Desde el mercado municipal de Carúpano, en el municipio Bermúdez, la diputada a la Asamblea Nacional Milagros Paz, advirtió sobre el incremento de la conflictividad social en el estado Sucre y el resto del país, pues mientras el gobierno central insiste en convocar un proceso constituyente contraviniendo lo que estipula la Carta Magna, el pueblo enfrenta un desabastecimiento casi absoluto de alimentos, potenciándose la posibilidad (entre los grupos más vulnerables como neonatos, niños y ancianos) de morir por inanición.
Nota de Prensa
La parlamentaria acudió al mercado municipal de Carúpano, atendiendo un llamado de urgencia de los pobladores de la segunda ciudad más importante del estado Sucre, y se encontró con que muchos puestos han bajado su Santamaría porque no hay comida.
“Nuestra gente se está muriendo de hambre y eso no le importa a Nicolás Maduro ni a Edwin Rojas ni a quienes dicen apoyar a este gobierno. Sus cabezas cuadradas sólo le dan para pensar cómo sostenerse en el poder, aunque sea a costa de la vida de todos los venezolanos. A ellos no les interesa si usted o yo pasamos hambre, no les importa si conseguimos los medicamentos, no les incumbe si tenemos empleo, no les afecta el problema de inseguridad, no, ellos sólo están maquinando la manera de atornillarse en la silla”, denunció la también coordinadora regional de Primero Justicia en el estado Sucre.
En Carúpano, los habitantes apenas se alimentan con lo que obtienen producto de la pesca y eventualmente de lo que cosechan. “Aquí no llegan los rubros de primera necesidad y cuando aparece la comida es tan costosa que no hay sueldo que pueda cubrir los precios. Un kilo de harina de maíz precocida cuesta 7 mil bolívares, un kilo de arroz 7 mil 500 bolívares, un kilo de lentejas 14 mil bolívares, uno de caraotas negras 8 mil 500, un cartón de huevos se vende en 11 mil bolívares ¿Quién, con un salario mínimo, puede costear un mercado para cinco o seis personas? Esas son algunas de las razones por la cuales hoy los venezolanos nos encontramos en las calles protestando”, sentenció la asambleísta.
Paz recordó aquella frase que dice “amor con hambre no dura” y le dijo a Nicolás Maduro que nadie lo puede querer y menos apoyar, cuando sus políticas pegan en lo más elemental para el ser humano: la comida y la salud.
“Usted es la cabeza de un gobierno hambreador, es el máximo representante de la miseria humana. Cuente los casos de niños recién nacidos o menores de cinco años que han muerto en los tres 36 meses como consecuencia de enfermedades derivadas del hambre; cuente los casos de niños y adultos que han muerto en todo el país por comer yuca amarga, la cual consumen hasta quedar ahítos sin saber que con ella conseguirán la muerte; cuente los casos de mujeres desnutridas que han muerto en salas de parto; cuente los casos de ancianos que han fallecido en calles, geriátricos y en sus propias casas por inanición; cuente a los venezolanos que salen a diario a hurgar en la basura para meterle algo a sus estómagos y no morir de mengua; cuente los casos de pacientes que han muerto por falta de medicamentos esenciales para su supervivencia; cuente los casos de personas que se han quitado la vida en medio de la desesperación porque no consiguen medicinas para tratar sus enfermedades y no desean ser una carga para sus familias. Todas esas muertes pesarán en su conciencia”, enfatizó.
Paz dijo no entender cómo el Presidente puede hablar de satisfacer necesidades básicas cuando los carupaneros no tienen agua ni comida. “El pueblo se está muriendo de hambre. Hoy más de 650 mil familias en el estado Sucre no tienen acceso a las cajas del Clap y no hay quien pueda rendir cuentas al pueblo. Los venezolanos queremos comida, pero no entregadas a través del Clap como mecanismo político de presión, no, queremos comida y en abundancia en toda la red nacional de abastos y supermercados, que la gente pueda escoger la marca que le dé la gana, que se pueda llevar la cantidad de productos que le dé la gana, que pueda comparar precios y no tenga que depender de un gobierno hambreador”.
Finalizó llamando a los venezolanos a mantenerse en las calles, protestando de manera pacífica pero contundente, para evitar que en Venezuela se consolide un régimen totalitario como el de Cuba.