Muchos han pensado que la salida de este régimen es algo sencillo y no es así. He recibido, incluso, expresiones que reniegan del Señor, por su aparente indiferencia ante las calamidades y opresión que estamos padeciendo. Recordemos que no fue Dios quien les dio el poder. Fue este noble pueblo, en uso de la libertad que él le dio, quien una y varias veces, acudió a las urnas para darle más y más poder y gritó eufórico sus desafueros: ¡ASÍ ES QUE SE GOBIERNA!, cuando destruían las empresas, expropiaban productores agropecuarios o despojaban de su propiedad a muchos venezolanos, violando el espíritu de nuestra Constitución.
Hoy tenemos que desandar el camino recorrido, no para volver al pasado sino para retomar la ruta correcta hacia el progreso y desarrollo de nuestra nación. Eso es parte del aprendizaje que debemos experimentar como nación y que lógicamente, tiene un altísimo costo, directamente proporcional al error que se cometió, al entregarle el poder a unos individuos motivados por muchos sentimientos, menos por su vocación democrática y de servicio. Esta es una dictadura articulada al terrorismo, narcotráfico, Castrocomunismo y dispone además, de cuantiosos recursos de nuestro país que le sirven de soporte a sus ilimitados desafueros. Cuenta además con la FANB y otros estamentos que le dan soporte institucional.
Para los demócratas, es una lucha tenaz, pacífica, resistiendo en las calles, la cual debemos librar bajo el amparo de nuestra Constitución, invocando el 350. Debemos saber que tendrá un alto costo, expresado en la vida de nuestros compatriotas, fundamentalmente de jóvenes estudiantes indefensos que están ofrendando su sangre para reconquistar su derecho a una patria libre que les pertenece. Tristemente, ese será el verdadero precio a esta desgracia puesto que todo lo demás podremos recuperarlo con creatividad y trabajo, una vez derrotado el oscurantismo que nos gobierna.
Pero vamos avanzando en nuestra lucha y Dios premia la constancia. No podemos desmayar en este momento. El régimen está acorralado y busca alternativas que cada día delatan más su conducta oprobiosa. Son ellos quienes están prisioneros y saben que tendrán que rendir cuenta de su actuación. Por esa circunstancia, se aferran al poder puesto que se acerca para ellos la hora de la justicia humana.
Cada día el movimiento para rescatar la constitucionalidad y el Estado de Derecho avanza y hoy, actores fundamentales del oficialismo se deslindan de él y se incorporan a esta lucha: la Fiscal General Luisa Ortega, Ana Elisa Osorio, el Gral. Clíver Alcalá y varios exministros de Chávez, el diputado Eustoquio Contreras, Nicmer Evans, dos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, la licenciada Maripili Hernández. No son traidores ni opositores. Son venezolanos convencidos de apostar a nuestros mismos propósitos. Esta Patria es de todos y su aporte en esta dura confrontación, es fundamental y de gran valor. Venezuela es y seguirá siendo por siempre, MULTICOLOR. Esa es la lucha!
Igualmente, la comunidad internacional está de nuestra parte al ver desenmascarado a un gobierno forajido, carentes de valores y principios, que utiliza la Fuerza Armada para reprimir y asesinar a nuestra juventud. Es hora de avanzar, con unidad, firmeza y fe en el Señor. Cada día nos acercamos más a la victoria. Con el esfuerzo y sacrificio de todos, pronto podremos ver la luz al final del túnel.