El alcalde de Valencia, Miguel Cocchiola, emitió un comunicado en el que exige el respeto a los derechos humanos de los venezolanos, consagrados en la Constitución.
Expresa que los hogares venezolanos están de luto por los asesinatos ocurridos durante las protestas que comenzaron el pasado mes de abril.
“En estos momentos complejos que vive la nación y nuestra Valencia, debo en primer lugar solidarizarme con los cientos de civiles que han padecido en un contexto u otro los eventos dramáticos que nos han conmocionado. Solidarizarme con nuestros jóvenes, quienes con sus ideales intactos se exponen a diario. Solidarizarme con las familias de las víctimas fatales, sean civiles y/o funcionarios, solidarizarme con el valiente gremio de periodistas, solidarizarme con los comerciantes, grandes, medianos o chicos, que lo han perdido todo, y no consiguen respuestas, ni logran entender aun lo que les ha ocurrido”, agrega.
“Me dirijo a Valencia en defensa de las libertades y para subrayar que cuando la forma de poder que se ejerce termina en represión es una confesión tácita de ruina, que cerca de 192 civiles, tan solo en Carabobo, sean procesados en jurisdicción militar no puede estar bien, y aunque no existe ningún record público sobre estos procedimientos, un problema en sí mismo, sus abogados y familiares exponen todo tipo de irregularidades”, expresa.
A continuación el comunicado completo
Comunicado
Nuestros hogares están de luto. Corren escasos cinco meses del año en curso y justo en mayo, mes para celebrar a las madres por su don de dar vida, hoy más de 40 mujeres han perdido a sus hijos en hechos ligados a manifestaciones y protestas en Venezuela. Un dolor irremediable para familias enteras, y una ruptura profunda en el corazón de la nación y de su constitución. Nuestros ciudadanos han sufrido agravios y sus derechos y garantías han sido vulnerados, por ello exijo a los organismos del Estado cesar las represiones, a cada uno de sus miembros que salen cada mañana a cumplir la promesa de cuidar a los ciudadanos a no actuar contra ellos, ni contra principios establecidos en nuestras leyes, a no olvidar jamás uno de los estatutos Universales de los Derechos Humanos, “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
En estos momentos complejos que vive la nación y nuestra Valencia, debo en primer lugar solidarizarme con los cientos de civiles que han padecido en un contexto u otro los eventos dramáticos que nos han conmocionado. Solidarizarme con nuestros jóvenes, quienes con sus ideales intactos se exponen a diario. Solidarizarme con las familias de las víctimas fatales, sean civiles y/o funcionarios, solidarizarme con el valiente gremio de periodistas, solidarizarme con los comerciantes, grandes, medianos o chicos, que lo han perdido todo, y no consiguen respuestas, ni logran entender aun lo que les ha ocurrido.
Cada día con la respiración contenida esperamos una suerte de parte sombrío y triste que no hace sino enlutar al país, ahondar la brecha que nos separa, y potenciar el dolor de Venezuela como un todo. Fiel a lo que soy, y a las cosas en las que creo, insisto en la necesidad de dar un espacio a la política y a las visiones de los estadistas, pues me niego a aceptar que la violencia sea la respuesta frente a este momento histórico. Condenamos enérgicamente los excesos cometidos por los organismos de seguridad, no hay argumentos que justifiquen las detenciones en condiciones cuando menos bizarras de jóvenes, mujeres y adultos mayores, muchos de ellos por portar una bandera y estar en la esquina incorrecta. No!
Me dirijo a Valencia en defensa de las libertades y para subrayar que cuando la forma de poder que se ejerce termina en represión es una confesión tácita de ruina, que cerca de 192 civiles, tan solo en Carabobo, sean procesados en jurisdicción militar no puede estar bien, y aunque no existe ningún record público sobre estos procedimientos, un problema en sí mismo, sus abogados y familiares exponen todo tipo de irregularidades en las formas y el fondo, destacando primordialmente que cada uno de ellos también tiene derecho a la individualización de su conducta, la singularización de las evidencias y la fijación de las audiencias con antelación, requerimientos que no ha ocurrido.
Nuestra CBRV en el Artículo 285 referido a las atribuciones del Ministerio Público establece: “Garantizar en los procesos judiciales el respeto a los derechos y garantías constitucionales, así como a los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por la República”.
En los Derechos Humanos Universales está consagrado que “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.-Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.-Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal” (Art 5,9 y10 Decreto Universal DDHH).
Finalmente a toda la familia venezolana, fortaleza, la fe y las convicciones de un pueblo unido y pacífico son inquebrantables.