Richard Casanova: La fuerza inspiradora del cambio

Richard Casanova: La fuerza inspiradora del cambio

 

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En Abril del 2002, luego de una jornada de protestas con un saldo de 19 víctimas fatales, el Alto Mando Militar le solicitó la renuncia al presidente, “la cual aceptó”.  Hoy la cúpula castrense ni se inmuta ante la dolorosa cuenta de 39 muertos durante poco más de un mes de protestas pacíficas.  Sin embargo, un espíritu combativo indoblegable y un optimismo desbordante recorren las calles. El país vence el miedo.  Pero también es comprensible que alguien sienta que “vamos como vacas al matadero”, aunque no es así.  Justamente el objetivo de la represión –además de mostrar al gobierno con una fortaleza que no posee- es quebrar anímicamente al país y sembrar dudas sobre la ruta asumida.  Por eso es muy importante -luego de 40 días de lucha- reivindicar nuestras victorias.  Ciertamente la lucha es difícil pero la estamos ganando.  Y que nadie lo dude, vamos a salir de esta pesadilla: como toda dictadura, la cúpula se aferra a sus privilegios pero sin excepción, todas terminan entregando el poder bajo una insoportable presión social y política, nacional e internacional.  La clave es persistir en la lucha, actuar unitariamente y valorar nuestras victorias.

Empecemos derrumbando los mitos: es falso que este sea un “gobierno poderoso”, como pretende aparentar.  Al contrario, tiene un inmenso rechazo, está aislado internacionalmente, enfrenta una crisis descomunal y es incapaz de superarla, está dividido internamente su partido, enfrentado conflictos en la FAN y un largo etcétera. Francamente, más débil imposible y eso es un gran logro de esta lucha pacífica.  La única fortaleza “fortaleza” del régimen es su capacidad de represión, la cual también está fracturándose por nuestra presencia en las calles.  La estructura de poder comienza a exhibir grandes grietas, muchas.  La posición de la Fiscal General de la República condenando el Golpe de Estado de Nicolás Maduro -aunque muchos no la valoran- es también una victoria.  Que la presión de la calle se traslade al entorno familiar de militares y altos funcionarios, es otro logro de la ciudadanía.  Que el General Pérez Ampueda -Director de la Policía Nacional- se enfrente a los colectivos y se coloque delante de los manifestantes, es una victoria más de la Venezuela democrática. Que cada día crece el repudio a Nicolás Maduro y la disidencia dentro del chavismo ante la falsa Constituyente, es un dato de la realidad.

En fin, la presencia de los venezolanos en las calles esta horadando el piso del gobierno y hace crujir su estructura de poder.  Las fuerzas policiales y militares se agotan, se preguntan si vale la pena defender a estos corruptos.  En cambio a nosotros nadie nos obliga, estamos en las calles por amor al país, defendiendo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el futuro de las próximas generaciones.  Esa fuerza inspiradora es única. ¡Ni se compra, ni se vende!  No tenemos armas, ni vocación bélica.  Es claro que la violencia pertenece al gobierno, es el único terreno donde podría ganar.  Así que mantener la ruta pacífica y democrática de la protesta es crucial. Lo contrario nos iguala al gobierno en la barbarie y sería nuestra derrota.    Constancia y mucha fortaleza, vamos bien.  ¡Aquí nadie se rinde!

Twitter: @richcasanova

(*) Dirigente progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Vzla.