El clamor de justicia no cesa ante el asesinato de Paúl Moreno (24), el estudiante de medicina que murió arrollado el pasado 18 de mayo durante una manifestación en Maracaibo. Con pancartas, familiares y amigos se apostaron frente a la sede del Palacio de Justicia en esta capital zuliana, donde pidieron todo el peso de la ley para los culpables, incluyendo a Lismary Hernández, la joven que acompañaba al chofer y a quien le dictaminaron libertad, reseñó La Verdad.
“Durante los primeros días del hecho, ni el conductor que lo atropelló, ni la muchacha que estaba con él de copiloto, tuvieron la valentía de decir que fueron ellos. Si la chica hubiese tenido un poquito de consciencia y de criterio, el mismo día o al otro día, con nervios o no, hubiese dicho lo que pasó. A lo mejor eso la hubiese ayudado más, pero lamentablemente ella tiene en sus manos la sangre de mi sobrino. No le tengo rencor, pero la justicia de las leyes es necesaria”, declaró Zuly Moreno, tía de la víctima.
Alfredo Adrianza fue amigo del fallecido. “Yo me siento como un padre para él. Exigimos justicia. Algunos dicen que fue accidente, pero en los videos que hay, no parece algo accidental. La muchacha era acompañante del chofer y por el solo aspecto de no decir nada durante los primeros días, es cómplice”.
Paúl Moreno murió tras ser arrollado en la avenida que ahora su nombre, antes denominada Fuerzas Armadas. Era miembro del equipo de primeros auxilios de LUZ, conocido como los Cruz Verdes. Sus compañeros cuentan que al momento de ser asesinado, él no estaba manifestando, sino que descansaba en la acera, tras haber participado como socorrista en la protesta de ese día.
El Tribunal Sexto de Control, dictó privativa de libertad para el conductor Omar Barrios, pero otorgó libertad para su novia, quien lo acompañaba durante el suceso. La medida hacia la joven fue apelada por la Fiscalía Cuarta, motivo por el cual ambos siguen detenidos en la sede del Cicpc.