El propio Gobierno de España desmintió al diplomático y aseguró que su vida jamás corrió peligro durante la protesta de opositores registrada en Madrid.
Livia Suárez, una consejera de la delegación de la embajada, habría sido la planificadora de una jugada para generar la simulación de un secuestro.
Representantes del Gobierno de Nicolás Maduro y el embajador venezolano en España, Mario Isea, han buscado argumentar una simulación de secuestro ante las autoridades del Gobierno español tras ser objetivos de una protesta, este jueves, en el centro “Venezuela Diversidad Cultural” de Madrid.
Por: Equipo de investigación LaPatilla.com / Madrid, España
Toda declaración de los oficialistas había sido planificada con antelación para generar matrices y con la anuencia de la propia canciller Delcy Rodríguez.
Pero la jugada ha sido desmontada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Íñigo Méndez de Vigo, portavoz, ha asegurado este viernes que nunca hubo tal privación ilegítima de libertad y el diplomático pudo salir del recinto sin bloqueos ni agresiones de los manifestantes. En todo momento la policía prestó el apoyo necesario a Isea y su equipo.
“El Ministerio de Exteriores siempre estuvo a la escucha de la Embajada de Venezuela y el dispositivo de seguridad desplegado frente al centro garantizó en todo momento la seguridad de todos los que estaban participando en el acto”, ha comentado Méndez de Vigo.
La trama
Isea había denunciado que los protestantes a las puertas del centro cultural en la calle Hermosilla, – donde desarrollaban un foro con los familiares de la víctimas de las revueltas de 2014, un grupo de activistas manejados por el chavismo – , se comportaban de manera agresiva y desafiante y que él y su equipo eran blanco de un secuestro, una situación que violaba la Convención de Viena, lo que resultaba un hecho de extrema gravedad.
Fuentes internas de la Cancillería de Venezuela han asegurado que las reacciones de Isea y de los funcionarios de la embajada fueron planificadas en todo momento antes de asistir al foro, e incluso habrían consultado con la Canciller Delcy Rodríguez manejar la matriz del secuestro para así crear una escisión con el Gobierno de España, uno que ha expresado preocupación y ha exigido el restablecimiento de derechos en Venezuela desde la Presidencia de Rajoy y el mismo Congreso de los Diputados, donde se concentran todas las fuerzas políticas. El único apoyo que se ha adjudicado Maduro ha venido de la formación de Podemos e Izquierda Unida, cuyos representantes acompañaban a Isea en el acto del jueves.
Y surgen dos nombres clave en lo que sería la estrategia para simular el secuestro de Isea. Livia Suárez, consejera del embajador y el coronel Marcos Rodríguez, agregado de la legación. Los informantes aseguran que ambos funcionarios tomaron la convocatoria de los opositores para protestar el día jueves con el fin de crear un “falso positivo” a favor de Isea y el Gobierno de Maduro.
Pese a la tentativa de Isea de desconvocar la actividad en el centro cívico, Suárez insistió en que asistieran para dibujar un escenario que presentara a los venezolanos que protestaban como violentos. También Marcos Rodríguez apoyaría la estrategia. Isea accedió a la idea y entonces tramitó el visto bueno desde la cancillería venezolana.
Ya el jueves los ánimos se caldeaban en la calle Hermosilla, los opositores venezolanos increpaban a Isea y otros representantes del Gobierno en el conversatorio donde asistían menos de 100 personas. Los cordones policiales vigilaban tanto a manifestantes como la sede del centro cultural donde se encontraba el embajador. Isea denunciaba un secuestro, también dirigentes del partido Izquierda Unida afirmaban que se trataba de un escándalo internacional y horas después, hoy mismo, el Gobierno español respondía al mundo que el venezolano salía sin problemas y bajo la seguridad brindada por funcionarios policiales.