La intranquilidad fue protagonista nuevamente este sábado en San Cristóbal, en un día desolado en gran parte de la capital tachirense. La ciudad madrugó tal vez más temprano que nunca, por la premura de cada persona por saber cómo amanecieron las calles y avenidas de la ciudad para comenzar su jornada diaria, así lo reseña La Nación.
El dilema de salir o no, a qué horas regresar a casa, abrir el negocio, cómo llegar al trabajo para aquellas personas que laboraban este día, hacer mercado donde se pueda, entre otras preguntas más, se han convertido en el pan de cada día. Muchas guarimbas permanecen aún armadas en calles, barriadas y avenidas. Algunas impenetrables, mientras que a través de otras los vehículos, camiones y motos pueden pasar por un lado.
La avenida principal de Pirineos, está cubierta por el canal subiendo y bajando, por piedras gigantescas, latas, troncos de madera y reforzada con cables gruesos, alambre, basura, cauchos, por la cual los transeúntes deben atravesar con mucho cuidado.
Más arriba al cruzar la avenida y llegar al acceso hacia Pirineos II, fueron levantadas las alcantarillas, el pavimento lleno de basura de lado a lado, más piedras, y solo un mínimo espacio de acceso hacia ese sector donde los conductores deben hacer maromas, cola y esperar con paciencia y tolerancia su turno.
Por esa misma zona se observan guarimbas en una de las calles que colinda con la avenida que va hacia Quinimarí, hecha con partes de cocinas viejas, cauchos, gabinetes, madera y los llamados chécheres (de todo un poco).
En la avenida ubicada de hamburguesas El Leñador a la izquierda (barrio Sucre), las alcantarillas que habían sido levantadas fueron colocadas, sin embargo los vehículos que transitaban por el lugar, lo hacían con prudencia debido a los diferentes escombros de lado y lado de la avenida.
Por el sector de La Normal en barrio Sucre parte baja una trinchera fue construida entre el liceo y el Centro Médico Siquiátrico, alcantarillas levantadas y escombros al atravesar la avenida en la entrada de la urbanización Las Acacias.
Por el sector de Colinas de Antarajú, más arriba del supermercado Cosmos, el tráfico subió y bajó en medio de basura y por un espacio pequeño.
Troncos de árboles, sillas, material de madera, hierro, partes de vitrinas, láminas de aluminio, palos entre otros materiales, son los materiales que se observaron en algunos sectores de la parte alta de la ciudad.
En Barrio Obrero pacas de basura regada en algunos lugares, ceniza de los cauchos quemados, estropeaban aún más esta zona comercial visitada diariamente por residentes y visitantes, por ser un sector clave para el esparcimiento de muchas personas, sin embargo, se sintió el vacío, porque muchas tiendas, ventas de helados y comidas no abrieron sus puertas. Los carros circulaban sin problemas con un panorama de trabajo a media máquina.
Por el sector de la Guácara, el barrio Lourdes, ya casi hacia el centro de la capital del Táchira, además de los acostumbrados cráteres que forman parte del asfalto por las diferentes calles exactamente frente a la cancha de Básquet, los restos de maleza y basura estaban parcialmente atravesados en la vía.
Zozobra es la palabra que se escucha además del clamor de los transeúntes y residentes, en los diferentes sectores recorridos. Las personas tratan de salir en horas de la mañana para cumplir sus respectivos compromisos y hacer sus diligencias personales y los que van a laborar, a pie, en taxi, en carros particulares, por la falta del transporte público, por las razones que ya se conocen. Inseguridad y temor, por lo que les pueda pasar a las unidades, puntos expresados por el Sindicado de Transporte y los continuos llamados a los organismos oficiales a que se pronuncien.
A partir de la 1:30 de la tarde la ciudad vuelve a la soledad, pocos carros se ven, la mayoría este sábado en las distintas colas interminables en las estaciones de servicio que surtieron el servicio este día. Entre la angustia, la perplejidad, y el desasosiego de quedar atrapados entre guarimbas las personas o permanecen en sus casas, o regresan lo más temprano posible a sus hogares. Todos a la espera de que la ciudad vuelva a la normalidad.