A propósito de que este sábado se cumplen 10 años del cierre de Radio Caracas Televisión, María Teresa Morín, coordinadora de Vente Venezuela en el municipio Valencia, denunció que el régimen de Nicolás Maduro arrecia sus ataques contra los medios de comunicación social independientes y la libertad de expresión, persiguiendo a periodistas, chantajeando a canales y emisoras de radio y limitando la venta de papel a los periódicos.
Morín recordó que el cierre de RCTV hace diez años fue apenas el inicio de una escalada contra los medios de comunicación social. “Luego de la no renovación de la concesión del canal, vino el cierre de más de 50 emisoras de radio incluyendo las del Circuito Nacional Belfort (CNB), la compra de periódicos a través de testaferros para convertir estos rotativos en panfletos políticos que buscan solo beneficiar al Gobierno y toda una serie de asfixias económicas”.
Explicó que el objetivo del régimen de Maduro es que solo se muestre una cara de la realidad, que beneficie al Ejecutivo, impidiendo el periodismo crítico “al que estuvimos acostumbrados durante años y que es la labor fundamental de cualquier medio de comunicación, no solo en Venezuela sino en el mundo entero”.
En este sentido, condenó las declaraciones de Andrés Eloy Méndez, Director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), quien sostuvo este viernes que tienen “bajo la mira” a 15 emisoras de radio, lo cual a su juicio, es una nueva y evidente amenaza contra los medios radioeléctricos “que al igual que los canales, han tenido que recurrir a la autocensura para poder mantenerse en el espectro ante el temor de que los cierren”.
Al respecto, insistió en que el régimen de Nicolás Maduro pretende arreciar sus ataques contra la libertad de expresión censurando y cerrando medios en Venezuela y –tal y como lo han hecho- prohibiendo la entrada al país de corresponsales extranjeros, ordenando agresiones contra comunicadores y sacando de la grilla a canales como CNN en Español y NTN24.
Recordó que medios como Globovisión, canal al que Conatel no le permite transmitir más de un minuto continuo de protestas, tienen la concesión vencida desde hace varios años “y el régimen se niega a renovarla para ejercer presión directa, lo que además crea una incertidumbre no solo entre sus directivos y propietarios, sino sobre sus trabajadores que viven sin la certeza de saber si se quedarán sin empleo en cualquier momento como ocurrió con cientos de venezolanos el 27 de mayo de 2007”.
Destacó el caso además de los medios impresos “que de la noche a la mañana fueron vendidos a empresarios que nunca habían incursionado en el mundo de la comunicación y en cuestión de horas iniciaron los despidos y el cambio de su línea editorial, convirtiéndose esto en una nueva forma de censura que además restringe las oportunidades de trabajo para los venezolanos”.
También se refirió al caso de El Carabobeño, “un periódico emblemático con 80 años de trayectoria, que por negarse a ceder ante las presiones del régimen, le prohibieron el suministro de papel e incluso sabemos que en las aduanas no permiten el ingreso de ningún insumo que sea para ellos, obligándolos a dejar de circular desde hace más de un año y causando que decenas de carabobeños perdieran su empleo”.
Finalizó expresando su respaldo absoluto y el de Vente Venezuela a todos los medios de comunicación social independientes del país “y particularmente a los periodistas que siguen luchando por llevar la información y que cuando les cierran una puerta, se meten por la ventana. Si nos mantenemos en las calles, protestando, apegados al 350 de la Constitución, muy pronto vamos a recuperar esa democracia y ellos podrán ejercer libremente su oficio”.
Nota de prensa.