarán que la aspiración detonante ha sido la de recuperar el voto -o conquistarlo, según el caso- como instrumento para obtener la libertad. “ Esa exigencia, fue la locomotora que arrastró a las demás conquistas democráticas: libertad de expresión, derechos humanos, pluralismo político, por nombrar tan solo algunas. Queremos votar para ser libres, no era entonces una consigna comeflor, digna de Heidi retozando en su montaña; era una fórmula subversiva que podía acarrear graves consecuencias a quien se atreviera a sostenerla públicamente, o lo capturaran con el aerosol en la mano a la hora de
convertirla en graffiti en un muro de su ciudad. hoy en día es una exigencia y una imperiosa necesidad en Venezuela.”
Finalmente dirigente apuntaló que La cúpula gobernante ha tomado la decisión de no permitir que el cronograma electoral que estaba pautado se lleve a cabo. Más allá de las incongruencias constitucionales que se han señalado en la materia, “ el esperpento corporativista propuesto es una
jugada política de alto riesgo para confundir al pueblo, lo que sólo ha logrado caldear los ánimos y demostrar, una vez más, que no está preparada -o no quiere- gobernar democráticamente. La mofa se acabó, y la bandera principal de la mesa de la unidad democrática es que no que queremos
constituyente sin nuevo presidente, que vengan ante todo las elecciones libres y democráticas.”