Una orden presidencial prohibió el uso de municiones de perdigones, aseveró el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, el 17 de mayo de este año. Sin embargo, no han cesado las denuncias por el uso de estos proyectiles en el control de las manifestaciones que se desarrollan en el país desde el 1 de abril en contra de las políticas del Gobierno de Nicolás Maduro.
Por: VANESSA MORENO LOSADA | @MORELOSADA24 / Efecto Cocuyo
Pese a esta prohibición, los perdigones son parte de los equipos permitidos por la normativa venezolana para el control del orden público, al igual que las bombas lacrimógenas. Su uso se considera no letal, si se emplea tal como se indica en las academias. Pero este año otro tipo de proyectiles son usados para reprimir las marchas opositoras: metras, rolines o bolondronas.
Foro Penal, organización no gubernamental (ONG) que sigue día a día las violaciones de derechos humanos en el país, constató la incorporación de metras (canicas) en los cartuchos de perdigones utilizados por los funcionarios de seguridad. “Estas metras son letales. La Fiscalía debe abrir una investigación, pues la responsabilidad es tanto del que dispara como del que comanda la operación”, afirmó Alfredo Romero, director de la ONG. Precisó que la actuación de los agentes puede calificar como delitos de lesa humanidad.
Son ocho personas las que hasta la fecha han sido asesinadas durante las protestas por este tipo de proyectiles: Christian Humberto Ochoa Soriano, Armando Cañizales, Hecder Lugo Pérez, Miguel Fernando Castillo Bracho, Yeison Mora Cordero, Diego Fernando Arellano Figueredo, Adrián José Duque Bravo y César Pereira.
“El efecto que puede causar una metra al ser disparada es impredecible. Depende de la distancia y el lugar del cuerpo en el que impacte. Si alcanza una superficie blanda es tan letal como una bala”, aclaró un criminalista y profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes) que pidió el anonimato.
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