Con inmenso dolor por las víctimas de la jornada que hoy protagonizan los centenares de miles de venezolanos lanzados a las protestas contra una dictadura que cada día se ensaña más contra el pueblo, debemos reconocer que estamos ante un episodio de la historia del país que bien podríamos definir como una Batalla Admirable.
Valiente y atrevidamente arriesgada ha sido la actitud de los jóvenes que han tratado de hacer respetar el derecho a manifestar y transitar libremente por todas las calles de la geografía nacional, que pertenecen a todos los venezolanos; ejemplarmente disciplinado y creativo el comportamiento del liderazgo de oposición al actuar en forma unitaria y coordinada en la planificación de cada acción; admirable la posición de nuestra Iglesia católica, de gremios como los de la salud y de la educación que han desafiado y sufrido directamente la represión policial, y del empresariado que han dado la cara frente a un régimen delincuente que ha tratado por todos los medios de doblegarlos con infundios y amenazas.
Es, porque esa es la esencia del venezolano, el verdadero legado de todos esos próceres y mártires que a lo largo de toda la historia patria del país han salido al frente para oponerse a cada opresor de turno. Y es, de esta forma como al iniciar esta nueva jornada se plantó, contra la ruptura del orden constitucional, y hoy asume con dignidad la lucha contra el parapeto con el que ahora se intenta desviar el derecho a unas elecciones como manda la Constitución de la República.
No y mil veces no, debemos repetir ante la bufonada con la que el régimen madurista trata de imponer un recurso malinterpretado de la Constitución, e insistimos que no lo aceptamos por varias razones que han sido señalados por los expertos constitucionalistas como son, entre otras, la personalización que hace de los artículos de nuestra Carta Magna que contemplan la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente por el pueblo previo referéndum, y por su engañoso carácter con el que pretende el régimen burlar el principio de universalidad del voto.
Y al ratificar la negativa de los millones de venezolanos que nos negamos a caer en esta nueva trampa del régimen cada día más parecido a los oprobiosos sistemas de gobierno que la humanidad ha rechazado a lo largo de toda su historia, decimos NO a las invitaciones a “dialogar” con la fulana Comisión Presidencial por la Constituyente, en primer lugar porque ello constituiría una grave traición a los jóvenes asesinados en esta jornada; asimismo, estaríamos avalando las descalificaciones, imprperios e insultos lanzados desde lo alto del poder usurpado por sus principales voceros contra la dirigencia opositora, a quienes se sataniza y criminaliza de la manera más irrespetuosa jamás conocida de gobierno alguno.
Con todo el costo de mantener una protesta que obstaculiza el desenvolvimiento diario de cada uno, especialmente para quienes no dependen de la administración pública nacional, y de los riesgos generados por la acción del grupo de delincuentes paramilitares que mantiene el Gobierno, así como de efectivos civiles y militares utilizados para impedir las manifestaciones del pueblo en resistencia, necesario es no bajar la guardia.
Sin embargo, nuestra invitación es a evitar arriesgar más vidas y salud; la protesta debe ser constante pero pacífica, democrática, constitucional y creativa, y mantener ante los organismos internacionales de peso, las argumentaciones sobre las luchas que libra en estos momentos el pueblo venezolano, lo cual nos permita en ambos casos seguir mostrando ante el mundo nuestra realidad y propósitos. Todos juntos, lo lograremos.
@JJMorenoA