Sin duda, el régimen opresor de Nicolás Maduro y los Cabellos, Bernales y Padrinos que se acercan galopantemente a la jurisdicción penal internacional, está contra la pared. Al comienzo pensaron que la protesta se iba a detener por la violencia y por el anuncio y la ejecución del Plan Zamora. Pero se equivocaron y de largo.
Los venezolanos siguen en pie de protesta, enfrentando pacíficamente a la dictadura sangrienta de maduro, heredero del psicópata y golpista del Hugo Chávez, a quien la historia y la justicia divina ya condenaron.
Hoy habrá otro día de protestas, otro de represión y lamentablemente de sangre de nuestros jóvenes, de nuestros mártires, esos que han dado el todo por su futuro y el de la patria.
Mientras estamos en la calle, recibiendo perdigones y metras, batazos con clavos y cuanta aberración puedan tener a la mano los esbirros de Cabello, Padrino y Bernal que actúan bajo la dirección y el comando de Nicolás Maduro, todos responsables penal e internacionalmente, la OEA así como ayer la Unión Europea y sus instituciones, considerará de nuevo la situación en el país y llegará a conclusiones que abrirán nuevos espacios de diálogo, pero no para que el dictador y su grupo permanezca en el poder, sino para que de una vez por todas se paren y den paso a la civilidad y a la paz que tanto reclama el país.
La reunión de hoy será importante y no tanto por las conclusiones. El solo hecho de que se considere el tema en el órgano regional, que los gobiernos americanos opinen sobre nuestra dolorosa realidad, es ya un avance importante. Se dirán las cosas y las verdades que no quieren oír, aunque habrá tarifados que dirán que al final triunfó de nuevo la dictadura, ya que no hubo envío de tropas ni se invadió al país.
Los habrá y varios seguramente como la Canciller de bolsillo Delcy Rodríguez dirán que la revolución venció de nuevo a la oligarquía regional, a la derecha putrefacta. Lo dirán, pero la cosa es que ya nadie les cree, ni ellos mismos que hoy son apenas menos del 15 por ciento, entre los cuales el 80 por ciento está ya cansado de la mentira y que un grupo de enriquecidos y farsantes hayan destruido el país.
Habrá conclusiones hoy y habrá un seguimiento, muchos se pronunciarán a favor, dentro de la sala en la reunión y después de la misma. Habrá pronunciamientos que de cualquier manera van a incidir en el desarrollo de las cosas en el país quiéralo o no el bandidaje en el poder.
Hoy será un gran día, otro avance. El fin está cada vez más cerca y es eso lo que le temen los que saben que con pactos o sin pactos tendrán que rendir cuentas a la justicia, pues eso es lo que exigen todos y es la única garantía de que esta barbaridad no se repita en el futuro que más nunca tengamos que vivir esto y llorar por nuestras víctimas.
Robert Carmona-Borjas