No es tiempo de inventar fórmulas. Una etapa que está por cumplir 60 días de protestas y manifestaciones masivas a nivel nacional, urge de un cambio de estrategia ante el atropello grosero, desmedido y continuado por parte de las fuerzas públicas armadas, que claramente están al servicio del gobierno, vale decir, a favor de una militancia que cada día se ve a sí misma más debilitada, pero no por ello menos representada con la fuerza. Situación que se evidencia a diario a nivel nacional y que observa en todo el mundo.
No es el propósito de estas líneas, dibujar o explicar una realidad que a todos, sin importar nuestras vidas particulares, donde vivimos, a que nos dedicamos, en que Dios creemos, si tenemos ahorros o no, si soñamos o creemos que el país cambiará verdaderamente, o si los unicornios existen o que los cantos de sirena llegan a oídos de los marineros en alta mar; no importa que tipo de individuo sea usted, a todos nos tocó la puerta esta verdad, absoluta, clara e imposible de ignorar.
Lo que sí es imperioso para el autor es decantar, o al menos intentar plasmar algunas reflexiones para su libre interpretación. A ver cómo nos resulta y usted mismo pueda analizarlas.
1- No es verdad que hoy la mayoría de la población en Venezuela apoye al actual gobierno. El discurso creado en los macabros inicios de este modelo castrista, que ellos tenían algo así como diez millones (mito) se desgastó.
2- Objetivamente hablando, desde la muerte de su líder, no solamente cayó para el denominado chavismo, el precio del petróleo, sino que también perdieron al pueblo, como se ha visto claramente en los “mangos”, “huevos” y “pelotas de baseball “spalding” como dijo el insigne rojito Aristóbulo –a punto de caerse de una silla, imaginamos por el tamaño de la mentira que estaba diciendo- que el pueblo los apoya, lo que realmente quiere gritarles es que tiene hambre. NO PUEDEN cubrir las más simples necesidades, hoy venezolanos mueren por falta de medicinas, la inseguridad se les ríe en la cara todos los días, se cansaron de tantas mentiras.
3- Ante tantos días de protesta y manifestaciones monumentales en las cuales pacíficamente, el sector opositor incluso, se sorprende, del aguante y del ánimo cada día mas crecido de nuestros abuelos, estudiantes, músicos, médicos, periodistas, artistas, es necesario detenerse a analizar. Allí va el campanazo: la protesta no puede convertirse en un inagotable e inmedible ímpetu de exponer la vida sin importar nada. Creo que no debe haber más asesinatos, ¿de quién depende eso?
4- Según algunos opinadores de oficio, el Manual de la Estrategia Subversiva indica, que luego de estas aplastantes represiones a una mayoría evidente que desea protestar pacíficamente, vendría entonces un ataque por parte de los grupos irregulares (uniformados o no) que no están dispuestos a dialogar, entonces tendrían que atacar las infraestructuras de servicios como el agua, la energía eléctrica, centros de salud, entre otros; sin dejar de mencionar el allanamiento a viviendas, que ya ha ocurrido en varios lugares del país, sin orden judicial, como sabemos ilegalmente. Esto no puede convertirse en eventos seguidos, según explican quienes conocen de situaciones graves como una Guerra Civil, pues este sería el paso previo.
5- La salida: ¿Quién le pone el cascabel a este gato con botas? En las redes sociales, hay de todo, quienes llaman a paro nacional de manera unilateral, otros invocan la desobediencia civil (derecho constitucional), entre otros. Sin embargo, a la fecha, hay dos opciones reales: Elecciones regionales en diciembre y ANC (inconstitucional) lo cual va viento en popa, con la anuencia del Poder Electoral, inobservando toda legalidad, lo que, en algún momento histórico será declarado nulo de nulidad absoluta, como lo reza el principio de legalidad en Venezuela. Esos dos escenarios provienen de parte del régimen que evidentemente pretende continuar preservando el disfraz de Estado Democrático, lavarse la cara, intentándonos comprar con dos elecciones, una, que por ley corresponde y otra, que supuestamente es “originaria”. Catalogar esta ultima de trampa, es una verdad del tamaño del sol, porque con quienes hoy están allí, no hay posibilidad alguna de discusión en términos legales y reales; la prueba más evidente es que ellos mismos están violentando la Constitución que les dejo su Comandante, para convocar este espantapájaros de ANC. Ahora bien, ¿qué pasará de aquí a diciembre? Si unas elecciones regionales se aceptan, esto enfriaría la calle conquistada, además habría que preguntarse: ¿dónde queda el receptor de los gritos de una mayoría que quiere cambio? No de autoridades locales solamente, sino de modelo, de quien acomode este entuerto, de venezolanos decentes que les duela el país, y no nos dejen en la mengua de ser venezolanos opositores y por eso etiquetarnos de guarimberos, sino que nos devuelvan la identidad y las ganas, no de salir a la calle a que nos maten, sino la gallardía de trabajar todos los días por una Venezuela próspera.
6- Finalmente, pero igual de importante, realmente, ¿ha permeado en los sectores populares el mensaje de cambio sobre este nefasto gobierno? ¿Los venezolanos más golpeados por esta crisis, están simplemente sobreviviendo?, ¿por qué no han decidido sumarse al descontento? Aclarar el discurso, enfocar la UNICA PROPUESTA y llegar a los sectores más desposeídos debe ser una meta para alcanzar a la brevedad. URGE llegar a los sectores populares, transmitirles las razones de esta lucha. Es una tarea de todos, pero obviamente, liderada por quienes forman parte de las fuerzas políticas de oposición, no debemos acostumbrarnos jamás a esta monstruosidad de estado de conflicto.