Luisa, la que contaba con el dominio absoluto de la acción punitiva en Venezuela, se sabe en la cuerda floja y cual malabarista hace su mejor esfuerzo para no caer al vacío, eso la convertiría en víctima de sus propias atrocidades; a muchos ha embaucado con su aparente rectitud de intención, más aún después de la entrevista concedida a The Wall Street Journal, a modo de acto de contrición excento de las buenas obras que le exige el pueblo y la Constitución, es lógico, su actual conducta se inscribe en una matriz dictatorial, porque ella, la Fiscal, como parte de la camarilla narco corrupta que nos gobierna, actúa desde el convencimiento de que seguirán ejerciendo el poder, de ahí la necesidad de aparentar la separación de poderes con conductas falsas e interesadas en materia de derechos humanos como la suya. Desde esa perspectiva, tender puentes a la oposición sería un Plan B de quien se sabe encochinada por asumir responsabilidades con el régimen y no con el pueblo venezolano.
En ese sentido, resultan esclarecedores, y por demás acertados, recientes señalamientos de la Dra. Blanca Rosa Mármol, honorable Ex magistrada del TSJ, de un altísimo nivel académico y profesional, para quien “sorprende la actitud fiscal… parece que acabara de despertar de un sueño profundo, acaba de darse cuenta que en Venezuela se rompió el hilo constitucional, de que no se respeta el debido proceso, sin embargo no habló de las torturas… se reconoce los abusos policiales y las detenciones sin pruebas, manos a la obra, que vaya adelante a resguardar los derechos ciudadanos, solicite las libertades como dice que hizo en estos casos, pero eso no basta, tiene que hacerse presente en todas las situaciones de abuso y atropello de los derechos humanos… a ella si le corresponde garantizar los derechos humanos, la vigencia de los derechos humanos en Venezuela”.
Sin ambages, la Ex magistrada emérita trascendió el ámbito de las obligaciones fiscales para descubrir una realidad que refleja la desviación dolosa de las mismas por parte de Luisa Ortega Díaz en detrimento del ejercicio democrático, “para nadie es un secreto que ella ha sido el verdugo de la oposición, de todo el que piensa diferente, del disentimiento, y la autora de todos estos presos de conciencia que tenemos, que ahora aumentaron recientemente, porque en Venezuela disentir se ha tratado como un delito y en todas esas imputaciones el rol fundamental ha sido el de la Fiscal”. Rol que no ha cesado con la utilización de la justicia militar, siendo una fase superior de la dictadura, Luisa Ortega ahora es más permisiva con las violaciones al debido proceso, eso explica, en opinión de la Dra. Mármol de León, que ” las personas detenidas han permanecido desaparecidas por unos días sin que se sepa dónde se encuentran y en qué condiciones, después han aparecido torturados, no se les ha garantizado el derecho a la defensa, no se les ha permitido el acceso a sus abogados… eso es un asunto en el cual realmente tiene que intervenir la Fiscal”, lejos de hacer eso, sigue consintiendo atropellos como que el preso político Kamel Salame permanezca aislado en solitario como castigo no se sabe por qué y que se le prive de atención médica, contacto familiar y acceso a sus abogados defensores, todo ello como parte de un compromiso adquirido con el gobernador de Yaracuy, Julio León Heredia, platica de por medio que llegaría a sus manos a través de la Fundación Anros, presidida por su esposo, el diputado chavista Germán Darío Ferrer.
La Ex magistrada, como no pocos venezolanos, no percibe buena fe en sus más recientes acciones, “la Fiscal por alguna razón está queriendo desmarcarse del régimen, creo yo que está viendo que los días del régimen están contados… Con eso se desmarca la Fiscal del régimen, en un intento fallido, a mi entender, de no responder por lo que aquí ha sucedido en los últimos 18 años”, siendo enfática con respecto a la verdadera prioridad de la Fiscal, “Ella quiere lavarles la cara, para aparecer como que hay independencia de poderes, y para que el mundo se crea eso, pero yo creo que ya es tarde, porque todo el mundo sabe lo que ocurre en Venezuela, y porque en Venezuela ya no se puede ejercer un derecho sin que haya represión”.
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