El ministerio alemán de Exteriores informó hoy de que en el atentado con coche bomba registrado en Kabul han resultado heridos dos empleados de la embajada alemana y ha muerto un guardia de seguridad afgano destinado a proteger el recinto.
El titular del ministerio, Sigmar Gabriel, explicó en un comunicado que ha convocado un gabinete de crisis y señaló que todos los trabajadores de la embajada están en lugar seguro.
El atentado, en el que según las cifras del Gobierno afgano han muerto al menos 80 personas y 350 han resultado heridas, tuvo lugar hacia las 08.25 hora local (03.55 GMT) cerca del palacio presidencial, donde se ubican varias embajadas y edificios.
Según la información facilitada por Berlín, una trabajadora afgana de la embajada tiene heridas graves, mientras que una diplomática alemana resultó herida leve y el guardia muerto trabajaba para una empresa de seguridad afgana.
En un acto público, la canciller alemana, Angela Merkel, condenó el “devastador” y “mortal” atentado registrado al lado de la Embajada alemana, que deja de nuevo claro que “el terrorismo no conoce ninguna frontera” y tienen a todos como objetivo, sea en Manchester, Berlín, París o Kabul.
Merkel se mostró unida en el dolor con todas las víctimas, pero también en la “determinación” de luchar juntos contra el terrorismo y por la libertad y la dignidad del ser humano y garantizó que se ganará esa batalla.
Gabriel señaló que el ataque “afectó a civiles y a aquellos que están en Afganistán para trabajar con la gente de ese país por un futuro mejor” y agregó que “el hecho de que estas personas fueran el objetivo lo hace especialmente despreciable”.
Tras trasladar sus condolencias a todas las víctimas, el ministro alemán garantizó que este tipo de atentados no cambia en nada la “determinación” de Berlín de seguir apoyando al Gobierno afgano en sus esfuerzos para estabilizar el país.
Una portavoz de Exteriores explicó que el gabinete de crisis evalúa los daños en la embajada y está estudiando la situación para intentar determinar cuál era el objetivo concreto de los terroristas.
Tras el ataque, las autoridades germanas decidieron cancelar un polémico vuelo fletado para deportar a Afganistán a ciudadanos de ese país que han visto rechazada su petición de asilo en Alemania.
El vuelo, criticado por destacadas ONG de atención a los refugiados ante los riesgos en Afganistán, fue cancelado, según explicó un portavoz de Interior, ante la imposibilidad de que el personal de la embajada en Kabul cumpliera con el “importante papel logístico” que tiene en la recepción de los deportados.
Ante las críticas, los departamentos de Interior y de Exteriores reiteraron que las condiciones de seguridad son muy diferentes en las distintas partes del país, sin pronunciarse en concreto sobre la situación en Kabul, destino en principio de los deportados. EFE